Capítulo 33

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Narra Peter.

Lali empezó a susurrar "Agustín te quiere Peter" lo repitió varias veces mientras se movía y después abrió los ojos.
Senti que el alma me había vuelto al cuerpo, estaba aliviado y lloré, pero esta vez de felicidad.

—Mi amor... —Me habló y sonrió —¿Qué pasó?
—Tuviste un accidente pero ya estás acá, conmigo —. Le di un beso.
—No llores —. Me pidió —. Estoy bien...
—Te amo.
—Te amo Peter.

A los dos días salió del hospital. Estaba bien, tan solo llevaba un collarín pero por suerte, para lo que había sido el golpe, estaba perfecta.

—Tengo que contarte algo —. Le dije después de llevarle el desayuno a la cama —. Con todo lo que pasó no pude decírtelo pero es importante que hablemos de una cosa que pasó en Ibiza.
—Está bien.
—Natalie apareció con unas amigas por ahí, se quedaron con nosotros una tarde en un barco que habíamos alquilado. Me vino a hablar de que se iba a divorciar y que se yo qué cosas... Me dio un beso pero enseguida la alejé y se acabó toda relación con ella. No pasó nada más en serio.

Lali me miró a lo ojos, acarició mi mejilla y se acercó para besarme.

—Gracias por haberme ayudado a volver a confiar —. Sonrió —. La verdad es que tu amiguita Natalie me mandó esas fotos a mi email. Al principio te quería mandar a la mierda pero después me relajé y pensé que tendrías una buena explicación. Confío en vos Peter.
—Te amo —. Esta vez la besé yo.

Me contó que había estado el marido de Natalie en casa y que se iba separar de ella sin dejarle un duro por esas fotos. Me parecía mal porque no había pasado nada en ese momento pero la verdad es que si había pasado en otros momentos con otros chicos y tendría lo que se merecía.

—Vi a Agustín —. Me dijo cuando me despertó —. Me acordé, lo vi. Hablé con él —. Empezó a llorar —. No sé si fue un sueño o producto del golpe pero lo vi...

La abracé con fuerza mientras recordaba todas las palabras que él le había dicho. A veces la mente puede crear cosas imposibles pero elegía creer porque creer que él la salvó, era sentir que no había muerto del todo y me había escuchado. Estaría ahí, siempre, a nuestro lado. Mi hermano de la vida.

Narra Lali.

Peter se había quedado más tiempo conmigo, así que estaba muy feliz. Hacía frío y llovía, además estaba con bastantes dolores, así que lo único que hacíamos era mirar películas y series. Me mimaba todo el tiempo y estaba muy pendiente de mi. Era muy feliz con él y amaba sentirme segura a su lado.

—¿Te acordás de cuando hablamos de los hijos? —Me preguntó después de hacer el amor, mientras acariciaba mi pelo.
—Claro, ninguno quiere tenerlos.
—¿Cambiarías de opinión? —Preguntó y levanté la cabeza para mirarlo.
—No sé, no me lo planteo ¿Querés hijos?
—Empecé a querer muchas cosas que no quería... —Sonrío nervioso.
—¿Por el accidente?
—Me asusté mucho...
—¡Mi amoooor! —Le agarré los cachetes y le di muchos besos —. Estoy bien, no me va a pasar nada. No tenés que empezar a querer cosas solo porque creiste que me podías perder.
—Solo digo que si llegara a pasar, no me importaría.
—Bueno, si llega a pasar —lo volví a besar —a mi tampoco me importaría.

Peter me miraba de una forma única, distinta... me hacía temblar y sentirme amada. Si, con solo mirarme.

♡♡♡

Narra Peter.

Tenía que volver a la vida real. Después de un mes de mimos y puro amor, me iba de vuelta a casa aunque con nuevas ideas sobre lo que que sería mi futuro cercano. Lo primero que hice fue hablar con mi viejo, contarle que había encontrado un taller en Cariló y que quería dejar las carrareas para abrir uno normal allí. Quería estar cerca de Lali y ella estaba segura de que se quería quedar ahí así que yo me iba a ir sin dudarlo porque la distancia me estaba matando.
Tenía todo hablado, me iría a instalar en mi casa de Cariló en un mes y el taller estaría listo en dos meses. Lo bueno de ser Lanzani es que sabia que no necesitaría mucha publicidad para tener clientes pero si tenía que buscar algún empleado.
Encendi la tele para ver que contaban sobre la Fórmula 1 y Delfina salía en pantalla como una posible corredora de cara al siguiente año. Sería la primer mujer después de muchos años y estaba deseado que cumpliera su sueño.
Le mandé un mensaje para decirle que la había visto en la tele y después me iba a meter al baño para darme una ducha pero empezó a sonar el timbre de casa, con insistencia, así que fui a abrir.

