Capítulo 6: Vamos a salir juntos.

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  Termine con las prácticas de coreano, como todas las tardes, me puse a repasar, todo lo que vimos el día de hoy, los verbos, la manera en que todo va compuesto, practique y grabé, el sonido de las vocales junto a las consonantes y las repetí hasta que todas se me quedaron en la cabeza. Al terminar me acosté un rato a ver algo de TV, ya que eso es lo único que puedo hacer al no tener celular ni computadora.

—Quiero irme de aquí—me levanté cansado de todo esto como es costumbre. No he salido de aquí desde que llegué a la ciudad, no he conocido a nadie, no he visto nada de aquí, me estoy ahogando en un enorme vaso de agua por su maldita culpa—. Tengo que irme sea como sea.

Me levanté de la cama, fui al armario a buscar algo para ponerme, ya el invierno se está yendo y la primavera se está acercando y a pesar de que no jugué ni estuve en la nieve, ahora quiero ver los árboles de cerezo florecer, sería una experiencia realmente única y bonita. Entre al baño y me di una buena ducha, se hizo de noche y realmente tengo fastidio de salir a comer y encontrarlo fuera, me da ahora de todo verlo y es muy desagradable tener esa sensación en todo el cuerpo. Salí del baño y me llevé un gran susto al verlo acostado en mi cama, con ropa informal y cambiando los canales a diestra y siniestra.

—¿Qué haces aquí? —Le pregunté mientras me secaba el pelo con una toalla. Él posó su mirada en mí y me sonrió alegremente.

—Tenías ganas de verte. ¿Acaso no puedo?—Me respondió con una coqueta sonrisa y guiñandome el ojo. De inmediato le tire la toalla mojada en la cara.

—No, no puedes, me pareces bastante repugnante—escupí esas palabras con algo de asco.

—Muchas gracias. Veo que estás de muy buen humor—me sonrió irónicamente, mientras se sentaba en la cama.

—¿No tienes algo mejor que hacer, que estar fastidiando? —Me molesto, ya que lo único que hace al estar aquí, es ponerme nervioso.

—Sabes...—puso una cara de pensativo. — Hoy no tengo nada importante que hacer—se volvió a echar en la cama. Solté un cansado suspiro, ya que su comportamiento infantil no le queda ni le luce para nada.

—¡Como quieras! ¡Haz lo que te dé la gana!—Me senté en el escritorio, saqué mi cuaderno donde tengo todas las prácticas y comencé a practicar.


+


Los dos nos quedamos en un completo silencio. Practique mis clases anteriores y él solo está viendo la tv. Volteé a verlo por un momento, para notar que estaba concentrado en la tv. Me levanté de la silla al ver que Joon no hacía nada, salí por un momento afuera del cuarto, ya que mi estómago comenzó a rugir, por el repentino ataque de hambre que me dio. Mi estómago gruñó, como si me estuviera muriendo de hambre, "Que vergüenza" sentí mi cara arder, pero menos mal que no había nadie, ya que eso sería más penoso.

Entré a la cocina y me preparé un emparedado, le eché jamón, queso, lechuga, tomate, unas rebanadas finas de cebolla, le corté los bordes como toque final y arriba le coloqué una aceituna ensartada en un mondadientes.

—Perfecto—sonreí gustoso, por ver el gran trabajo que hice. — Si tuviera mi celular tomaría una foto, de mi obra de arte—de momento me sentí algo deprimido. No tengo ningún tipo de libertad y eso me deprime, me siento muy deprimido. — Como sea...—agarre mi lindo emparedado y lo lleve a la mesa, fui corriendo a la nevera y rápidamente me serví un vaso de jugo de manzana.

Me senté por un momento, mientras le daba un bocado a ese delicioso sándwich. Me sentí desierto, muy vació por dentro, los ojos se me cristalizaron y comencé a parpadear para no comenzar a sollozar y ponerme completamente histérico; "¿Por qué las cosas no pueden ser diferentes?" desde que llegué aquí me hago esa pregunta sin encontrar alguna respuesta. No tengo nada que hacer, quiero morirme, pero no puedo hacer eso: porque sé, que él me va a traer de vuelta a la vida, de una manera u otra.

Tal vez... No sea tan malo estar contigo.Onde histórias criam vida. Descubra agora