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Canción sugerida:

The hills- the weeknd


Brenda.

—Hazme el amor, Brenda.

Tres palabras, tres palabras que hicieron que mis sentidos se alertarán. Nunca antes había hecho “el amor” con nadie. Ni con Yessica, lo nuestro era solo sexo ocasional. Sentí un punzón en mi pecho cuando la escuché.

Las ganas que tenía de quitarle la ropa y hacerla completamente mía, se había ido. El deseo que tenía de hacerla mía, sentirla en todo su esplendor. Era la primera vez que dábamos este paso, tenía que ser especial, ella era especial. Debía estar segura que ella lo quería tanto como yo, jamás la obligaría hacer algo que no quisiera.

—¿Estás segura? Sabes que no es necesario ahora, podemos esperar.

Jazmín besó mi cuello.

—Quiero ser completamente tuya amor. Quiero sentirte.

Tomo mi rostro entres sus manos, y me besó apasionadamente.

—Ven conmigo.

La tome de las manos, y caminamos a mi habitación.

Cuando estuvimos en la puerta Jazmín ella se volteó y me miró. Sonrió y luego me beso, empezamos a caminar hasta la cama sin despegar nuestros labios. Despacio la deje caer en la cama, los besos seguían el mismo ritmo, no teníamos nada de prisa.

Mis besos fueron bajando por toda su clavícula hasta llegar a su cuello, me detuve un poco y la observé. Su piel  morena, tan suave como el algodón.

—Eres tan hermosa—susurré.

Observé cómo el rubor en sus mejilla se hacía notorio. Sentí cómo se posiciono sobre mi, en un descuidos. Estaba horcadas sobre mi, tomo mis dos brazos y lo sujeto con sus manos en la cama.

Comenzó a besarme despacio, descendiendo hasta llegar a mi cuello, el cual exploró durante un breve rato. No pasó mucho cuando sentí que se separaba de mi. Se quitó la camisa quedando en bragas. No tenía brasier, sus redondo senos estaban frente a mi.Trague seco cuando la vi.

No aguante mas la ganas y la voltee quedando encima de ella. Comencé besando su cuello, los besos fueron descendiendo hasta llegar a la abertura que dividía sus pechos. La escuché suspirar, tenía que tener uno en mi boca y era rápido, mi centro empezaba a humedecerse. La miré para tener su aprobación, y esta me la dió asintiendo.

No me hice esperar, y con todo el deseo que tenía introduje uno en mi boca, comencé a chuparlo mientras apretaba el otro con mi mano izquierda. Pase mi lengua por la areola de este y la escuche gemir. Hice el mismo trabajo con el otro luego fui bajando, besando cada parte de su plano abdomen hasta llegar al borde de sus bragas, le di un beso a su frente sobre la ropa interior.

Luego me dediqué a quitarle la ropa interior por completo, en ese mismo momento me quite la camisa y la pijama que llevaba, quedando en solo ropa interior. Jazmín me miraba atentamente, estaba ansiosa la mirada en su cara me lo confirmaba.

Me puse entre sus piernas y la abrí. Tenía la vista más hermosa: el sexo de Jazmín estaba frente a mí, sus labios tan rosados, y sus pliegues mojados.

—Bren, por favor—suplicó.

—Estas tan mojada—dije.

Pasaba mis dedos por sus labios vaginales. Subía y bajaba, acariciando su hermosa vagina.

Seguro que sí esperaba un minuto más, me volvería loca.

Ella abrió sus piernas invitándome a probar su delicioso sabor. Comencé a besarlos, a sentir su sabor. Pase mi lengua por este. Sus gemidos incontrolables  me excitaban más. Puse un dedo en su clítoris, moviéndolo lentamente en círculos, mientras la penetraba con mi lengua.

—Oh… si.. así.

Gemía mientras sostenía mi cabeza con sus manos.

Movía mi dedo sobre su clítoris haciéndola delirar. De a poco fui entrando en ella, primero la embesti con un dedo, luego con otro. Entra y salía rápidamente de ella.

—Ma… más rápido—pidió.

La obedienci, y arrastré mis embestida. Unos minutos después sentí como mis dedos era apretados por su vagina. Estaba cerca podía sentirlo. Dos embestidas más, y sentí como sus jugos corrían por mis dedos. Llegó fuertemente hasta el éxtasis. Saqué mis dedos, y bajo la atenta mirada de Jazmín lo lleve a mis labios chupandolos.

Subí hasta estar a su altura en la cama y la bese, haciendo que probara su sabor.

Nuestra respiraciones estaban descontroladas, me acosté a su lado y ella se posicionó encima de mi. Pasó sus mano por mi cintura y me pegó más ella.

—Te quiero mucho, Brenda—confesó.

—Te quiero más, hermosa.

Y era cierto, estaba empezando a sentir cosas muy fuerte por esta mujer.

Amigas Con Derechos (Lésbico)©Where stories live. Discover now