Tal vez... No sea tan malo estar contigo.

Capítulo 25: Locura.

—¡Déjame salir ¡Neul Hee! ¡Neul Hee! ¡Sung Neul Hee, déjame salir maldita sea!...—Neul Hee me llevó arrastras a la casa y me encerró en mi habitación para que no pudiera salir.

Ahora si me voy a terminar volviendo loco y entre Hyun Joon y su madre, los dos van a terminar por matarme. Llame a Hyun Joon, pero su celular solo repicaba y repicaba y no contesta, llame a Neul Hee y tampoco, me siento en este momento tan fuera de lugar, siento que estoy peleando en una guerra que no voy a poder ganar y eso me estresa. Me siento más deprimido que nunca, todos los años que invertí para poder escapar de esta prisión se fueron a la mierda en un solo momento. Fui al armario y saqué mi caja de herramientas, agarré el martillo y le di un par de golpes al pomo de la puerta hasta que este se salió y pude por fin salir del cuarto.

Con el martillo en mano, me dirigí a la sala y por ningún lado se encuentra Neul Hee, tomé un poco de aire y deje el martillo en el mesón de la cocina. Trate de calmarme, todo esto me esta estresando demasiado y necesito bajarle dos, no vaya a ser que me de un infarto y después no pueda matar a esos dos pendejos. Me dirigí a la nevera y agarré una manzana, comencé a morderla como si no hubiera un mañana y me eché en el mueble a llorar un rato.

Pensé que había superado todo está mierda, que iba a tener una vida feliz y tranquila, pero eso nunca va a pasar y menos ahora, lo perdí todo, ahora si lo perdí todo, no tengo a mi hijo y él hombre que amo va a ir preso. Todo se me cayó a pedazos en un santiamén y ahora no sé cómo voy a hacer para solucionar todos esto.

Fui al baño y me lavé la cara, en este momento lo menos que necesito es verme como una mi mierda, necesito estar tranquilo y pensar muy bien en lo que haré, y lo primero que se me ocurre es hacer una denuncia, legalmente yo soy el padre de Dong Yul y puedo demandarlos. De nuevo me dirigí a la cocina y de repente escuché la puerta de la entrada abrirse, corrí para ver darle unos madrazas a Neul Hee y me lleve la gran sorpresa de que él no estaba solo.

—Andrew—al ver a Hyun Joon sentí mucha rabia, demasiada diría yo, él se me quiso acercar y le di una bofetada.

—No te quiero cerca—los ojos se me volvieron a cristalizar, no quiero llorar delante de él.

—Lo siento mucho.

—¡Eso no me sirve de nada!—Lo agarré del cuello de la camisa—. Eso no me devolverá a mi hijo.

—Lo recuperare y después que lo haga, se irán a EE.UU y nadie lo molestara, dalo por hecho—lo solté, lo miré a los ojos y observé algo que nunca había visto en los años que vengo conociéndolo, un nuevo sentimiento el cual no puedo describir con palabras.

—Espero que sea así.

Me aleje de él y me fui al cuarto del bebé y me encerré allí y para asegurarme de que nadie entrara le puse seguro a la puerta. Me recosté en la cama de Dong Yul, la cual había estado ocupando por Hyun Joon desde hace un tiempo, la cama olía a Hyun Joon y eso me reconforto, ya que yo lo odio con todas mis fuerzas, pero una parte de mi lo está amando y no se como hacer para quitármelo de la cabeza.

Miré algunos de sus juguetes que habían quedado en el suelo, una de las promesas que le hice fue que al llegar a EE.UU le iba a comprar muchos más juguetes, que le iba a enseñar a hablar inglés y que lo iba a ser la persona más feliz de este mundo. No me di cuenta y comencé a llorar, me levanté de la cama y tomé un peluche que había quedado en el suelo, me aferré a él, lo pegue a mi pecho y me sentí más angustiado. Me hace mucha falta, desde que Mi Ra no está me e encargado de él, estoy demasiado encariñado como para dejarlo ir en este momento, yo no quiero separarme de él, porque a pesar de todo lo malo en mi vida, ese niño vino a brindarme felicidad y un nuevo comienzo para por fin comenzar a ser las cosas bien.