022: Yo también tengo demonios con los qué acabar.

7.6K 632 70
                                    

022: Yo también tengo demonios con los qué acabar.

Dedicado a:
CometeLaMayo

LIAM.

Estrellé mi puño contra la mandíbula de calé, tanto que se tambaleó contra su hombre que intentó abalanzarse contra mí pero él lo detuvo. Apreté los puños sin importarme que me dolieran y lo miré con rabia.

— ¿Qué demonios crees que hiciste? —Espeté por lo bajo asegurándome que mi voz no se escuchara en toda la casa.

Calé se pasa la mano por la cara y sorba su nariz que pronto comenzaba a sangrar, sí estuviera en su lugar ya el que me ha tocado la cara lo hubiese molido a golpes. Pero él no hacía nada.

—No tenía otra puta alternativa, no me quedaba de otra que traerla. La conoces, es terca. —Señala hacia la habitación, aún intento descifrar que ha pasado hace veinte minutos. Cassandra... Cassandra estaba aquí, conmigo... No parecía en lo absoluto algo real pero definitivamente era algo que completaba lo que necesitaba.

—Sabes que no me refiero a eso, la trajiste como un rehén. ¿Qué coño te pasa, hombre? —Lo empujo por el pecho de nuevo y esta vez deja que su hombre se interponga, así que le alzo la barbilla a este desafiándole.

—No me voy arriesgar a que abra la boca si Smith la llega agarrar, así que no me culpes por hacer mi trabajo de mierda. Agradece que te la trajera, iba a irse a Seattle.

Arrugo la cara, ¿Iba a irse a Seattle? ¿Por qué? No, bueno, la verdadera pregunta era, ¿Qué hacía en chicago?

—Me importa una mierda, mira nada más lo que le ha pasado...

—Sí. La falta de comida en su digestión y la impresión de verte no es una buena combinación. Relájate ¿Vale? La tienes aquí, encárgate de que se encuentre bien. Yo tengo que ver como intentar que no me hayan seguido vaya hacerles daño a ustedes, pondré vigilancia pero los sacaré de aquí en cuanto antes.

Asiento sin pensarlo, me preocupaba que su alocada idea de haber venido hasta acá nos ponga en riesgo. Más a ella. Debió quedarse con Lucas aunque eso no me agradara para nada, yo tenía un montón de ganas de verla pero no puede quedarse aquí después de todo lo que la he hecho pasar. No quiero que sufra más por mi culpa, la necesito fuera y lejos de esto.

Planeaba quedarme un tiempo encerrado y luego emprenderme a buscarla, y sé que mientras dejas pasar el tiempo más doloroso será cuando la veas. Pero no me quedaba de otra, no merece estar al lado de alguien como yo luego de toda la mierda que ha pasado.

—Tengo que irme hacer un par de cosas, estarán bajo vigilancia así que no hagan una locura. —Me advierte, y sé que se refiere a que saque a Cassandra de aquí por mi cuenta. —Vendré en la noche, pórtense bien.

Pongo los ojos en blanco y dejo que se vayan para irme a la habitación donde estaba cass, su cuerpo estaba tendido en la cama que he estado durmiendo últimamente. Se veía serena acostada y aunque estuviera dormida, se notaba lo deprimida que ha estado.

Me siento en el suelo apoyando la espalda en el extremo de la cama cerca de ella, recojo su mano y la pongo encima de mi mejilla cerrando los ojos suavemente. Dios, solo tú sabes cuánto extrañé tenerla cerca. Me mata saber que nunca estuvo presa como yo, estuve encerrado cuatro meses con esos hijos de putas creyendo que tenían a cass también. Y aunque me alivia, eso restó tiempo a que haya intentado arreglar las cosas con ella.

Sé que debe tener una mala imagen de mí luego de lo último que vivimos juntos, no fue para nada bonito. La dejé sola, y hui por un momento a procesar todo lo que estaba pasando cuando su madre me informó lo que le había pasado. Y cuánto lamento no haber estado ahí.

Lost ManDonde viven las historias. Descúbrelo ahora