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El verlo así, me hacía sentir mal a mí también, se veía tan casando, era como si me estuvieran clavando una estaca en el pecho, solo quería llorar, y fue así como las lágrimas empezaron a resbalar por mi rostro.

— Nada de lágrimas alana—susurro

— ¿Cómo quieres que no llore? No puedo verte así

— Esto no es nada

— ¿Qué no es nada? Te amo tanto, y me duele verte así

— No me gusta verte llorar alana—el extendió su brazo y con su mano limpio mis lágrimas—ahora solo te pediré que confíes

— Lo hare, fui una tonta al dudar de ti

— Todos nos equivocamos... ahora solo confía en mí, y has todo lo que Isaac te diga

— ¿Qué?—dije en un pequeño grito— yo no te puedo dejar solo aquí... no puedo

— Ve Alana, todo va a estar bien

— Zayn... no, es que

— Solo ve, estaré bien, dijiste que ibas a confiar

— Está bien—suspire, pero si lo dejaba solo, mi preocupación sería más grande

— Ahora ve con Isaac

— Si... te amo—susurre y le di un beso corto.

Salí de la habitación y limpie mis lágrimas, ahí estaba Isaac en la parte de afuera coqueteándole a una enfermera, yo creí que el tenia novia, interrumpí su momento y el solo me brindo una gran sonrisa.

— ¿harás todo lo que yo te diga?—pregunto

— Si, por Zayn

— Bueno hay muchos lugares, no son para nada lindo, pero iremos

— ¿Cuáles son?

— El cementerio, tenemos que hacer una invocación

— ¿hacer que?—grite aterrorizada

— Una invocación a las trece almas del purgatorio

— ¿Qué? ¿Con una cuija?

— No seas loca, no es algo demoniaco, estas animas le harán un favor a Zayn de cerrarle su fuente de energía

— Ok... ok

Salimos del hospital y tomamos un taxi, el trayecto fue corto, al llegar todo cambio a un color gris, había nieve que cubría las tumbas y uno que otro gato merodeando. Isaac pago la carrera, nos bajamos y nos adentramos, en la puerta estaba ese extraño vigilante que tenía un parche en el ojo y al parecer carecía de cordura.

— ¿Cómo carajos invocamos un fantasma?—pregunte

— No son cualquier fantasmas—corrigió—ellas prefieren que las llamen animas

— ¿entonces?

— Solo sigue caminando, hay que llegar a lo último del cementerio

El frio de los muertos calaba mis huesos, había unas que otras tumbas abiertas, destinadas a futuro cadáveres. Cuando llegamos a lo último del cementerio había un árbol de bonga, que parecía tener vida, era aterrado.

— Ahora solo guarda silencio, yo te diré lo que tienes que hacer—ordeno Isaac

Me ordeno que cerrara los ojos, yo solo escuchaba el murmullo de sus palabras, después de dos minutos una mano helada se paseó por mi cuello haciéndome que me estremeciera. Finalmente Isaac me dijo que abriera los ojos, pero que mantuviera agachada mi cabeza.

— Es aquella mortal quien se ha atrevido a pisar el campo santo—susurraron a mi oído.

Las palabras no me salían de la boca, tenía tanto miedo, no sabía a qué me estaba enfrentando. Pasó una ventisca y con ella trajo unas luces, las cuales se posaron en mi mano derecha, a pesar de que hacia frio yo estaba sudando, estaba muerta del miedo, y mis nervios estaban alterados. Ellas se retiraron y al hacerlo dejaron un anillo de color plateado en mi dedo del medio.

Mi cuello se estaba cansando, y cuando alce mi cabeza, pude ver aquellas animas, en especial una, su cara era esquelética, sus cuencas estaban vacías, sentí el terror recorrer mi cuello, di un grito ahogado, tropecé y caí. Sentí como alguien abofeteaba mi cara, desperté desubicada, cuando logre incorporarme bien, me di cuenta de que ahí estaba Isaac y lucia preocupado.

— Pensé que te habías muerto, de seguro Zayn me hubiera colgado

— ¿Qué me paso?—pregunte

—Tuvistesuerte, pues nadie vuelve a ser normal después de que ve aun espíritu a los ojos. 

Dark Angel [Z.M.] जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें