Tal vez... No sea tan malo estar contigo.

Capítulo 22: Solo por un momento.

 Mi nivel de ansiedad está muy alto (más de lo normal) después de esa llamada me comenzó a picar todo el cuerpo, al mismo tiempo que sentí como la garganta se me tranco y comencé a tener un ataque de pánico. Hyun Joon llamó al médico para que me viniera.

El doctor vino, pero no hizo mucho, solo me inyectó un calmante para que pudiera dormir con tranquilidad.

—Yo prometí cuidarlo y eso haré...

+

Abrí los ojos despacio, miré hacia todos las direcciones, con cuidado me levanté de la cama, salí del cuarto y fui a la cocina a beber un poco de agua, cuando me percaté de que la televisión se encontraba encendida. Me acerqué con cuidado a apagar la tv y noté como en el mueble, Hyun Joon y Dong Yul estaban dormidos. Toqué mi pecho y mi corazón está algo acelerado, trague saliva y me acerqué a ellos dos algo nervioso.

—No entiendo, porque tiene que ser tan difícil—DongYul está dormido arriba del pecho de Hyun Joon, se ven tan lindos juntos.

Con cuidado tomé a DongYul, el bebé se removió un poco, pero lo acurruque para que no se despertara. Lo llevé al cuarto y lo dejé acostado a un lado en la cama, le puse una almohada al costado por si se rodaba para que no cayera al suelo y se diera un mal golpe.

Fui a la sala a ver algo de TV, me acosté en el mueble, comencé a cambiar de canal y todo es asquerosamente aburrido; nada es interesante y me culpo a mi mismo por eso, todo hubiera sido distinto si en la primera oportunidad que tenía hubiera huido.

—Estás atrapado...

—¿Así te sientes?—fruncí el entrecejo, al escuchar de la nada la voz de Joon.

—Sabes lo que me molesta cuando apareces de la nada, no sé porque lo sigues haciendo...es irritante.

—No fue mi intención.

—Nunca lo es. Pero he aprendido a vivir con eso—me hice a un lado y le di espacio para que se sentara.

—Cuando todo termine, prometo dejarte en paz—realmente quiero que eso pase, pero en este momento de mi vida, no creo que nada de lo que él me diga, me haga sentir menos mierda de lo que ya de por sí, me siento..

—Eso espero—recosté mi cabeza en su hombro y cerré los ojos.

—Te amo.

—Lo sé. Pero yo...

—Podemos huir. Yo puedo dejar todo, si quieres...si tú me lo pides, dejaría todo en este momento.

"¡Maldición!"

No pude evitar soltar una pequeña risita. Sus palabras a pesar de que los años pasan y pasan no evitan que suene tan cursis e inocentes.

—Estoy hablando en serio.

—Lo sé ja, ja... Pero es que, eso fue bastante cursi. Tienes que dejar de ver dramas—él apartó mi cabeza de su hombro y yo solo reí más por su actitud infantil.

—A veces puedes llegar a ser muy irritante.

—Lo mismo te puedo decir—los dos reímos y él, me miró y yo le devolví la mirada.

Había algo de tensión en nuestras miradas, y por un momento hubo un silencio repentino, lo único que se escuchó es el ruido de la televisión. Joon se fue acercando, hasta tener un mínimo de distancia, mi corazón se aceleró y mis latidos comenzaron a escucharse por toda la habitación. Su frente tocó la mía e intenté retroceder pero no pude, luego comenzó a frotar su nariz con la mía y sentí como mis cachetes comenzaron a arder, por un momento me quede en estado de shock; sentí como mi cara ardía, mis ojos estan bien abiertos, mientras los de él están cerrados, sus labios están por tocar los míos, no, no ya los están tocando, se empieza a mover lentamente.