1

10.8K 328 6
                                    

Estúpido trabajo lo único que hace es quitarme tiempo, ser camarera de un bar no es muy agradable que digamos y mucho menos cuando tienes que estar toda la noche atendiendo hasta las tres de la madrugada, tenía tanto encima, tenía mis libros, un bolso de mano, más un termo de café, y el abrigo.

Los pasos se hacían pesado debido al sueño, solo quería tirarme en mi cama, dormir, y despertar en navidad, con regalos y todas las materias ganadas.

—Hola pequeña perra...—escucho detrás mi
— ¿que que quieres? — pregunto un poco nerviosa
—no seas idiota y dame tu dinero—exige esa voz, me doy vuelta y me encuentro con un hombre, al cual le hace falta un ojo y tiene varios tatuajes en la cara.
—yo yo no... Tengo nada—tartamudeo
—vamos estúpida dame toda la mierda que tengas— exige este hombre de mal aspecto
—no... Te lo juro no tengo nada— digo al borde del nervio
— niña no juegues conmigo sé que tienes de todo ahí en esa bolsa—insiste
—no...Solo tengo mis libros y mi viejo abrigo— repito nuevamente, pero él no me cree en lo mínimo
—no me dejas más opción— grita y saca un arma de fuego. Quiero estática en mi puesto, los mismo nervios no me dejan moverme, ni darle la bolsa al hombre.
— vamos, no tengo nada, solo soy una chica con muchos libros y problemas y tomo mucho café y no se... tengo libros y... un rímel... nuevo— digo rápidamente
—me arte de ti— el carga el arma y la pone en toda mi frente.

No todas las situaciones me hacen llorar, pero está definitivamente, hizo que me volviera como una gelatina. Las lágrimas salían solas, pero no sollozaba o algo por el estilo, solo un milagro podría salvarme.

Cerré los ojos esperando el impacto de bala en mi frente cuando los abrí para detalla el mundo por última vez, un ser que claramente no era de este mundo llego y golpeo al asaltante, su físico se podría decir que es perfecto, y su fuerza era sobre natural, el deja el asaltante inconsciente, me mira y camina hacia mí.

Abro mis ojos, debido al que en canturreo de un pájaro me despierta, miro hacia al rededor y estoy en el balcón de mi apartamento, mis cosas están aún lado, y estoy cubierta con un abrigo negro.

—Oh mierda estoy viva— grito y toco mi rostro un par de veces.

¿Pero qué fue lo que me salvo? ¿Que era esa criatura de cuerpo ceñido y que al parecer tenía una especia de alas?

Entro rápidamente a mi habitación, rebusco en mi cajo hasta que encuentro mi viejo teléfono, lo enciendo y le marco a pandora. Mi amiga, quizás... la única.
Le entiendo y la hago pasar, caminamos hasta mi cuarto y nos sentamos en la cama, mientras que ella está a la expectativa.


— ¿qué paso alana? — Pregunta
— pandora no sabrás lo que me sucedió... fue tan pesado—le contesto
— ¿qué? — Grita
— ¡vi un ángel o un extraterrestre!
— ¡estás loca! Deja de leer tanto
— no panda, anoche eran las dos de la madrugada. Salía del bar cuando un ladrón apareció, quería dinero en ese momento no tenía nada— explico
— entonces...
— el saco una arma me iba a matar, pero cerré mis ojos y cuando los abrí de nuevo pude ver a una criatura golpeándolo, tenía unas una especie de alas... — reflexiono por un minuto, esto es algo paranormal
— de seguro fue alguien que te defendió—resopla
— panda ¡no! yo volé por Londres... o pues eso sentí
— ¿volaste? — Burla—deja de leer tanto y sal a diviértete
— sí, me desmaye y luego amanecí aquí —insisto, pero ella me toma por loca
— amiga ese bar te está haciendo daño, de verdad, me preocupas
— ¡panda es verdad!—insisto
— vamos si lo que sea un ángel... aparece y te salva...
— ¿y si es un ángel guardián? — cuestiono
— según tu tenia alas...
— si—confirmo
— ok, no creo que sea un ángel, por lo general son rubios y usan batas blancas, y tienen arpas— ríe
— ¡panda! si tan solo tuviera una prueba
— pero no la tienes
— si... si la tengo— miro hacia la parte de atrás y me encuentro aquel fino abrigo negro
— ¡ahora si estás loca! — suelta una carcajada, pero a mí no me hace gracia
— mira es este abrigo, es fino—le muestro
— es un simple abrigo... no tiene nada del otro mundo, no creo en ese tipo de cosas, fin de la discusión


Pasado el rato panda se marcha. Mientras que yo me alisto para ir a la universidad, y también le daba mente al asunto del supuesto ángel ¿me estaría volviendo loca?

Camino hasta la cocina para empacar un café caliente, al parecer había comenzado a nevar y necesitaría algo con que calentarme. Llego a la universidad, entro de carrera a mi salón y tomo asiento, estudiar literatura exigía bastante. Abrí mis libros pero sin embargo no me sentía en contacto con la clase.

— Señorita alana ¿qué piensas? compártelo con la clase— pide la docente
— hmm... ¿yo? — pregunto un poco desorientada
— si usted— afirma ella un poco exasperada
— no nada licenciada... solo, solo ammm yo...
— que no vuelva a suceder—advierte
— si licenciada

Hoy tendría día libre en el bar debido a mi contante esfuerzo, panda me aviso de una fiesta que daría un chico en su barrio así que accedí a ir.

Entro a mi habitación y me visto con un pantalón negro y un buzo rojo. Salgo de casa y camino unas cuantas calles hasta la fiesta. Al llegar a dicho lugar, estaba a reventar, entro a la casa y todo el mundo empuja, siento un fuerte empujón; pero al mismo tiempo siento como me agarran unos brazos, giro mi cabeza y pude ver al chico, era de cabello negro ojos cafés y tenía una sombra de barba como de una semana, su piel trigueña y perfecta, tenía un aire misterioso e intrigante acompañado de una pizca de maldad.

— Gracias... — digo un poco aturdida
— ¿estás bien? —pregunta el
— si muchas gracias por atraparme y evitarme una gran caída
— ten más cuidado, hay mucha gente que ni mide lo que hace
— sí, que modales, mi nombre es Alana Wells, es un gusto— digo extendiendo mi mano y el la toma, para luego estrecharla con delicadeza
— soy zayn, Zayn malik, y el gusto es mío— El chico sonríe.

s.goRj�!xp�

Dark Angel [Z.M.] Where stories live. Discover now