Parte 13: El dolor

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Lincoln estaba destrozado. Cookie había entrado a la casa con la llave que le había dado, con la intención de saludar a la familia Loud antes de ir a su cena con Lincoln. Al ver la escena ante ella, huyó. No concebía que otra chica lo estuviera besando cuando Cookie lo observaba. Su corazón explotó en mil pedazos cuando Cookie se fue corriendo. Luego, con un fuerte impulso de adrenalina, logró apartar a Maggie. Pero fue solo por un momento. 

Increíblemente, Maggie era casi tan fuerte como lo era Lynn. Lo mantuvo en posición y lo volvió a besar. Lincoln se debatió con ella, tratando de escapar. Como medida extrema, mordió la lengua de Maggie. Ésta por fin se apartó, y lo miró con lascivia.

- Maggie, ¡¿qué rayos te pasa?!

- ¿Qué, no puedo expresar lo que siento a la persona que amo?

- ¡Tengo novia!

- No por mucho tiempo -susurró Maggie, melosa.

Lincoln se enfureció más.

- No sé que esté pasando por tu cabeza, pero... -fue interrumpido por un nuevo ataque de Maggie, quien estaba dispuesta a obtener lo que había buscado. Volvió a querer quitarle la camisa, mientras la otra mano se dirigía lentamente hacia su pantalón.

- ¡¿Qué están haciendo?!

Luan había vuelto. Con un gran esfuerzo, apartó a Maggie de Lincoln.

- Lincoln, ¡explícate! -gritó Luan furiosa.

- ¡A mí no me preguntes! -exclamó Lincoln, igual de furioso- ¡Es ella la que me besó a mi!

Ambos miraron a Maggie con dureza. Pero al ver que ya no podía acercarse a Lincoln, su cara adoptó una expresión de derrota. 

- Lincoln... No hay palabras que logren expresar lo que tú significas para mí -dijo, con la voz rota- Desde hace tanto tiempo que me enamoré de ti, porque aunque casi nunca hablaste conmigo, la vez que me ayudaste a salir de la depresión fue el mejor momento de mi vida...

Lincoln recordó esos lejanos días en los que estaba incapacitado por la broma de Luan. Había estado hablando con mucha gente y dando consejos. Y hubo una chica que se salvó de la depresión gracias a él. Entonces la chica que ayudó a volver a ser feliz... fue Maggie.

- Para mí fuiste como un faro que mi iluminó en una noche tormentosa sumergida en la más profunda oscuridad. Tú me viste y me ayudaste como nadie nunca lo había hecho en mi vida. Aunque tú no me vieras, siempre estuve ahí, observándote y amándote en secreto. Te quise mandar una carta, pero no tuve el valor. Y tal vez nunca lo hubiera tenido... si no fuera por esa tonta...

La ira de Lincoln iba en aumento al oírla mencionar a Cookie.

- Me sentí celosa. Y si había una forma de que quisieras salir conmigo... era que ella dejara de querer estar contigo. Y así podría tenerte para mí sola -la mirada de Maggie se tornó fría, y una ligera locura se mostró en sus ojos.

- Lo siento, Maggie -repuso Lincoln- Pero haré lo necesario para que Cookie me perdone. Aunque me cueste la vida.

Salió disparado hacia afuera, dispuesto a encontrar a Cookie.

Luan se quedó donde estaba, observando como la cara de Maggie se contraía de dolor y pena. 

- No puedo creer que hayas hecho esto -murmuró Luan.

- Era la única forma -dijo Maggie en voz baja.

- Pues si piensas así, ¡eres una egoísta! -exclamó Luan, rabiosa- Antes de pensar en tus propios sentimientos, debes pensar en los de la otra persona, porque si no es así, lo que sientes no es amor, es una obsesión.

La broma del amorWhere stories live. Discover now