Capítulo 4

2.4K 139 31
                                    

PRESENTE


Narra Lali. 

Me detuve en la puerta de su habitación. Respiré profundo varias veces y cerré los ojos para calmarme. Peter estaba detrás de mi, con sus manos sobre mis hombros, entré y sentí como el mundo se me caía encima al verle en aquella habitación pequeña, fría y conectado al respirador.
Se veía muy pálido, tenía su pelito despeinado y parecía dormido. Me acerqué hasta la cama y agarré su mano. Estaba tibia.
Empecé a llorar sin poder parar, sentía que me faltaba el aire y que me estaba muriendo. Peter, me agarró de la cintura para llevarme hasta la ventana, la abrió y me acerqué para poder respirar.

—Tranquila La, seguime a mi —. Me sujetó las manos y durante unos minutos, sólo me centré en seguir su respiración . —¿Mejor?
—Si... —Suspiré aliviada y me di la vuelta para mirar hacia la cama —. No puedo creer que esté ahí... Tengo miedo Pit —Lo abracé y volví a llorar.
—Va a estar bien La, tenés que ser fuerte y trasmitirle tu buena energía.

Lo solté y me volví a acercar a Agus.

—Mi amor… —Le dije al oído y acaricié su pelo —Te quiero muchísimo. Por favor… Tenés que despertar. Volvé conmigo... Te juro que no me vuelvo a enojar por nada, que dejamos todos lo problemas en el pasado... Por favor... Despertate.

Le di un beso en la mejilla y Peter puso su mano en mi hombro. 

—Se ve tan tranquilo, como sino tuviera ni la más mínima idea de lo que está ocurriendo —. Dije mientras no le quitaba la mirada de encima, deseado ver algún gesto. 
—Mejor sino se entera de nada, sería desesperante estar escuchando lo que ocurre a su alrededor y no poder expresarse.
—A lo mejor nos escucha… A lo mejor sabe que estamos acá, con él... ¿Deberíamos decirle que le pasó? —Me giré para mirarlo —A lo mejor no tiene ni idea de que está pasando.

Golpearon la puerta y se asomó un policía.

—Perdón, traigo las pertenencias de Agustín.
—Ya voy yo, quédate contándole que pasó, que seguro que quiere escucharte a vos.

Peter salió a hablar con él y yo me quedé en silencio unos segundos. Pensando en las palabras que tenía que usar para contarle todo.

Narra Peter.

Entre las pertenencias de Agus estaba el anillo de compromiso, enseguida me lo guardé para que Lali no lo viera. Creía que sería mejor que no lo sepa y así cuando él despertara, podría pedírselo como había planeado. Me quedé mirándola desde la puerta. Le hablaba muy animada, se reía mientras le contaba que había dormido en mi casa y me había ganado a la play. Estaba seguro de que si él podía escuchar algo, no querría otro sonido que no fuera aquella risa. Decidí dejarla sola y me senté fuera. Eugenia ya le había contado a los chicos, así que mi celular explotaba con sus mensajes, ya que no querían hablarle a Lali.

—Podés entrar —. Me dijo desde la puerta, tenía los ojos hinchados de tanto llorar —. Seguro que también necesitaba escucharte a vos, voy a buscar un café ¿Te traigo uno? —Asentí y ella se fue.

Entré a la habitación, acerqué la silla hasta la cama y me senté.

—Lali quiere que te hable... No sé que espera que te diga, pero tranquilo que voy a estar con ella en todo momento y cuando te despiertes pienso ser el padrino de esa boda... No sabe nada, te voy a guardar el secreto —. Trague saliva —Te quiero, hermano. No duermas mucho tiempo... Tenés mucho que hacer.

Inefable ||Laliter||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora