Capítulo 13

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Narra Lali.

Cuando me desperté me daba todo vueltas y parecía que seguía borracha. Me moví un poco pero enseguida me percaté de unos brazos que me estaban rodeando. Giré un poco mi cabeza y ahí estaba Peter, durmiendo sin soltarme. Me quedé mirándolo durante unos segundos y recordando que le había dicho que se quedara conmigo ¿Cómo le había pedido al mejor amigo de mi novio que duerma conmigo?
Me solté de forma brusca y él se despertó asustado.

—¿Estás bien? —Preguntó cuando se incorporó.
—Te quedaste a dormir conmigo… En la misma cama, me abrazaste toda la noche… Yo estaba muy borracha pero vos estabas bien.
—No me soltabas el brazo y me quedé dormido. Perdón —. Agachó la cabeza y se rascó la nuca.
—Que no vuelva a pasar —. Contesté y me levanté para ir al baño.

Me sentía rara, había descansado mejor que nunca y tenía una sensación de tranquilidad que hacía mucho no tenía. Abrí el grifo para que el agua de la ducha se vaya calentando, puse Beyoncé en Spotify y eché una visual rápida al chat de mis amigas.

Euge: No abriste los regalos así que a la tarde, tarde de chicas en casa de Cande.
Cande: Vico me dijo que ellos se van a ver una carrera con los Lanzani.
Lali: OK. Tengo reunión a la hora de la comida pero después voy para ahí.
Mery: Genial, tengo que contarles algo.

Después de ducharme, me puse unas calzas, una camiseta y unas zapatillas que me habían quedado ahí. Cuando salí él ya estaba en la cocina preparando el desayuno.

—Perdón por quedarme a dormir con vos. No lo hice con otras intenciones, estabas mal y yo bueno… me quedé dormido.
—Está bien, no pasa nada. Yo te lo pedí… Estaba muy borracha —. Me senté y me pasó una taza de café.
—Hoy a la noche hay eclipse de Luna, le dije a los chicos que vengan después de la carrera porque acá desde la pista se ve mejor y además tenemos telescopio ¿Vas a venir?
—Si, claro. Acá estaré. Me encantan los eclipses.
Su teléfono empezó a sonar. Miré la pantalla y era Delfina.

—Voy a la habitación a hablar con ella.
—Yo ya me voy, que tengo que pasar por mi casa a prepararme para después ir al trabajo.
—Nos vemos a la noche, entonces.
—Hasta la noche.

Se metió en la habitación, así qué acabé mi café mientras lo escuchaba reír, comí una medialuna y me fui para casa.
Llegué a la oficina un poco antes, así que fui hasta mi mesa y encendí la computadora para seguir editando la novela.

—¡Hola enana! —Se acercó Daniela y me dio un abrazo —¿Cómo va tu novela? Yo estoy con un libro de vampiros, no puedo creer que se hayan vuelto a poner de moda —. Puso los ojos en blanco y suspiró —¡Los odio! —Exclamó y se cruzó de brazos —¡Y eso que en su momento amaba Crepúsculo!
—La mía está muy buena, te mando el libro cuando esté listo.
—¡Genial! —Se apoyó en mi mesa —¿Y tus historias?
—No escribo hace tiempo…
—Deberías, es una buena terapia.
—No sé, lo de Agustín me quita las ganas de todo.
—Puede salir una novela muy buena de tu experiencia —. Sugirió —. Deberías usar la situación y crear unos personajes que lleguen al alma de la gente.
—No hay nada mejor que escribir sobre lo que uno conoce… —Susurré —. Me diste una gran idea así que te daré los créditos —. Reímos.
—Quiero ser la primera en leerlo si la escribís.
—¡Obvio, Daky! —Levanté la mano y chocamos los cinco.
—Por cierto ¿Qué onda Lanzani?
—¿Peter? —Levanté una ceja.
—Si, estuve con él hace unas noches coincidimos en el bar y todo bien pero después no me contestó más.
—Está enganchado con una mina hace un tiempo.
—Bueno, es raro igual. Muy enganchado no está que bien que se acostó conmigo —. Sonrió.
—Creía que estaba cambiando… —Contesté casi en un susurro.
—¡Estos tipos no cambian más, nena!

Inefable ||Laliter||Where stories live. Discover now