Noptalm: Sombras de una invasión

Capítulo 22: Necroty

9 de Noviembre. 5 años después de Skullik (D. S.)    

Debido a varios motivos, la reina de los muertos no confía en mis palabras, ni en mis lamentos por no hacer nada.

Seguramente, Amelia está campante, siendo que ella es la verdadera traidora de nuestra causa. 

No tengo ganas de nada. Las cosas que me gustaban, dejaron de ser agradables para mí. Sólo quiero dormir todo el día. Mi reloj no funciona en Kaurwick, pero nunca he dormido tanto. Calculo unas 18 horas, como mínimo. No tengo ganas de comer. Desconozco si es por la ansiedad o por mera inapetencia. 

Tal vez, mi cuerpo no quiere moverse o yo no tengo ganas de seguir viviendo. Kaurwick es mi hogar y eso tendré que asumirlo. Detesto mi vida y mis errores. Merezco estar aquí. Es el purgatorio perfecto para los impuros, como yo. 

Quiero morir, dejar de sentir tanto dolor y no hablo de mi pierna, precisamente. Quiero que mis músculos y órganos se pudran, que se vonviertan en polvo, al igual que mis huesos, aunque tarden más en desaparecer. 

Necesito de dejar de pensar. Me siento inútil, no tiengo fuerzas, ni siquiera quiero intentar salir de aquí. Eso empeoraría las cosas y creo que nada podrá salvarme. Me desahuciaron por ser un imbécil y dejarme llevar por mis impulsos...

Todos los sentimientos que acabo de describir desapareció, cuando Necroty abrió la puerta de mi celda. Me exigió que saliera de ella y no emitiera palabra alguna. Estaba decepcionada de mis acciones y debo asumir mi condena. 

Me dijo que debía abandonar mi cuerpo y servirla por toda la eternidad, quería darme un poder similar al de Dimitri. 

El momento que tanto ansiaba, los poderes que tanto buscaba... 

Pero, me negué. No quería volverme loco, ni asesinar a mi amigo. Ella sonrió de manera macabra y susurró: "estás muerto por dentro y por fuera, ¿no lo sabías?".

La Santa Muerte no avisa. Ejecuta. No hay nada más que hacer. Mi cuerpo yace en la fría celda y puedo observarlo pudriéndose, tal y como deseaba...

Ex-comandante Andrew Thompson