—Voy a ser papá —. Me contó Vico con lágrimas en los ojos y lo abracé con fuerza.
—¡Felicidades!
—Estamos tan felices con la flaquita, te juro que es un sueño. Después de tanto intentarlo... ¡Vamos a tener un hijo!
—Me pone tan feliz por ustedes. En serio, se lo merecen.
—Quiero que seas el padrino. Cande le va a pedir a Lali que sea la madrina —. Me contó —. Ya sé que no son mucho de chicos ustedes pero me encantaria que aceptes.
—Claro que acepto, me encanta la idea de ser padrino y seguro que Lali va a estar encantada de ser madrina.

Vico y Cande habían sufrido mucho, muchas veces escucharon "no estás embarazada" y se les había roto el corazón. Así que la confirmación era un momento pleno de felicidad para ellos y para todos.
Después de celebrar, tomando unas cervezas y llamando al Chino, Vico se fue a casa y al poco tiempo, volvió a sonar el timbre.

—¡Me quiero duchar! —Exclamé cuando abrí la puerta y Eugenia se lanzó a mis brazos.
—Conseguí hablar con Ori —. Me contó y fue directa a mi nevera a sacar helado.
—Tenés suerte de que mi mamá me hizo la compra —. Rei —¿Qué te dijo Ori?
—Que tenía miedo, que empezó a dudar de lo que sentía por mí y se asustó... Después le llenaron la cabeza en la casa con que era una etapa y que a ella le gustaban los hombres. Se dejó llevar y se fue por contentar a su familia...
—¿Y ahora qué pasa?
—Me dijo que tiene claro que me quiere y que quiere volver conmigo.
—¿Y...?
—¡Me vine acá porque me estoy haciendo la dura! —Exclamó y se metió en la boca una cucharada llena de helado de chocolate.
—¡¿No le dijiste nada?!
—No. Me fui sin más y la dejé ahí.
—Deberías ir a buscarla ¡Te morís por estar con ella!
—Obvio que me muero por estar con ella pero pasaron meses... Lo pasé muy mal ¡Que sufra un poco!

Me fui al baño mientras Euge buscaba una película, aproveché para mandarle un mensaje a Oriana, avisándole de que Euge estaba en mi casa. Salí de la ducha y me vestí justo cuando Ori tocó el timbre. Le abrí la puerta, la dejé entrar y Eugenia corrió para partirle la boca de un beso. Después de eso, me fui y cerré la puerta.

—¡Hola amor! —Lali me atendió muy efusiva —¿Qué hacés fuera? —Estaba en la pista.
—Mi casa está ocupada, hay una reconciliación lesbica en mi sofá —. Reí.
—¡Al fin! —Sonrió de oreja a oreja —¡Qué lindo que se arreglen!
—Por cierto, Vico me vino a contar que van a ser papás.
—¡Ay, la voy a matar a Candela! —Se cruzó de brazos —¡No me llamó para contarme!
—Seguro que te lo quire decir en persona así que... ¡Yo no te dije nada!
—Está bien, me haré la boluda.
—Todo va mejor... Al fin.
—Por suerte si. En algún momento todo tenía que empezar a encajar. Ya sufrimos mucho.

Me quedé una hora fuera de casa haciendo videollamada con ella. Me enseñó que había acabado otro mueble, después me mostró las posibles portadas de su libro y me habló de un documental que había visto. Entré en casa después de golpear la puerta un par de veces y de que autorizaran entrar.

—¡Volvimos! —Me dijo Euge con una sonrisa.
—Me alegro —. Reí —¿Puedo recuperar mi casa?
—Si, ya nos vamos —. Sonrió Ori —Gracias Peter.
—Un placer.
—Gracias por tu sofá hermanito, muy cómodo —. Bromeó Euge y me dio un beso —¡Pero ya te dejamos solo!

Se fueron me tiré en cama. Antes de dejar el celular le iba a mandar un mensaje a Lali de buenas noches pero se me había adelantado.

Lali: Gracias por hacerme tan feliz... Gracias por dejarme ser, sin presiones, sin obligarme a nada... Por ayudarme a sanar heridas y por comprender mis tiempos, mis miedos... Sé que no hay nada eterno y que nos prometimos estar juntos hasta que dejemos de querernos... Pero ojalá no dejemos de querernos en todo lo que nos queda de vida. Buenas noches mi amor. Te amo.

Inefable ||Laliter||Where stories live. Discover now