5. NADA ES LO QUE PARECE

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Antes de seguir con su plan, Jonathan le puso firma a su macabra obra y luego preparó todo para irse a trabajar.

Del otro lado de la ciudad Elizabeth y Richard seguían analizando el último cadáver que encontraron sin ninguna prueba más que la marca del ojo en su muñeca.

—no puedo creer que aún no hemos encontrado a ese desquiciado —dijo Richard molesto.

—calma Richard, hay que estar tranquilos, este es probablemente el caso más grave que hemos llevado hasta ahora, no hay tiempo para berrinches —dijo con firmeza.

—lo siento Elizabeth, pero no puedo creer lo perturbado que está ese sujeto, mira lo que le hizo a esta chica —dijo señalando el cadáver —hay más gente en peligro y aún no tenemos nada concreto —dijo frustrado.

—estos no son simples asesinatos, debe haber algo más oculto —dijo Elizabeth pensativa.

— ¿por qué lo dices? —dijo Richard.

—todas las víctimas son rubias, de ojos azules y muy atractivas...

—Igual que tú —interrumpe Richard.

—jajá, que gracioso — dijo con sarcasmo —como sea.

A todas les saca el corazón y les deja la marca de un ojo, todo esto es parte de un patrón que espero comprobar si aparece otra víctima —dijo Elizabeth.

— ¿y si tal vez no es así?

— ¿A qué te refieres?

—me refiero a que si las muertes en realidad no están conectadas.

—Podría ser, aunque no descarto algo más —dijo Elizabeth.

— ¿Cómo qué? —dijo Richard.

—Nada olvídalo, vamos, al parecer tenemos un reporte de una chica desaparecida, — dijo mientras revisaba su celular —seguro tiene que ver con el asesino al que estamos buscando.

—no perdamos tiempo, en marcha.

Luego ambos fueron a la comisaría de la ciudad para hablar con el novio de la chica que estaba desaparecida.

Al llegar al lugar, se dirigieron al escritorio del comisario donde estaba el joven y de inmediato comenzaron a interrogarlo.

El joven tenía un brillante cabello castaño claro y unos asombrosos ojos azules y al parecer se veían muy preocupado o al menos eso parecía.

—buenas tardes, soy la agente Elizabeth, ¿cuál es su nombre?

—Soy Joe, necesito ayuda, mi novia... —dijo asustado.

—ya sabemos está desaparecida —interrumpe Richard —así que ahórrate eso y mejor dinos ¿cuándo fue la última vez que la viste?

—fue el viernes por la noche, ella quería salir con sus amigas a una fiesta pero no podía dejar que sucediera, discutimos un poco y luego se fue y no la he vuelto a ver desde entonces.

— ¿y porque discutían?

—yo no quería que fuera a la fiesta, ya sabe, con los rumores de un asesino en la zona no podía dejar que arriesgase su vida.

—vaya, con que sabe del asesino, ¿y cómo se enteró de ello si ni siquiera ha salido en los medios? —dijo Elizabeth.

—bueno yo —dijo titubeante. —yo vi como un tipo arrojó un cadáver al basurero hace algunos días y eso me preocupó.

El asesino de ojos azulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora