One for All

2

All Might está aquí y con un Detroit smash vuela al Lodazal en pedazos. Seguro que no me ve, pero yo sí lo veo a él y reconozco que está débil. ¿Será qué…? Como nos conocimos en el mismo incidente, yo sé perfectamente el estado en el que quedó All Might después de la batalla y de hecho fue un año después cuando nos hablamos por primera vez, de modo que sólo unas cuantas veces durante ése año estábamos en contacto hasta que dejamos de hablarnos sin ninguna razón.

Con la aparición del #1 salgo corriendo antes de que la prensa me pille y para cuando llego a casa ya me he quitado el atuendo (un disfraz de una musculatura, que también me sirve para ocultarme el pecho). Dentro dejo todo en la entrada, cerrando con llave y mientras hago unas llamadas por el altavoz termino de empacar mis cosas; con mi entrada a U.A. he decidido mudarme para quedar más accesible al colegio.

Sólo espero quedar dentro.

— Usted tiene un nuevo mensaje –anuncia el sistema de mi celular en audio, donde le indico leer y lo hace con voz de Loquendo– Tora, hace tiempo no hablamos y hay algo importante que quería decirte. Soy yo, Toshinori ¿podemos vernos?

Escucharlo hace que me detenga, ¿Toshinori…?

Y al detenerme, caigo en cuenta de que me he alterado un poco; conozco a un par de personas más que son hijos fraccionados como yo (hijos de matrimonios forzados por lo de los koseis), pero en mi caso mi físico no indica que poseo más de una Particularidad como con otros chicos cuya apariencia parece dividida o fusionada. Sin embargo, cuando los elementos empiezan a circular por mi sangre es cuando mi físico cambia. Mi elemento básico es el control de la tierra y mi cabello y ojos son castaños oscuros, como el tronco de un árbol; cuando utilizo el magnetismo en el cuello me aparecen líneas grises, como de un tatuaje; con el relámpago (el cual casi nunca uso por una historia que me traumó, llamémosle…) en el brazo izquierdo surge una fea cicatriz de una vez que mi padre me atacó con su Particularidad; cuando utilizo la lava ardiente (esta Particularidad apareció, según el especialista, como consecuencia de mi caída en los químicos: se supone que el uso de lava entra como rama de la geoquinesis) aparecen unos surcos como de flujo de lava por mi mano que lo esté utilizando; para la teleportación surge en la palma de mi mano una mancha oscura de bordes azul celeste y turquesa; para la tormenta de invierno (un kosei de costo alto y un poco difícil de dominar) me aparece una mecha de cabello azul; para el viento mis ojos se vuelven casi blancos con los contornos gris-azul; para el kosei que simula curación me aparece una pequeña figura en las muñecas…

Para el robo de Particularidades mis ojos se tornan verdes.

Y cuando un instinto influye en mí hasta llegar a mi kosei, se tornan azules, como ahora.

No es como que entienda mucho las razones, pero bueno… una vez termino de empacar llamo a Toshinori.

— Oye viejo ¿tan fácil te olvidas de tus amigos?

— No estoy viejo, Sirstar.

— Tch, ¿Cómo te enteraste?

— Cuando pregunté quien era Sirstar, casualmente era un héroe magneto-tierra de baja estatura.

— ¿Querías verme?

— Sí.

— Bien, te espero en mi casa. Te va a encantar lo que hago con el dinero de la agencia.

— ¿Tu casa?

— Sí, te envío la dirección. Puedes llegar a la hora que quieras.

Como el silencio llega a mi móvil cuelgo y envío la dirección al mismo número que llamé, bajando a cerrar todo para una larga temporada y con mi teleportación me voy a mi nueva casa. Sé que no debería usar teleportación, pero no puedo permitir que sepan que ya no estoy aquí.