Dark Angel [Z.M.]

21

La tarde cayo mientras que yo seguía leyendo acerca de todo esto de la dichosa profecía, hasta que encontré algo relacionado con una raza de ángeles. Unos ángeles de alas negras:

Los ángeles oscuros, aquellos ángeles que algún día tuvieron las alas blancas y fueron humanos, podían sentir, aquellos ángeles que murieron a temprana edad. Hay varias razas, pero esta se destaca ya que la mayoría de ellos prefieren estar solos, ellos prefieren no arriesgarse, según cuenta la leyenda, cada cien años se abre un portal, en donde un demonio puede subir a hacer de las suyas, y los ángeles tienen que controlarlo, para mandarlo de nuevo a su dimensión.

Hay un ángel, oscuro, que no tiene nombre, una ángel solitario, que por su terquedad quedó atrapado en la tierra, se dice que este ángel testarudo se ganó la profecía, puesto que sin buscar la buena acción de aquella noche fría la encontró, se tiene poco sobre este ángel, lo único que se dice es que murió muy joven en la tierra.

La puerta sonó varias veces, a las personas se les estaba haciendo costumbre interrumpirme cuando quería dedicarme a investigar algo. Sacudí mis pies, me levante de la silla y camine hacia la puerta. La abrí y ahí estaba Isaac. Él tenía una sonrisa en el rostro, no me inspiraba mucha confianza.

— ¿lista para lo que sigue?—pregunto

— Yo supongo, aun no puedo borrar esa espantosa cara de mi mente—contesto

— Agradece que aun tienes cordura

— Como sea, primero quiero ir a ver a Zayn

— Ahora no puedes, le están haciendo exámenes—dijo

— Puedo esperar, no tengo afán

— No... no lo harás, tenemos un viaje que hacer—anuncio

— ¿viaje?

— Si...

El me hace a un lado y entra al apartamento y empieza a caminar por la pequeña sala. Yo cierro la puerta y lo observo.

— ¿has escuchado acerca de los viajes astrales?—pregunto

— Creo, algo así

— Para ser una chica que lees, te hace falta

— No leo ese tipo de cosas—aclare

— Bueno, la cuestión es que tienes que hacer un viaje astral

— Primero explícame bien y luego vemos—exijo

— Ok, en los viajes astrales entras a otra dimensión, dejas tu cuerpo, solo está tu espíritu, puedes viajar, moverte y muchas cosas más, pero ahora mismo en el mundo espiritual hay una puerta abierta, que si no cierras ahora todo se convertirá en un caos

— Sabes este tipo de cosas me están asustando, amo a Zayn, pero realmente me siento confundida acerca de todo esto... lo de la tal Cams, de cómo me cure. Y de todas esas profecías

— ¿profecías?—indago

— Yo... emm si profecías—corrobore

— ¿Qué sabes?—cuestiono

— Muchas cosas, he investigado y leído libros, y todo eso. Hay una ángel aquí en la tierra, está atrapado, está esperando la oportunidad para subir al cielo—explique

— ¿Qué otra cosa?

— No lo sé, el hizo una buena acción, algo así... y cosas así ¿Qué tienen que ver Zayn y tú en todo esto? ¿y porque tengo yo que hacer este tipo de cosas?—pregunte, pues necesitaba respuestas

— Con el tiempo te darás cuenta, ahora necesito que te relajes, te ayudare a entrar a la otra dimensión

— Sabes... no eres bueno respondiendo cosas—gruñí

— Solo confía en mi..., ahora presta atención a esto: Primero: No hables con nadie, no sigas luces, no mires a nadie a los ojos, en esas dimensiones hay entes malévolos que quieren sentir y poseen los cuerpos de las personas

— Ujum ¿Qué más?

— Trata de moverte lo más rápido que puedas, ahora recuéstate en el sofá, cierra los ojos y piensa en blanco, cuando estés ahí busca a una niña pequeña y enciérrala en una habitación que tiene la puerta blanca.

Hice lo que Isaac me dijo, lentamente todo se va esfumando, caigo en un sueño. Abro mis ojos y despierto en mi apartamento, pero es de noche, todo está oscuro y se escuchan pasos y murmullos. Me levanto del mueble y empiezo a caminar, una mano pasa por mi cuello, el miedo se infiltra en mí, pero trato de mantenerme tranquila.

— Sal del apartamento, soy yo Isaac, lo que buscas no está adentro—se escucha

Camino hacia la puerta, la abro y todo está en silencio, abro la puerta del apartamento vecino y entro, esta vacío, reviso cuarto por cuarto y no encuentro nada. Salgo y hago lo mismo en tres apartamentos, hasta que llego al de lucifer, un nudo se hace en mi garganta, es ahora o nunca, entro y también esta vacío, empiezo a buscar cuarto por cuarto, hasta que en lo último hay una puerta de color negro. La abro ¡bingo! Hay una pequeña niña acurrucada y llora.

— Hey pequeña—susurro. Ella alza su pequeña cabeza, y me encuentro de frente conmigo misma. Mi corazón se acelera, soy yo cuando tenía cuatro años.

— ¿Quién eres? ¿no me harás daño?

— No... yo jamás haría algo que te lastimara, vine a sacarte de aquí

— Vamos rápido... el no esta

— ¿Quién?

— El monstro, es grande, de color negro, me da miedo

La tomo entre mis brazos y rápidamente salgo del apartamento. Escucho unos pasos detrás de mí, al girar veo a un hombre que camina a paso lento, su cara es negra y en vez de ojos tiene unas cuencas vacías que reflejan sufrimiento. Corro como mis piernas me dan, entro al apartamento, busco la puerta blanca, hago que la pequeña niña se desprenda de mis brazos y cierro.

Al dar la vuelta esta aquel hombre, cierro los ojos y al abrirlos de nuevo esta Isaac y tiene una gran sonrisa en su rostro.

— Zayn no se equivocó contigo—dijo