Capítulo 15: Verdades que son incómodas

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 Abrí los ojos con mucha lentitud, mi cabeza me duele como si me hubieran dado una paliza la noche anterior, me levanté con cuidado y noté que había dormido en la sala, tirado en el suelo como si fuera un animal (tengo que recalcar) observe las botellas regadas de anoche y de inmediato tomé algunas y fuí y las eché en el basurero, después las chicas se encargará de separar la basura.

Escuché mi celular sonar y comienzo a buscar por todos lados, hasta que por fin lo encontré debajo del mueble.

— ¿Cómo llegaste aquí? — Observe el nombre en la pantalla y al ver que era Joon le respondí.

Llamada.

— Buenos días.

—¿Qué tienes? ¿Acaso estuviste tomando anoche?

— ¿Qué deseas? —Ignoré sus preguntas.

— ¿Puedes venir? Necesito hablar contigo unas cosas—miré la hora,en el reloj de la nevera.

—Ok, nos vemos en 40 minutos

—Está bien.

Fin de la Llamada.

Me active, fui a mi cuarto y me encontré tirada en mi cama, semi-inconsciente, babeando y roncando. Realmente me dio cosa verla así, pero no es como si fuera la primera vez. Agarré mi toalla y me bañe lo más rápido que pude, luego tomé una camiseta, un suéter de algodón, color azul con un lindo dibujo de pikachu más unos pantalones deportivos. Agarré mi celular y me lo coloqué en el bolsillo del suéter, agarré las llaves del auto y me puse los zapatos en la entrada.

Salí del apartamento y fue al estacionamiento, me monté del auto y conduje hasta la casa de Joon.

+

Al llegar, dejé el auto en la entrada y entré a la casa donde me recibieron Yu Bin junto a otra chica del servicio, ellas dos hicieron una reverencia y yo les devolví el gesto un poco apenado, ya que al pasar del tiempo, todavía no me acostumbro a hacer esas clases de cosas.

Caminé hasta la biblioteca donde es el lugar más probable donde él se pueda encontrar (se pasa todo el día metido allí) entré a la biblioteca y como ya dije antes, él está sentado frente a la mesa de su computadora revisando sus cosas.

—Hola—él se retiró sus lentes al verme y se levantó de la silla, se acercó a mí con una expresión cansada en su rostro.

—Sentémonos—yo asentí y le hice caso.

Nos sentamos en los muebles que él tiene en su biblioteca, el ambiente realmente es algo o mejor dicho es muy incómodo en cierta medida y no quiere mejorar, cada vez que nos vemos, siempre hay como un aura pesada a nuestro alrededor y se intensifica cuando él empieza a verme como si algo malo estuviera pasando o como si yo hubiera hecho algo súper malo.

— ¿Pasa algo? —Me animé a preguntar.

— ¿Anoche estuviste bebiendo? —Me preguntó

—Sí...—le contesté algo confundido, porque no sé a qué viene esa pregunta de su parte.

— ¿No te acuerdas de nada de lo que pasó anoche? —Admito que su interrogatorio me está molestando. Fruncí el ceño y me levanté del cómodo mueble en el que mi trasero estaba sentado.

—Si solo me vas hacer preguntas estúpidas, entonces es mejor que me vaya. Tengo demasiadas cosas que hacer, para estar perdiendo el tiempo con tus estupideces—me dispuse a irme, pero él me agarró de la muñeca, deteniendo mi huida.

Tal vez... No sea tan malo estar contigo.Where stories live. Discover now