Capítulo 17

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Narra Peter.

Fin de año es la noche que nos une en Cariló desde que las chicas llegaron a nuestras vidas.
Estábamos en mi casa, haciendo videollamada con el Chino, allá ya habían dado las campanadas, mientras nosotros todavía estábamos preparando el fuego para el asado.

—No saben lo que es esta mina, me tiene loco —. Nos dijo mientras se tomaba una copa de vino —. Se llama Úrsula.
—¡Como la mala de la sirenita! —Exclamé.
—Ella misma hace chistes con eso —. Contó entre risas.

Lali llegó un poco más tarde, estaba hablando con sus hermanos y sus sobrinos, así que cuando entró ya estamos todos en la mesa. Llevaba un vestido negro que le quedaba espectacular, estaba tan linda, tan sexy… Que me moría de ganas de arrancarle la ropa.

—Se te cae la baba, Lanzani —Susurró Euge.
—Cállate, boluda —. Le di un codazo.

Se acercó para saludarme, me dio un beso en la mejilla sin decirme nada y después se fue a sentar lo más lejos de mi posible. Cenamos, bebimos, charlamos, reímos…  Hacia bastante calor, así que al final toda la ropa acabó por ahí tirada y nos quedamos en bañador. Los fuegos artificiales nos avisaban de que ya era primero de enero, así que brindamos y nos abrazamos entre todos.

—Feliz año nuevo —. La abracé fuerte y no le di opción a ignorarme.
—De feliz no tiene nada —. Contestó molesta.
—¿Vas a ir a despedirme al aeropuerto? —Me alejé para mirarla y me rasqué la cabeza nervioso, sabía su respuesta —. Van a ir todos.
—Yo no Peter, no quiero ver como te vas para no volver. No quiero ver como me abandonas en el peor momento de mi vida.
—También es el peor momento para mi. Sos muy injusta conmigo ¿Qué te hice?
—Ya sabes que es lo que pasa, te vas… Seguís tu vida sin pensar en Agustín.
—Estás siendo cruel conmigo. La verdad es que creo que no lo merezco, estuve al lado tuyo desde el primer momento, nos apoyamos… nos hicimos amigos y compartimos muchas cosas juntos en estos tres meses. Estas siendo una pendeja y me harté de que estés así conmigo.

Me fui sin dejarla contestar, estaba muy enojado. Agarré el paquete de cigarrillos y empecé a fumar, no terminaba uno que ya estaba encendiendo otro.

—Que raro es estar acá sin Agus —. Me dijo Vico cuando se acercó y me pasó otra copa.
—Por Agustín —. Dije y brindamos.

Narra Lali.

Delfina llegó sobre la una y media de la mañana, estaba con su familia también en Cariló, así que pasaba a saludar. Cuando entró me quedé, inmóvil, mirando como Peter corría hacia ella para darle un abrazo y besarla. Empecé a sentir un dolor muy fuerte en el estómago y tuve que apartar la mirada.

—¿Estás bien? —Me preguntó Vico mientras me pasaba otra copa de champán —. Te pusiste pálida.
—Creo que ya tomé mucho —Contesté y no agarré la copa.

Me fui al baño de arriba porque el de abajo estaba ocupado, y me quedé encerrada ahí un buen cacho, llorando. Cuando bajé, Peter y Delfi salían riéndose del baño de abajo.

—Ey Lali —. Me sonrió ella —Feliz año.
—Feliz año —. Le contesté seca y salí fuera.

Eugenia y Cande discutían sobre los posibles nombres para la hija de Mery, mientras ella les aclaraba que no tenían ni voz ni voto en esa decisión.

—A mi me gusta Allegra —Añadí cuando me senté —. Así que no le pongas así porque es el nombre para mi futura hija —. Reí.
—No te vas a quedar embarazada de un consolador —Bromeó Eugenia y me reí.
—Sos muy tarada —. Le saqué la lengua.
—¿Probaste algún juguete? —Preguntó Cande.
—Alguno —. Contesté con sinceridad y nos reímos —. El que recomendó Euge y si, yo también tardo dos minutos —. Confesé.
—Lali —. Me llamó Delfina —¿Podemos hablar?

Inefable ||Laliter||Where stories live. Discover now