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La mañana se me fue mientras hacia el aseo y organizaba cosas, todo estaba limpio, de tal manera que se podía sentir un ambiente liviano. Lo único que hacía falta era comida, mi nevera estaba vacía. Tome un poco de dinero que tenía guardado y salí del apartamento. Al salía en toda la puerta de lucifer había un niño, esto se pondría feo, tenía un vago recuerdo acerca de una niña... Sigo mi camino, pero aquel niño corre y aprieta mi muñeca derecha.

— suéltame mocoso—gruñí

—alana... un tonta mortal, que al parecer aún sigue escéptica—dijo, pero su voz, es como si fueran dos personas

— ¿Qué qué quieres?—titubee

— solo cierra esa boca y ven conmigo, ahora mismo sé que tu mente no da para implorar una oración, sientes como tu lengua se vuelve pesada y como tus piernas tiemblan, puedo sentir tu miedo

Tenía razón, mi lengua se volvía pesada, y mis piernas quería fallarme, en ese momento no había nadie para que me auxiliara, el pequeño niño tiro de mi mano con tal fuerza que me estremeció, la puerta del apartamento de lucifer se abrió sola, la sala estaba un poco oscura y se sentía un olor a azufre.

De las sombras se escuchaba un murmullo, mi boca no daba para emitir ningún sonido yo estaba en shock, pues aquel niño paso a convertirse en dos seres repugnantes, su cuerpo se veía como si su esqueleto estuviera metido a la fuerza en ellos, no tenían ojos, solo eran una cuenca vacías de las que parecían irradiar fuego, mientras que su piel era gris y reseca con lanas de cabello y sus manos cambiaron a unas garra largas.

Sentía que el aire me faltaba y que todo se volvía más lento.

— ¿tienes miedo? ¿Por qué no hablas?—dijo uno de estos espantos

El miedo era inevitable, es sudor corría por todo mi cuerpo, mi piel se tornó pálida, pensé: es mi fin.

—Hagamos un trato—susurre

— ¿Cuál trato?—cuestionaron ambos al tiempo

— una apuesta

Había escuchado que los demonios eran un poco tontos y que se les podía jugar sucio con una bola de cristal. Eran cuentos de abuela, pero si la situación lo ameritaba no había de otra.

—Si una apuesta—dije nuevamente

—te escuchamos

— ¿Tienen una bola de cristal, con colores adentro?—pregunte

— Así— dijo uno de ellos extendiendo su garra y mostrando una

—sí, perfecto...

— ¿qué hacemos?

— ¿Ven los colores?—pregunte

— si

—son hilos, ustedes tiene que tratar de meter más hilos—indique

— Fácil, sabía que los humanos eran tontos—rieron

— pero, sin romper la bola de cristal, si ustedes lo logran me sueltan, si no, mi alma es de ustedes—aclare

—un buen plan

— Inténtelo—rete

Las criaturas o lo que fueran, duraron horas y horas tratando de hacerlo pero no pudieron, se les veía iracundas y muchas veces sus caras se distorsionaban y hablaban arameo.

— ¿Se rinden?—pregunte con un tono socarrón

— no, aun no—gruñeron

—tengo tiempo, los espero...

Después de unas cuantas hora se dieron por vencidos y salí del apartamento, mis pierna temblaban y mi corazón estaba acelerado. La idea de hacer compras se me había quitado, ahora lo único que quería hacer era ver a Zayn.

Mientras iba en el taxi, mi mente divagaba, aun no podía borrar de mis rostro a tan feas criaturas, era como si todo lo que un día me cuestione ahora mismo se estuviese haciendo realidad, nunca había tenido encuentros paranormales, pero desde que empecé a salir con Zayn todo cambio.

Pague el taxi y me baje, camine hacia la entrada, y me sentía observada, de nuevo aquella sensación. Tratando de ignorar lo anterior entre y fui a recepción, en donde pregunte por Zayn y me indicaron que se encontraba con Isaac en la habitación 234. Camine por los pasillos hasta que finalmente la encontré, abrí la puerta y al parecer se encontraba mejor, puesto que estaba viendo lucha libre y se le notaba feliz.

— ¿interrumpo algo?—pregunte. Ellos desviaron su mirada hacia mi

— ¡Alana!—dijo Zayn con emoción

— Esto se pondrá cursi, así que yo mejor me largo—dijo Isaac y se fue dejándonos a los dos.

Me senté en un lado de la camilla, donde lo ataque a besos, me hacía falta tenerlo cerca de mí.

— Tu pulso alana... esta acelerado—susurro

— Debe ser la emoción—dije

— No... no es por emoción... ¿Qué paso alana?

— Nada ¿por qué?

— Hiciste un trato... eres una chica muy hábil—rio

— ¿Cómo lo sabes?—pregunte un tanto nerviosa

— Simplemente lo se

— ¿ por qué tratas de mantenme alejada?—le pregunte, sentía aunque él no confiaba en mi

— No es eso cariño, solo... solo quiero que lo asimiles primero

— ¿y cuando sabré lo que en realidad eres?

— ¿y si no hablamos de eso ahora?

— Zayn...

— Amor solo... disfrutemos este rato, estar tantos días sin ti es difícil

Algo tenía el, que siempre lograba convencerme.

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Dark Angel [Z.M.] Where stories live. Discover now