Capítulo 23

1.6K 110 40
                                    

Narra Peter.

—No Natalie, pará —La aparté ni bien me besó —. Ya no soy el de antes —. Sonreí.
—¿Tenés novia?
—No pero bueno la tenía, más o menos, y quiero estar solo en este momento.
—Tampoco te estoy pidiendo casamiento Pedro —. Soltó una risita —La pasábamos muy pero que muy bien vos y yo. Debo de ser de las pocas afortunadas que pasó más de una noche con vos así qué no me rechaces —. Empezó a acariciar mi pecho y a bajar despacio.
—El pasado es pasado Natalie —. Le aparté la mano justo cuando la tenía en la hebilla de mi pantalón.
—Bueno, igual no vine por esto, solamente, venía para avisarte que conseguí lo que me pediste. Tengo los compradores para la casa de Agustín, así que ya me comuniqué con María y Roberto para avisarles. En estos días firmamos los papeles.
—Gracias, sabía que ibas a venderla rápido —. La abracé.
—Y lo que me dijiste del apartamento de tu amiga, me encargo yo. Así que le das mi contacto y ya arreglo con ella para ir a verlo y sacar las fotos para la web.
—Hablo con Lali y ya le aviso para que arregle con vos entonces.

A Natalie la conocía desde la secundaria. Siempre el centro de las miradas, popular, sexy y chica mala. De esas que te meten en problemas constantemente y ahora, a pesar de que han pasado los años y somos adultos, sigue siendo igual. Se casó hace unos años y trabaja en la inmobiliaria de su marido, aunque no lo necesita y lo hace cuando le da la gana.

—¿Y tu marido? —Le pregunté para cambiar de tema.
—Ay Pedro, no me preguntes por el señor. Está muy ocupado con su trabajo —. Sonrió.
—No puedo creer que te hayas casado con ese viejo.
—Hago lo que quiero casada con él, así que me hace feliz —. Sonrió.
—Bueno Nati, fue un placer verte pero tengo que hacer muchas cosas así que hablamos en otro momento —. La acompañé hasta la salida del taller —. Y gracias otra vez.
—Un placer, Pedro —. Sonrió, se mordió el labio y me robó un pico.

Me puse a trabajar y al poco tiempo escuché muchos ruidos que venían de las escaleras que iban a mi departamento, así que me acerqué y había una maleta en el suelo. Lali estaba arriba bajando con otras dos.

—Te vas a matar —. Le dije mientras subía y agarré una de sus maletas para bajarla —¿Qué hacés?
—Irme Peter, irme —. Me contestó bastante enojada.
—¿Otra vez estamos mal? —Agarré la maleta que faltaba, la bajé y luego me puse delante para que no pudiera salir.
—Obvio que estamos mal —Me miró enojada —. Esto es un caos, ya hablé con Cande y voy a su casa.
—Ya hablé con mi amiga, la que te dije que tiene una inmobiliaria. Hay algunos interesados en tu departamento así que te pasaré su número para que hables con ella y le dejes la llave. Ya consiguió compradores para la casa de Agus.
—Genial, gracias —. Se quiso apartar pero no la dejé.
—Dijiste que te ibas a quedar acá porque tu departamento ya estaba vacío y habías mandado todo a Cariló ¿Qué pasa que te querés ir?
—Quiero estar lejos de vos —. Contestó molesta e intentó apartarme otra vez.
—No entiendo que te pasa Lali ¿Es por lo del beso? No pasa nada pero no te entiendo, hablamos y me decís que todo está bien pero después te ponés así.
—¡Vos nunca vas a cambiar! —Me apuntó con el dedo —¡Siempre vas a ser un mujeriego que usa a las minas y yo, soy una estúpida que se pensó que habías cambiado pero no, seguís siendo igual y no te quiero cerca mio!
—¿Qué te pasa? ¡Estás loca! —Me aparté —. No hago más que tratarte bien y preocuparme por vos, no sé porqué me tratás mal. Mejor que te vayas porque no te aguanto más, sos una pendeja histérica.
—¡Te odio! —. Me dijo con rabia y se apartó

Subí a casa y ni la ayudé a meter sus maletas en el coche. No la entendía, estaba completamente loca, y yo no iba a ser cómplice de su puta locura. Si quería irse a la mierda, no se lo iba a impedir.

Narra Lali.

La tristeza y la culpa se habían quedado atrás dando paso a los malditos celos. Estaba muerta de celos por verlo con esa mina y no podía controlarme. Llegué a casa de Cande echa una furia, ella me estaba preparando la habitación cuando entré maldiciendo.

Inefable ||Laliter||Where stories live. Discover now