capitulo #29 "Hola Clary."

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-¿estás seguro que Peter no las tiene?- hablé tan bajo como pude.

-ya he revisado toda la habitación.- dijo como por tercera vez.

-pues por aquí tampoco se ven.- dije y el comenzó a reír.

-¿tampoco se ven? ¡necesito que las busques!- dijo aún riendose.

-está bien.- me resigné.

-te llamaré en 20 minutos más.-avisó.

-¿qué tienes con los veinte minutos?- pregunté.

-no son tan desesperados como los diez y tampoco son tantos como los treinta.- explicó.

-¿eso te lo ha dado tu experiencia con las chicas?- reí burlona.

-exactamente Dunne, ahora busca esas llaves.- pidió.

-hablamos en veinte.- corté la comunicación.

Buscar, buscar... buscar. Abrí cautelosa la puerta de la habitación de Allison, encendí la luz y comencé mi búsqueda.
Armario, tocador, mesita de noche, cajas de recuerdo, almohadas, debajo de la cama, cajas musicales, colgadores y nada.

Mi experiencia como amiga de All me dice que las llaves están en un lugar obvio y accesible, el problema es... ¿cuál es ese lugar?

"toc-toc" se escuchó en la puerta de la entrada. Miré por ultima vez todos los rincones de la habitación asegurándome de no haber pasado por alto las benditas llaves.

Salí rápidamente de allí al sentir los insistentes llamados a la puerta.

-¡Ya voy!- grité molesta.

Abrí la puerta sin nada de delicadeza, para encontrarme con una Allison con su mejor cara de "disculpa".

-He dejado las llaves en casa.- dijo entrando.

-Ya, ¿pero tenías que tocar tanto?- resoplé.

-creí que estabas durmiendo.- se defendió.

-lo que digas.- dije y me miró fijamente.-¿qué?

-¿no vas a salir de la puerta?

-¿ para qué quieres que salga?- pregunté sospechosa.

-oh, es que quiero ver si dejé las llaves aquí.

Cerré torpemente la puerta y busqué el llavero de "lentes rosas"

-aquí están.- dije y las hice tintinar.

-gracias al cielo, en algún momento creí que las había perdido.- sonrió aliviada.

-¿de qué son estas?- pregunté cuando vi otro juego.

-de la otra casa.- dijo obvia.

Entonces sentí la necesidad de golpearme la cara contra la puerta. Lugar obvio y accesible, ¡¿cómo no busqué en la puerta?!

-¿te pasa algo?- dijo buscando comida.

-¿a mí?

-no, al vecino.- dijo burlona.

-oh, no creo que bien, creo que su mujer lo ha dejado.- dramaticé.

-¡oh por dios! ¿en serio?

-no.- reí.

-que mala eres.- dijo lanzándome una papa.

-y tú que chismosa.- me burlé.

Sentí el bolsillo del trasero vibrar,"Josh:-)"

The practiceWhere stories live. Discover now