capitulo #39 "cena sorpresa."

8.4K 408 18
                                    

~dos semanas~

-¿qué tal si el departamento resulta ser un fraude?- dramatizó.

-Pertenece a una inmobiliaria bastante conocida... ya, no me espantes.- fingí un ataque de nervios.

Durante toda la mañana había estado inventando cientos de situaciones en las que algo saldría mal con respecto al viaje.

-Solo te preparo para muchos posibles escenarios.- me acercó en sus brazos y besó mi coronilla.

-¿qué es lo peor que puede pasar?

-que te enamores de un londinense súper guapo, decidas que yo apesto al lado de el, entonces me deseches y te quedes con el británico ese.- apenas le entendí de lo rápido que dijo todo.

-Con que eso es lo que no te deja dormir por las noches, ¿eh?- alcé una ceja divertida.

-Digamos que lo he pensado un par de veces.

-Vamos Ian, no puedes tenerme tan poca fe.- dije.

-no es eso.

-¿un londinense? yo diría que unos cuantos, ¿es que acaso no los has visto?- le molesté.

De pronto su semblante cambió, no se veía venir mi respuesta.

Le sonreí del modo más travieso que encontré, pero el no lo respondió.

Quizás debí haber formulado la mejor respuesta para que el se sintiera reconfortado y tranquilo, pero me hacia mucha más ilusión molestarle.

-Estoy bromeando.- golpee su hombro.

-más te vale.- soltó posterior a un suspiro.

-¿te había dicho que eres idiota?- me recosté en su regazo y busqué sus ojos.

-Un par de veces, ¿por qué?- actuó natural.

-Es con cariño, ¿lo sabes?

-Claro que lo sé.- me molestó.

-¿Yo te había dicho que soy guapo?- se peinó con los dedos el cabello.

-sí, cada vez que puedes.- negué con la cabeza.

-¿te había dicho que eres guapa?- sonrió coqueto ahora.

-No, definitivamente no me lo recuerdo.- le molesté.

-Eres hermosa, guapa, bonita, todas esas cosas preciosas que existen.- habló muy cerca de mi oído.

Sentí unas ganas enormes de comérmelo a besos, sin más, lo atraje hacia mi, Ian correspondió rápidamente, en un par de segundos el beso se había profundizado, tornandose feroz, pasional, pero sin quitarle la gota de delicadeza que aún existía.

Me permití enrollar mis piernas al rededor de su cintura, mientras Ian acariciaba una de ellas con una lentitud deliciosa, pero exasperante, iba a enfrentarme a el primer botón de su camisa, cuando se detuvo en seco.

-La cena, tenemos la cena Sam.- su respiración era agitada.

-Podemos cenar en casa.- insistí.

-No, es la ultima cena, antes de que te vayas a Londres.- hizo un mohín y yo, a duras penas, cedí.

Se fue de la habitación, volviendo a ella con un abrigo para el y otro para mí.

Me sonrió apenado y besó cortamente mis labios.

-Te amo.- dijo.

-Eso dices tú.

-vamos, claro que te amo.- dijo mientras me ayudaba a poner la prenda

Lo seguí hasta el automóvil y dejé que abriera y cerrara la puerta para mí.

Pensar que era el ultimo día, hacía todo más triste, para mí al menos, Ian lucía radiante y me estaba costando diferenciar si lo hacía por mí o porque realmente lo estaba.

La cena resultó ser en la casa de Peter y Allison, al llegar allí mis ganas de llorar hicieron presencia.

¿por qué hacían esto?

-Santa.- Pet me envolvió en sus brazos en cuanto entré.

-¿que hay?- lo abracé con fuerza.

-nada tan nuevo, por cierto, ¿sigue en pie la oferta de tapones de oídos?

Vi a Allison más allá ponerse roja. ¿eso era furia o vergüenza?

-Yo tengo un par.- dijo entrando por fin Ian.

-¿qué insinúas?- me hice la ofendida.

-Yo no insinúo nada linda.- golpeó la espalda de Peter intermitentemente y fue hacia la sala.

Mi querido amigo me había soltado al fin y pude darme cuenta que Josh estaba también aquí, Jane, Clary y hasta Margot, con sus respectivas parejas.

-A sentarse todos.- mandó Allison y me miró extraño.

Debía hablar con ella, desde aquella pelea en el centro comercial, no habíamos hablado más de lo esencial.

-Fue All, la de la idea.- susurró Ian para que sólo yo lo escuchara.

Quizás había empezado a leer mentes, o simplemente sabía lo que mi cuerpo expresaba.

-¿cómo está?- quiso saber ella.

Peter fue el primero en contestar, habían comenzado sus juegos de cena que siempre hacían, seguían siendo igual que antes del matrimonio.

-Extrañaba tú comida.- le sonreí tímida.

¿desde cuando me avergonzaba por decirle algo a Allison?

La cena transcurrió normal, sin penas, sin mencionar siquiera que yo me iba.

Tal como dictaba la tradición, los chicos ordenaban para ver películas y las chicas recogíamos la mesa. Margot para ese entonces ya se había marchado junto a su novio, Clary y Jane yacían acurrucadas en el sofá más grande junto a sus chicos. Lancé a Ian una mirada para que entretuviera a Peter y así tener algo de privacidad con Allison.

-¿te ayudo con algo?- me ofrecí cuando entré a la cocina.

-Gracias Sam, pero estoy terminando.- ladeó una sonrisa.

-Allison, no puedo irme, no así.- me armé de valor a decir.

-¿de qué hablas?- dejó a sus espaldas el lavado.

-No puedo irme sabiendo que estás así, enfadada conmigo.

-Sam, yo...

-Allison cuando dije lo que dije, no era por ti, eres la excepción ¿entiendes?- no la dejé responder.- nuestra amistad va más allá, por supuesto que sobrevivirá a un tiempo distanciadas.

-Samanta, no estoy enfadada contigo.

-¿no?- sentí mis ojos aguados.

-Me sobresalté mucho, soy insegura, lo sabes, perdoname tu a mí, por actuar de esa manera, fui inmadura.

-¿cuándo has sido madura?- quise saber yo, al tiempo que sentía un paño de cocina en mi cara.

-Te quiero Sam.

-Yo te quiero All.- la abracé y sentí ganas de llorar.

Realmente no sabía si sentirme bien o mal.

xxxxxx

Hola, espero que estén bien. Me demoré más porque esperaba ver qué ocurría con votos y comentarios, ya nada es como antes)': En fin, sin importar sus votos subiré pronto, pero si ya no tengo los mismos resultados acortaré la novela.

Por otro lado, la que tenga tiempo, ¿podría pasar por mi nuevo proyecto "mala suerte"? comenten si les gusta o si les desagrada, no sé, quisiera saber sus opiniones, eso, muchas gracias de antemano.

The practiceWhere stories live. Discover now