Capítulo 30

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Narra Peter.

Después de tres meses, había llegado el momento de decírle a mi familia que estaba con Lali. Aproveché el asado del domingo para regresar de Cariló, ya que tenía que volver a trabajar en el taller al otro día. Lali quiso venir conmigo, primero, porque nos costaba estar separados después de tres meses y segundo, porque le pareció lo correcto dar la cara delante de mi familia, al fin al cabo, la querían mucho.

—Estoy nerviosa —. Me avisó cuando agarró mi mano en la puerta.
—Tranquila, no pasa nada Lali —. Metí la llave y abrí.

Cuando entramos además de mis viejos y mis hermanos, estaban Roberto y Maria, así que nos saltamos la mano con mucha rapidez, no llegaron a vernos. Nos miramos sorprendidos y mi mamá se acercó a abrazarnos.

—¡Que linda sorpresa Lali! Como ven nosotros también teníamos una —. Sonrió y miró hacia los padres de Agus, que se acercaron para saludarnos.

Nos sentamos fuera, en la gran mesa en la que todo ya estaba servido. Los padres de Agus habían venido al barrio a ver amigos y familia, y mi mamá los había invitado a comer. Se los veía bien, nos contaban que gracias a sus nietos se sentían un poco más vivos aunque el dolor por la pérdida de un hijo no desaparecía nunca, ya había pasado un año de la muerte de Agus y les dolía como el primer día. Lali hablaba animada, hacia más bromas de los normal debido a lo nervios, así que conseguía que me pongo nervioso yo. Las preguntas eran sobre mi viaje y mi trabajo en España, sobre el libro que estaba escribiendo Lali y de repente, llegó el momento que no queríamos.

—¿No tenés novia Peter? —Preguntó Maria y crei que me iba a atragantar con el choripan.
—Tuvo una novia hasta hace poco —. Se metió mi mamá —. Delfina, la chica con la que se fue a España pero viste como es mi hijo, ya era raro que le durará mucho una chica —. Se empezó a reír.
—La verdad es que estoy empezando algo con alguien —. Solté sin pensar y Lali me piso el pie por debajo de la mesa —¡Ay! —. Me quejé y todos se quedaron mirándome extrañados.
—Bueno, no le metamos presión a Peter —. Dijo Lali queriendo zafar de la situación.
—Están un poquito raros chicos —. Añadió mi mamá, no se le escapaba una.
—La verdad es que traje a Lali a casa porque queríamos contarles que estamos juntos —. Conté —. Con ustedes queríamos hablar también porque los queremos como nuestra familia y no queríamos que piensen que los estamos traicionando —. Dije mirando a Maria y Roberto, que se miraron durante unos segundos y se quedaron en silencio.
—Perdón si esto es una traición para ustedes... Yo entiendo que todos me conocieron como la novia de Agustín y es un poco raro que las cosas sean así. De verdad que con Peter intentamos estar alejados pero la realidad es que nos queremos y queremos estar juntos. Ojalá me hubiera enamorado de otra persona... Pero me enamoré de Peter y les juro que estuve muy enamorada de Agustín pero desde antes de que pasará lo del accidente las cosas no estaban bien entre nosotros... Me quedé al lado suyo hasta el final, sin dudarlo ni un segundo porque lo quería y siempre lo voy a querer —. Les dijo Lali entre lágrimas.
—No pasa nada Lali —. Maria tomó un poco de agua —. Nuestro hijo, Robert, nos habia contado hace tiempo que vos, Peter, siempre la quisiste. Agus se lo había contado a él y también lo de la cinta que te dejó. Ya sabemos que Agus lo entendía. Era cuestión de tiempo Lalita mía querida, que también termines amando a Peter —. Estiró su mano para que ella la agarre desde el otro lado de la mesa —. Quiero creer que es algo que unió mi hijo, en un intento por salvar de tanto dolor a dos personas que quiso mucho y que son buena gente. Se merecen ser muy felices y ojalá sea felicidad sea juntos.
—Gracias por no dudar de mí... —Les dijo Lali y se levantó para abrazarlos.
—Nunca dudaríamos de lo que sentiste por nuestro hijo, lo hiciste muy feliz... —. Le dijo Roberto.

Me acerqué para abrazarlos yo también y sentí que ahora sí, estaba todo hecho. Mi familia estaba feliz por mi, querían mucho a Lali así que sería cuestión de acostumbrarse pero no sería un problema.
Estaba anocheciendo, nos pusimos cerca de la pileta mirando el cielo. Yo la abrazaba por detrás mientras ella se agarraba a mis brazos.

Inefable ||Laliter||Where stories live. Discover now