Dark Angel [Z.M.]

13

La noche se hacía eterna, pero de la manera más sensacional de todas, el rose se sus manos contra el escote de mi espalda me hacían brincar, era un virgen inexperta, tenía miedo, era normal, pero él era lo más delicado posible. Quedar mirándolo a los ojos, era una tortura, pero a la vez era el paraíso para mí. Metí mis manos por debajo de su chaqueta y la quite, luego procedí a desabrochar su camisa y a tocar su piel tibia, me acerque más él y le bese, para que este luego me despojara de mi vestido con facilidad.

Persuadiéndome con el beso, desabrocho mi sostén y paseos sus manos por mi cintura, lentamente me recostó en la cama, y sus manos movió de mi cintura para abajo, en donde entrelazo sus dedos con mi tanga y la deslizo por mis piernas, lo mire fijamente y deslice mis manos por su abdomen hasta que llegue al cierre de su pantalón y lo abrí, él lo termino de bajar y yo trague gordo. Lo mire y asentí lentamente, en señal de que podía iniciar, mordí mis labios al sentir una presión en mi zona intima, la cual se volvió intensa después de unos minutos.

Los gemidos ahogados y nombres entre cortados fue lo que adorno la noche, hasta que finalmente las gotas de sudor resbalaban de mi frente y caían en su pecho.

Desperté, ambos estábamos desnudos bajo el cobertor, lo primero que alcance a ver fue mi tanga y una camisa negra, con delicadeza me levante y me vestí con eso, camine hasta el baño, lave mi boca y rostro, luego fui a la cocina y puse a preparar el desayuno.

— No me molestaría siempre despertarme y tener esta vista—escuche una voz ronca, y luego caí en cuenta de que parte de mi trasero estaba descubierto

— Buenos días—dije y di me día vuelta para encontrarme de frente con el

— Creo que mi colección de camisetas te luce mejor a ti—ríe y me da un beso

Cuando finalmente está listo el desayuno, sirvo y nos sentamos en el comedor.

— Tenía tiempo de no saber que eran este tipo de desayuno—dijo

— Habla el chico que tiene un don para la cocina—burle

— Pero vivo solo... y el hecho de vivir solo hace que me dé pereza cocinar

— El desayuno es la comida más importante del día

La mañana pasa rápido, yo voy a mi apartamento y me cambio de ropa, pero al llegar de nuevo a la casa de Zayn este aún no está listo.

— ¿ya?—grite

— Solo dame un segundo—contesto

Con el pasar de cinco minutos Zayn sale del cuarto, yo suspiro y salimos de casa.

— Pero que vanidoso eres—digo

— Tengo una chica muy hermosa a mi lado, por lo tanto tengo que estar a su altura

— Así como estar eres perfecto

Tomamos un taxi, y con el pasar de una hora debido al tráfico llegamos hasta la vieja pista de patinaje. Lo peor que me podía pasar.

— ¿y si vamos mejor por un helado?—sugiero

— Vamos a la pista Alana—dice el como un niño pequeño

— Tiene que estar cerrada, es muy temprano aun

Caminamos hasta la pista, y para mi buena suerte estaba cerrada, pero no por mucho tiempo, después de tomar el helado y hablar un rato llegamos de nuevo y estaba abierta, además había bastante gente. Alquilamos dos pares y entramos a la pista, Zayn parecía dominar el arte.

Me tomo de las manos y lentamente me arrastro hasta el centro.

— Patina alana—ordeno con suavidad—no me puedes dejar solo

— Yo... yo—tartamudeo

— ¿tu?—pregunta

— Yo no sé patinar—digo en voz baja

— ¿Qué?—pregunta confundido

— No se patinar—repito en el mismo tono de voz

— Sigo sin entender—ríe

— No se usar patines—aclaro

— Alana—resopla

— ¡NO SE PATINAR!—grito y atraigo la atención de unos cuantos

Muerta de vergüenza abrazo a Zayn y me hundo en su pecho, mientras que el no deja de reír, no sabía patinar, tenía miedo a patinar, en invierno cuando los lagos se congelaban yo nunca salía, prefería quedarme en casa a leer y tomar chocolate, eso sí me gustaba, le huía siempre al hielo, pero llega Zayn amante a estas cosas y me hace entrar a una pista.

— Entonces seré tu maestro—susurra

— ¿y si me caigo?

— Yo estaré aquí

Y tal como lo dijo, las veces que resbale ahí estaba Zayn para atraparme en sus brazos, pero yo aún seguía siendo torpe.

RBS