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-Brenda.

-Sí-respondí.

Sentí su mirada puesta en mi. Llegamos frente al auto. Abrí la puerta de este y ella entró. Luego lo rodeé y entré también.

Todo el camino estuvimos en silencio. De vez en cuando sentía su mirada. El poco tiempo que llevamos juntas me ha permitido conocerla bastante, estaba muriendo por hablarme y no iba a durar mucho en hacerlo.

-Y...¿Cómo estuvo el trabajo hoy?- preguntó.

-Bien-contesté.

-Esta mañana hablé con Liz. Me contó que saldrá este fin de semana con Artur. Creo que será como una segunda luna de miel o algo así.

-Claro.

-¿Lo sabías?.

Preguntó mirándome.

-No.

Admito que es un poco exagerado de mi parte. Pero ella le estaba coqueteando y Jazmín ni siquiera mostró signos de molestia, al contrario, estaba muy cómoda con sus insinuaciones.

-¿Estás bien, Brenda?-preguntó preocupada.

-Claro-respondí-. Estoy perfecta.

La miré, sus hermosos ojos estaban clavados en mí.

Nos detuvimos. Algo había pasado, más adelante había un tapón enorme. En verdad esto no podía mejorar.

-No. Algo pasa.

Jazmin tomó mi mano que descansaba en la palanca.

-Dime qué es amor-pidió dulcemente.

La miré.

Sus hermosos ojos negros estaba expectante, lo que hizo que mi enojo desapareciera al instante. Pero no podía, estaba muy molesta. Así que la ignoré.

Nos quedamos unos segundos en silencio. De repente este fue quedando atrás por el dulce sonido de la risa de mi novia.

La miré confundida.

-¿Qué es tan gracioso?- investigué molesta.

Volvió a reír. Estaba a punto de creer que mi novia estaba loca.

-Estás celosa.

Rápidamente contesté.

-¡¿Qué?!

-Lo que escuchaste.

-Claro que no.

El tapón avanzaba, despacio.

-Si, si lo estás-insistió.

-No, no lo estoy.

Si, si lo estaba. Pero eso ella no podía saberlo.

-Ajá-murmuró sonriendo.

El tapón desapareció y las personas en sus autos comenzaron a circular. Lo que resto del camino no dijimos nada más.

•••

Los días siguientes a ese salía más temprano de la oficina para recoger a Jazmín al salir de la escuela. Siempre al recogerla la llevaba a comer un helado, al cine o simplemente a pasear.

La segunda vez que fui a buscarla a la escuela cuando me vio, estalló en risas. A veces no la soportaba.

Había hecho una rutina con Jazmín y esto me gustaba. Todo el tiempo que pasaba junto ella me ayudaba a no pensar en Yessica. Todavía no habíamos hablado de lo que casi pasó la última noche que estuve con ella, y menos de su declaración. Tal vez las cosas eran mejor así yo con Jazmín y ella con Luis.

Amigas Con Derechos (Lésbico)©Where stories live. Discover now