4

3.7K 200 1
                                    

— No sé cómo agradecerte—siseo temblorosa

— No tienes que agradecer nada, lo importante es que te encuentres bien—responde

El me ayuda a estabilizarme de nuevo, aunque mis piernas tiemblan y hay una que otra lagrima corriendo por mi rostro.

—vamos te llevare a tu apartamento—se ofrece, pero creo que ya hizo mucho con salvarme

— Gracias, pero no hace falta, creo que hiciste mucho, seria quitarte parte de tu tiempo— contrarresto.

— Será mejor que te acompañe, ese hombre aún se retuerce—dice y yo simplemente le brindo una sonrisa

Empezamos a caminar, mientras que un silencio invadía el ambiente, la brisa helada carcomía mis huesos, mientras que trataba de mantenerme aclimatada, pero era imposible, aquel chico nota mi situación, la quita su abrigo y con un tierno lo pone sobre mis hombros.

— gracias. Pero ahora te congelaras

— no lo creo, creo que tengo suficiente calor para llegar hasta a tu apartamento

— está bien

— ¿Todos los días realizas este recorrido?—pregunta

— sí, llevo dos años haciendo lo mismo—contesto con tranquilidad, ya estaba más que acostumbrada

— es muy peligroso... e incluso a mí me parece esta calle algo atemorizante

— estoy acostumbrada—susurro

— pues no deberías estarlo, este tipo te persiguió hace... — hizo una pausa y resoplo

— ¿cómo sabes eso? —cuestiono

— Ammm ¿saber qué?—contesta con otra interrogante

— Sí, ibas a decir algo— afirmo

— ¿yo? — trata de persuadirme, pero se bien lo que escuche

— si acerca de mi asalto, la semana pasada— confirmo

— no nada, yo no sabía nada...

— solo olvídalo

Finalmente llegamos hasta el edificio donde vivía, al entrar caminamos hacia el ascensor, donde un silencio un tanto incomodo se hizo sentir. Después de casi unos minutos llegamos, caminamos hasta mi piso, encaje la llave en la cerradura, le hice pasar y cerré. El pobre chico se estaba congelando por mi culpa, así que prepare un café caliente y le brinde.

— Supongo que ese pequeño recorrido fue agotador, toma— le pase la tasa y el la tomo

— Gracias— contesto

— es muy tarde para que te marches—digo

— no lo creo

— Si— afirmo— ¿y si el tipo vuelve?

— puedo con el pude una vez, y podre ahora, no hay nada de que temer — explica

— ¿pero si viene acompañado? — insisto

— supongo que podre con ellos—se encoje de hombros y le da un sorbo a la bebida

— deberías pasar la noche aquí

— Mmm— duda por unos segundos y luego una sonrisa se le escapa

— vamos yo no muerdo— rio

— está bien, solo por esta vez

— amm te acomodare el cuarto de huésped

— gracias

Le indique al chico el cuarto de huésped y lo acomode, yo por mi parte tenía que leer un libro, así que me quede en la cocina y prepare todo el café que podía tomar. Con el libro en mis manos di un sorbo a mi taza de café, pero no había nada, me levante y camine hasta la pequeña cocina, donde encendí la estufa y puse la jarra, después de unos minutos esta se calentó y con cuidado la quite del fogón, serví un poco, al tomar camino hacia mi habitación, note algo raro, en el balcón había una mujer, su cabello largo caía por su espalda, pero lo más raro es que tenía alas...

Yo tropiezo, hago ruido y me maldigo, la mujer alza el vuelo y queda a escasos metros frente a mí, sus ojos son azules y grandes, mientras que su boca es de color dinamita.

— ¿tú eres Alana la chica huérfana? — pregunto acercándose cada vez mas

— yo.... — no podía hablar, mi cuerpo estaba paralizado

— el gato te comió la lengua o más bien alguien—ríe ella pero para mí no es ningún chiste

— yo-no-se-de-que- hablas— tartamudeo, y ella alza sus cejas para luego sonreír

— pero que tímida es esta pequeña... no pensé que el ángel oscuro le gustaran de tu tipo

— no te lo juro, ni si quiera te conozco— sollozo, jamás en mi vida había pasado por una situación de estas

— La mortal llora— ella dio uno pasos hasta que quedamos frente a frente.

— Por favor no me hagas nada— suplique

Cerré mis ojos y con las fuerzas que tenía grite el nombre del chico que había sido mi salvador horas atrás, lo último que pude sentir fue unos brazos rodeándome.

~*~

Abrí mis ojos, y lo primero que vi, fue aquel hombre de cabello negro detallándome, me brindo una sonrisa y yo le devolví el gesto. La cabeza me dolía un poco, pero no era para tanto, no recordaba nada de lo que me había pasado, además tenía mi pijama manchada de café.

—Buenos días alana—dice este

—buenos días Zayn ¿qué me paso?

— pues anoche, tropezaste con algo te caíste, y te desmayaste, pero no fue nada grave— me explica

—creo que tuve una pesadilla o algo por el estilo—cuento

— debió ser el golpe, pero no fue para tanto, no me iré de aquí hasta que te encuentres bien

—Es tarde—miro el reloj de mi esquinera que marca las ocho

—algo

Pasado una hora él se cerciora de que yo me encuentre bien y se marcha, yo por mi lado voy a la universidad, tomo mis clases y salgo con panda a un bar cercano para matar el tiempo.

XxP{+h

Dark Angel [Z.M.] Where stories live. Discover now