Capitulo #32 "como antes."

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-No sabía que eras tan buen bailarín.- comenté.

-Es que jamás me habías visto sobre una pista de baile Sam.- habló desde su lado egocéntrico.

-Modesto, como siempre.- ironicé de manera agradable.

-¿te dije lo guapa que estás?- dijo dando la ultima vuelta, finalizando la pieza de baile.

- Si lo hiciste, no lo escuché.- evité su mirada.

-Te ves hermosa, como siempre.- ladeó una sonrisa.

Lo miré repentinamente y sentí emoción, es como si nada nunca hubiera pasado, como si la confianza y la cercanía aún estuvieran, como si el "nosotros" jamás hubiera dejado de existir.

-¿me permites?- escuché a Josh.

Miré por sobre mi compañero de baile y ahí estaba.

-claro.- dijo Ian sin despegar la vista de mí.

Ian se alejo lentamente, no sin antes mirar con desprecio a Josh, este le devolvió la mirada y me sonrió.

-Hasta que te apareces.- sonreí.

-¿qué hacías con ese tipo Sam?- dijo medio riendo.

-Es tu culpa Joshua, no aparecías, Allison acudió a improvisar.- expliqué.

-Y no estás para nada molesta.- alzó una ceja burlón.

-Supongo que no.- analicé.

-Hasta podríamos decir que estás feliz.- alargó un suspiro.

-Josh yo no...

-oye, está bien, supongo que jamás seré algo más que un amigo para ti.- dijo seguro.

Después de todo, Josh seguía con los mismos sentimientos hacia mi, no era tan tonta para no notarlo.

-pero...

-Me conformo con ser el mejor.- me tomó del mentón para que lo mirara.

-sabes que lo eres.- le sonreí.

-No quiero que nuestra confianza desde hace unas semanas cambie.- pidió.

-Ni hablar de eso Corazón.- subí y bajé mis cejas de manera intermitente.

Solo pude sentirme bien cuando escuche una carcajada por su parte.

-¡Sam!- escuché a mi mejor amiga.

-¡All!- le correspondí.

-Siento lo del baile.- se disculpó.

-oye, está bien, no te preocupes.

-¿sabes? deberías ponerle un ojo a ese chico, ya le dije que se alejara del ponche.- rió con ganas.

-¿ya te vas?

-Mi noche de boda me espera.- guiñó un ojo.

-Llámame cuando estés desocupada, quiero saber que hayan llegado bien.- dije algo incomoda.

-hasta en dos semanas.- hizo un puchero.

-Extrañame.- le sonreí.

-y tú a mi. Cuídala Josh, los amo.- alargó la ultima sílaba.

-Nosotros a ti.- respondimos al mismo tiempo.

-Deberías ir a buscar a Ian.- comentó Josh.

Asentí sin demostrar nada y fui a la barra, pero no había rastro de Ian ahí, un poco más allá, cerca de los postres estaban las chicas.

-¿Han visto a Ian?- me dirigí especialmente a Clary y Jane.

-se fue hace un rato.- comentó Clary.

-¿sabes a donde?- interrogué.

-¡Vamos Sam! hoy no estamos trabajando.- dijo Jane con claros indicios de haber bebido algunas copas.

-¿Qué tal si vamos a el hause black? Ya todos están yéndose de aquí.- ofreció Margot.

-Yo voy.- dijo Clary apoyándose en mi.- Y Sam también.

-¿qué? no, yo estoy... cansada.- mentí.

-Si cambias de opinión estaremos allí.- ofreció Jane.

Marqué el teléfono de Ian unas cien veces, y las cien veces me cortó, claramente no quería hablar conmigo y yo no seguiría insistiendo.
Me despedí de los más cercanos, y me dispuse a ir al encuentro con las chicas.

-¿ya te vas?- preguntó Josh.

-Hay junta de chicas en el club.- expliqué.

-sí, Clary me dijo, pensé que no irías.

-que informado estás Joshua, cambié de opinión.

-No bebas demasiado.

-y tú alejate del ponche.- le besé en la mejilla y me fui.

Creí que iba a ser una misión imposible encontrar el club, pero gracias a la cercanía que tenía con el recinto de la fiesta, el gran cartel y el alto volumen que desprendía fue fácil de hallar.

Sentí un par de miradas en cuanto entré, pasé por medio de la pista para acortar el trayecto hasta las mesas.

Mala idea.

Un chico me tomó de la cintura para bailar, lo esquivé como pude y perdí la orientación del lugar. Decidí llegar a uno de los extremos con la esperanza de que una fuerza divina me llevara hasta las chicas. Perdí las esperanzas en cuanto vi a la cantidad de personas que habían en la barra. Había más de un tipo haciendo de barman, y no había ni siquiera un espacio libre allí.

Repasé de extremo a extremo la barra buscando a las chicas, pero no había ni rastro de ella, cuando ya estaba a punto de rendirme vi algo que me interesó.
El corazón comenzó a acelerarse y una pequeña emoción me invadió.

-Te estuve llamando.- se sobresaltó.

-¿Sam?¿qué haces aquí?- preguntó bebiendo un sorbo de su bebida.

-Buscaba a las chicas, ¿las has visto?- quise saber.

-No, no sabía que estaban aquí.- dijo con la voz extraña.

-¿estás bien?- me interesé.

-No estoy bien desde hace mucho tiempo.- apenas le escuché.

-Vámonos de este lugar Ian.

-Quiero beber un poco más.- arqueó una ceja.

-No, te llevaré a casa.- le ofrecí mi mano.

-Pero Sam...

-Camina ya Salvatore.

-¿no me dejarás solo? porque no quiero estar solo, no ahora que estás aquí.- me miró fijamente.

The practiceWhere stories live. Discover now