capitulo #36 "tarde de cine en casa."

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-En serio espero haber interrumpido un buen momento.- dije en cuanto contestó.

-Que mala eres.- habló con la voz adormilada.

- Te pedí que llamaras en cuanto te desocuparas Allison.- casi grité.

-Aún no me desocupo querida Sam.- rió como una niña pequeña.

-Sucios.- acusé.

Una estrepitosa risa se escuchó desde el fondo y la de Allison le acompañó.

- Tu también me has dejado con el llamado pendiente antes.- respondió.

-Ya si sé, seré breve, ¿están bien?- quise saber.

-¡Estamos de maravilla!- escuché a Pet.

-Perfecto entonces, los quiero.- grité a través del micrófono.

-y nosotros a ti.- respondió All.

-Yo no te quiero Santa.- volvió a hablar Peter.

-¡Pero yo sí!- hablé tan fuerte como pude y corté la comunicación.

Mi tarde de sábado prometía ser un completo asco, ni Oliver se me acercaba para hacerle cariño.

La puerta sonó de pronto, no podía ser Josh, pues había salido con una amiga, tampoco Clary, estaba de viaje, quizás Jane.

-Tarde de cine en casa.- dijo escondiendo su rostro detrás de una manga de películas.

-Me has caído del cielo.- confesé.

Ian me miró con una sonrisa más que autentica. Me hice a un lado para que entrara, no pude evitar darme el gusto de la buena vista.
Vestía un jeans ajustado que le quedaba bastante bien, una camisa ceñida que le se le apega por toda la espalda, era un atuendo bastante relajado, y aún así lucía increíble, bueno, así es Ian, póngale ropa de vagabundo y seguirá viéndose como un modelo de revista.

-¿qué tal si preparas la comida mientras yo hago el cine?- sonrió de lado.

-Por mí no hay problema, por cierto, ¿cómo sabías que estaría en casa?- pregunté.

-Josh me lo dijo.- habló con normalidad.

-¿qué te lo dijo quien?- abrí bien los ojos.

-Josh, alto, delgado, ojos claros, ¿lo conoces?- ahí está su sarcasmo otra vez.

-Me parece haberlo visto en algún lado.- le seguí el juego.

-bueno, él.

Corrí en su dirección y le toqué la frente, me miró sin entender.

- no tienes fiebre.- dije decepcionada.

-¿por qué la tendría?- se acercó peligrosamente.

-Hablaste con Josh, y fue voluntario.- dije sin creérmelo.

-Es un tipo agradable.- dijo como si nada.

Lo miré bien y parecía más confundido que nunca, no pude evitar una carcajada.

-Si no te conociera, diría que eres la peor amiga que Josh pueda tener, te digo algo bueno sobre el y te ríes.

-No es lo bueno que se dice, es quien lo dice.- le sonreí yo.

-ve a preparar la comida Sam.- pidió.

Llené toda una bandeja, el plato principal eran palomitas, a un lado iban las papas y golosinas, del otro los refrescos.
Fui a la sala y encontré a Ian poniendo la película, había cerrado las cortinas, apagado las demás luces e improvisó unos asientos en el piso con frazadas y almohadones.

-¿qué película veremos?- hice que se sobre saltara.

-exorcismo en Georgia.- respondió sonriente.

-¿por qué de terror?- me sobresalté.

-Veremos de todos los géneros, la de terror primero, para que la princesa no se asuste por la noche.- me tendió su mano para que me sentara junto a él.

-que considerado eres amable y fastidioso caballero de armadura.- sonreí otra vez.

¿qué ocurría con mi sonrisa? mis pómulos acabarían por acalambrarse y lo peor de todo es que simplemente no podía dejar de hacerlo.

-Te faltó guapo.

-también modesto.- respondí seguido de él.

La película comenzó, no soy cobarde, tampoco valiente, me gustaba la sensación de miedo del momento, mi problema eran las malas jugadas que mi cerebro hacía por la noches recordando las escenas terroríficas.

-¿conoces el nombre de ese actor?- quise saber en cuanto lo vi.

-No, pero se me hace conocido.

- Trabajo en un viernes de locos.- comenté.

-¡ay! ya lo recuerdo.

-está igual de guapo.- comenté.

-¿qué? está igual de feo que antes.- comentó el.

-¿cuánto es antes? porque yo siempre lo he visto guapo.- dije ahora mirándolo a él.

-Esa chica es guapa.

-¿la fantasma?- pregunté horrorizada.

-claro que no, la que puede verla con esa cosa... el velo.- se apuró en responder.

-Es linda.- le comenté, me miró mal.- ¿qué?

-No se supone que la encuentres linda.- gruñó.

-¿por qué no?- me acerqué a su rostro desafiante.

-Porque yo lo digo.- se acercó el también.

-Que buenos argumentos Salvatore.

-Buenos, sí, muy buenos.- dijo sin despegar la mirada de mis labios.

A decir verdad, yo tampoco podía despegar la mirada de los suyos.

-Somos amigos, ¿recuerdas?- dijo tomandome de la nuca para acercarme más a el.

-Tienes razón.- acaricié su mejilla.

-Hay amigos que tienen tanta química que se les permite besarse.- relamió sus labios.

-Siempre quise tener unos de esos.- me mordí el labio con intención.

-¿y entonces?- insinuó casi sobre mis labios.

Sin duda alguna, me estaba torturando, era peor que rechazar un postre porque estás comiendo sano, peor que cerrar un libro por tener sueño, peor que no poder dormir cuando de verdad lo quieres.

-Prométeme que esto no cambiará nada.- me aferré a su cabello.

-No me pidas eso.- rozó mis labios ahora.

-Bésame ya Salvatore.

-¿Por qué no me besas tú Dunne?

Y lo hice.


xxxxxx

wow, ¿que les pareció el capitulo?

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