Noptalm: Sombras de una invasión

Capítulo 17: Tranquilidad

7 de Noviembre. 5 años después de Skullik (D. S.)

Cuando Dimitri tomó el mando de Noptalm, el ambiente regresó a la normalidad. Nadie se atrevería a enfrentarlo. Los anhelos de rebelión desaparecieron con la pierna cercenada de Andrew Thompson. Ese bastardo no nos molestará más, pero debo continuar con mi bajo perfil.

Los niños tienen una tranquilidad admirable. Mis enseñanzas sobre el mundo actual han calado hondo, en sus pequeñas cabezas. La verdad es que me enorgullece ver su crecimiento, porque serán las herramientas perfectas para ganar la guerra de Noptalm y aniquilar a los rebeldes que son protegidos por Necrotia.

Mientras Dimitri, Celeste y Necroty crean que Andrew es el traidor, todo resultará como esperamos. No debo perder mi templanza. Los planes avanzarán solos y me limitaré a estar al margen, pues mi trabajo consiste en formar un ejército para tomar ésta isla, desde dentro.

Esa maldita barrera impide que nuestras fuerzas entren, a menos que sean en una cantidad enorme, hasta su colapso. Pero, la vida entrega ciertas enseñanzas difíciles de ignorar. No hace nada mal unirse a una causa y envenenarla de a poco.

Mi rol ha sido muy pasivo. Tanto, que aburre. Detesto ver a éstas caras sonrientes todo el día. Los niños son una molestia, cuando desean serlo. Pero, Lilith se encargará de esas pequeñas almas, para que sean moldeadas a su antojo.

Si no cumplo con mis objetivos, Lilith destruirá mi núcleo y no podré tener la inmortalidad que el guardián de Necrotia rechazó. No entiendo cómo dejó un poder tan magnífico. Ese malnacido comprenderá que el Averno puede ser más inteligente. Sólo debes continuar confiando en mi palabra, Dimitri.

Pronto, llegará el día de tu descanso eterno, en las manos de tu bisabuela. Te transformaremos en algo mucho mejor. Un monstruo indestructible y si conciencia, para que cumplas la misión final. 

Amelia Brown. Profesora.