Noptalm: Sombras de una invasión

Capítulo 16: Kaurwick

7 de Noviembre. 5 años después de Skullik (D. S.).

La vida es una basura. Lo he perdido todo. Mi familia, mis amigos, mis vecinos, mis conocidos, la isla de Noptalm y mi pierna que fue cortada por Dimitri, para que detuviera mis ansias de poder.

He actuado como un imbécil, en todo éste tiempo. He querido hacerme el fuerte y varias personas resultaron dañadas. Pero, todo terminó dañando mi alma, aniquilando mi bondad, transformándola en odio.

Cuando llegué a la prisión de Kaurwick, sentí que toqué fondo y no podré escapar, porque Necroty está enfadada conmigo. No es menor. Una rebelión injustificada contra Necrotia era una estupidez, desde el primer minuto.

Celeste Blake curó mis heridas y me acompañó a la celda. Me dijo que era el mismo lugar en que estuvo Vincent y lo hizo reaccionar. Ella esperaba lo mismo de mí y prometió que me visitaría a menudo. Le agradecí de manera escueta, pero mirándola a los ojos, para que notara que tenía ganas de llorar.

Si pudiera elegir un día para morir, elegiría todo mi pasado. La felicidad en mi vida era muy fugaz, lleno de preocupaciones, intentando sobrevivir en los campos de batalla, tenía poco tiempo para ver a mi familia, malas decisiones y otras situaciones que incidieron en mi complejo carácter.

No quiero victimizarme por lo sucedido. No existe justificación para la violencia, pero la vida debe enseñar a las personas que entender es distinto a apoyar.

La empatía nunca ha existido. En las calles, podías ver a personas llorando alrededor de zombies con smartphones de aquella época.

Recuerdo que las redes sociales se encendía por mini-escándalos que provocaban el suicidio de personajes públicos. Inculqué a mi hija que la vida sin empatía es vacía. Una enseñanza que nunca apliqué y me llevó a ésta prisión.

Ojalá que Amelia y Dimitri me entiendan. Sólo necesitaba salvar a mi familia, pero traspasé los límites y me convertí en un ser odioso e individualista. No merezco la inmortalidad. Debo estar aquí y dejar que la guerra comience sin mi presencia. 

Ex-comandante Andrew Thompson.