The practice

capitulo #40 "conpañero de avión."

-¿qué estás haciendo?- me sobresalté al oír su voz.

-buenos días.- le sonreí.

-buenos días princesa.- me acarició la mejilla.

-¿como va todo?

-bien, dentro de lo que de puede.- se permitió soltar una risita.

-bueno.- me removí incomoda.

-¿por qué no me despertaste?- dijo sentándose sobre la cama.

-Quería ahorrarte la molestia de ir hasta el aeropuerto.

-La despedida es inevitable Sam.- me besó justo en la cien y entró al baño.

Si Ian estaba afectado por mi viaje, estaba haciendo un buen trabajo por demostrarme lo contrario.

<<En quince minutos más estaré allí.>> vibró el móvil con el mensaje de Allison.

<<te dije que no quería despedidas>> teclee a toda velocidad.

<<No es opcional>> respondió enseguida.

-¿qué pasó?- preguntó Ian entrando en la habitación.

Su cabello lucía ligeramente mojado y la camiseta se le apegaba al cuerpo.

-¿por qué?- me hice la desentendida.

-Estás molesta.

-Allison vendrá para despedirme.

-¿en serio?- su sorpresa fue casi patéticamente creíble.

-¿sabías algo de eso?- indagué.

-¿por qué iba a saberlo yo?- evitó mirarme.

-no lo sé.

-Ya te lo dije, la despedida es inevitable.- soltó con cierto nerviosismo.

Vale, quizás no fuera muy bueno mintiendo.

-bonita, ¿estás lista?- preguntó mientras se abrigaba con una chaqueta.

-sí, solo me falta llevar la maleta hasta el...

-Yo la llevo.- me interrumpió cerio.

-Yo también puedo.- respondí.

-Déjame ser un caballero.- pidió y yo cedí.

Allison tardó lo que parecían años en llegar a casa.

De camino a la puerta di con el juguete sonoro de Oliver, como iba a extrañar a aquel cachorrito.

-No nos odies por estar aquí.- habló Peter tras la puerta.

-no los odio.- les abracé a los dos.

-¿ya nos vamos?- preguntó Ian en la entrada.

-Sí, ya es hora.- comenté.

El trayecto al aeropuerto jamás fue tan corto como ahora. Ibamos cantando con Allison en la parte de atrás del auto, mientras los chicos, cambiaban la radio para interrumpir nuestra fiesta.

-¿a qué hora es tu vuelo?- Allison me quitó los documentos.

-sale en quince minutos.- dije soltando un suspiro.

-Sam, cariño, tengo que irme.- puso mala cara Ian.

-¿es en serio?- no quise creer.

-Tengo trabajo atrasado linda.- se acercó a mí.

Las mejillas me ardían, las lagrimas se acumulaban, y mi labio sangraba en cualquier momento.

-Te amo.- fue lo único que alcancé a formular antes de lanzarme a sus brazos.

-Yo te amo.- me besó.

-No quiero decirte adiós.- declaré y el ladeó una sonrisa.

-Sólo es un adiós por hoy, por ahora.- remarcó.

-tengo que ir al baño, ¿me acompañas Sam?- dijo Allison.

-¿hablas en serio?- me sorprendí.

-Será la última durante un tiempo.- puso cara de perrito hambriento.

Di un corto beso en los labios a Ian y sin decir nada más me fui dejándolo atrás. Era mejor dejarlo de una vez, antes de darse más vueltas, era quizás ese el porqué de que Allison me pidiera compañía al baño.

-Date prisa.- le pedí.

-¿estás bien Samy?- habló.

-Hago lo que puedo.- intenté sonreír.

Al parecer mi intentó resultó ser un desastre, pues en cosa de microsegundos Allison me tenía abrazada hasta no dejarme respirar.

-Es difícil decirte adiós, pero como dijo Ian, es sólo por hoy, sólo por ahora.- me consoló, yo asentí.

Esperé en los lavados a que All terminara con sus ocupaciones. Cuando llegamos al lugar de espera, sólo Peter estaba ahí, un nudo se formó en la garganta.

¿Es posible extrañar a alguien que no ves hace cinco minutos?

-Santa, ya hicieron el primer llamado de tu vuelo.- informó Pet.

-Bien, ya es hora.- aportó Allison.

-Los quiero.- abracé a los dos al mismo tiempo.

-Y yo a ti.- escuché decir a cada uno por ambos oídos.

Me repetí un montón de veces que era solo algo temporal, que era la oportunidad que siempre que quise, la oportunidad que no se volvería a repetir, sin embargo, no podía dejar de sentirme desgraciada.

-¿le ayudo a buscar su asiento?- ofreció la azafata.

Le sonreí y entregué el boleto de avión.

Me señalo una de las tantas filas de asiento, mi lugar era junto a la ventana. El lugar junto a mi tenía una chaqueta de hombre, seguramente mi compañero de lugar andaba vagando por el pasillo.

Me dejé caer pesadamente sobre el asiento, invadió el lugar el perfume de mi querido idiota.

¿no se supone que me den estas crisis luego de unos días?

Me crucé el cinturón y puse cada audífono en su lugar.

"Demons" comenzó a sonar a todo el volumen que era permitido por el aparato.

Iba en el segundo coro, cuando sentí al audífono deslizarse fuera de su lugar, lo busqué a tientas con las manos, pero simplemente no estaba. Me giré a buscarlo ahora de vista, el audífono estaba conectado a mi compañero de vuelo, me costó ser consciente de que lo que ocurría era real. Ian sonreía con la más autentica de sus sonrisas.

-¿eres una aparición?- no pude cerrar la boca.

-Aún no soy capaz de hacer eso.- me miró burlón.

-¿que haces aquí?- pregunté emocionada.

Ian estaba aquí, por Dios.

-No se me olvida que temes a los aviones, no iba a permitir que le tomaras la mano a quien sabe qué para controlar tus nervios.- comentó.

Lo callé con un beso de puro impulso, era tan irresistiblemente perfecto, aunque jamás se lo diría, claro está.

-Te amo, ¿lo sabías?- casi grité.

-Si no lo supiera no estaría aquí.- tocó mi nariz como si de un timbre de tratara.

-¿cómo hiciste para...

-Pet y All.- explicó a simples palabras.

<<Linda sorpresa ¿o no? soy la mejor amiga del planeta>> Allison.

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Hola, ¿cómo están?¿les gustó el capitulo?

No se olviden de pasar por mi nuevo proyecto "Mala suerte."