Capítulo 68

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Caminas como por unos dos minutos y sientes que te suben a algún tipo de automotor. Escuchas las voces de dos hombres que seguramente van en los asientos de adelante, y la respiración de una tercer persona la cual no logras discernir si es un varón o una mujer.

Transitas por unos treinta minutos caminos de todo tipo: sientes como viajaste por una calle de tierra, como estuviste esperando el verde de un semáforo y como recorriste las calles de algún suburbio. No tienes la más pálida idea de donde puedes llegar a estar. 

El automotor se frena de una vez por todas y te tiran fuera de ella. Tan pronto chocas contra el suelo, sientes que tienes tus manos atadas. No entiendes como no te diste cuenta antes.

Logras sacarte el antifaz y ves que estás en medio de la playa, al lado de vaya a saber que mar. 

Estás desolado/a. 

Solo/a.

Es cierto, ahora eres rico/a, pero eso es lo que menos te importa.

Te prometes que hundirás a la Comunidad Urano.

Acabarás con ellos.

Nadie podrá detenerte.

Y no esperarás ni un segundo para lograrlo.


Continuará.

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