capitulo #37 "Más novios que amigos."

9K 441 30
                                    

Ian POV'S

-Así con la química entre amigos.- insistí.

-Deberías superarlo.- sugirió nerviosa.

- y tú dejar de sonrojarte.- la molesté.

Y ahí estaba otra vez, ese color carmesí adornando sus mejillas, como me encantaba.

-cállate.- exigió.

-cállame.- le desafié.

Tomó el almohadón más cercano a su mano y me lo lanzó justo en la cara. La miré fingiendo enfado, pero su cara de "yo no hice nada." no me permitió durar mucho.

-¿qué hora es?- quiso saber cuando terminó "Harry Potter y la cámara secreta."

- 2:30 am.- contesté como si nada.

-Tengo hambre.- me hizo saber.

-¿qué puedo hacer por ti?

-No sé, quizás algo de comer.- habló con cuanto sarcasmo pudo.

-Está bien, mientras pone "el prisionero de askaban."

Hice un sandwich de jamón y queso derretido. Después de todo, ¿qué más podría preparar de madrugada? Serví un poco de jugo de manzana y me dispuse a llevarlos a la sala de cine improvisado.

Sam tenía apoyada la cabeza sobre los almohadones del sofá, estaba cubierta por una simple manta polar y desde esta posición se apreciaba que ya no sabía nada más de la vida por esta noche.

Dejé la comida a un lado, me acerqué cauteloso, sin ganas de despertarla, pues a decir verdad es todo un angelito cuando duerme, por lo contrario, si la despiertas en mitad de su acción favorita, mejor no definir lo que sería.

Pasé una mano por la espalda y la otra por el quiebre de las rodillas, la tomé con precaución de no tropezar por los asientos creados en el piso. Sus manos pasaron por mi cuello en acto de protección.

La dejé en la cama con tanto cuidado como si de una pieza china se tratase. Quise volver a mi posición inicial, pero sus manos aún en mi cuello me aproximaron hasta casi quedar sobre sus labios.

Autocontrol, está dormida.

-¿a dónde vas?- dijo con voz adormilada.

-Debo apagar la televisión.- expliqué.

-¿luego vendrás?- mantuvo su tono.

-¿quieres que venga?

Asintió lentamente con la cabeza, sin formular sonido alguno.

Para cuando fui a apagar la televisión, Harry ya estaba junto a los Weasley. Seguía dudoso en ir a acompañar a Sam a su recamara, ¿y si por la mañana se lo recriminaba?¿lo culpaba de algo?
Me planté frente al televisor, planeando que el sueño me venciera, pero la película era tan absorbente que no dejaba que ningún detalle pasara por alto.

Me sobresalté cuando sentí un dedo tocando intermitentemente mi hombro.

-No quise asustarte.- sonó dulce.

-¿qué haces despierta? yo te hacía durmiendo.- intenté no sonar alterado por el susto.

-Estaba esperándote para dormir, pero no llegabas.- explicó avergonzada.

-No creí que quisieras realmente compartir la cama conmigo.

-No la comparto por gusto, tengo miedo.- rió nerviosa.

-Que excusa tan barata.- reí junto a ella.

-Ven a la cama, tengo sueño.

-Mandona.- acusé.

Con sus últimas energías ella tiró de mis manos, la seguí hasta la habitación y me acomodé junto a ella en la cama, a su vez se acomodó dándome la espalda así que hice lo mismo, pronto sus manos recorrieron mi cintura, acercándose más a mi.

-Te haces de rogar Salvatore.

Reí ante su comentario y sin más me di la media vuelta para quedar frente a ella y la envolví entre mis brazos.

Ahora podía confirmarlo, ella realmente me quería ahí.

Por razones obvias desperté con una sonrisa pintada en el rostro, el desayuno estaba a mitad de preparación. Se sentía como una vida diferente, y probablemente era patético decirlo. Con Sam parecíamos pareja y estábamos en tiempos de intentar ser amigos.

-Buenos días.- saludó afectuosa.

-¿has amanecido de buen humor hoy?

-Digamos que... dormí con una buena almohada.- se sonrojó al instante.

-El desayuno está casi listo.- comenté.

-¿sabes? es agradable que prepares el desayuno, eres bueno en eso, quizás cada día antes de la oficina, deberías venir acá, preparar el desayuno y luego ir a trabajar.- sonrió.

-Se me haría más cómodo estar cada noche aquí, para no tardar tanto entre hacer que esto sea posible.- mostré mi rostro.- y estar de una casa a otra solo por un desayuno.

-Es la comida más importante del día.

-Tienes respuesta para todo.- me rendí.

-No es cierto.

-Hablando del trabajo.- dije.

-No estábamos hablando del trabajo.- se burló.

-Como sea, ¿has pensado en volver a la oficina?- interrogué.

-No, de momento no.- explicó.

-Iván va a llamarte.- le solté.

-¿para qué?- me miró curiosa.

-Quiere que trabajes con él, en Londres.- me obligué a decir.

-wow, eso no me lo esperaba.- suspiró.

-Quise decírtelo antes, para que te des el tiempo de decidir bien.

-Crees que sea correcto.

-Profesionalmente hablando, creo que te beneficiaría bastante.- sonreí.

-Y hablando desde otro lado.

-Me gustaría que te quedarás aquí, pero no podría influir en tu decisión.- dije yo.

-wow.- repitió.- Sinceramente no sé, yo, no sé.

-Ves que soy buena persona.- le animé un poquito.

-Es primera vez que no lo dices en tono sarcástico.- habló ella.

-Claro que no.

-Claro que si.

xxxxx

Hola, ¿qué les pareció el capitulo?

Espero lo disfruten, subo nuevo capitulo en cuanto este llegue a los votos del anterior. Ah, y un saludo a las nuevas lectoras, a todas en realidad.

The practiceWhere stories live. Discover now