Capítulo 17: Cada acción, tiene sus consecuencias.

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   La semana pasó bastante rápido, fue semana muy caótica y emocional para todos nosotros, por alguna extraña razón hablar y mediar las cosas toda la semana entre Mi Ra y Hyun Joon no es tan fácil como creí, a tal punto de que todavía ninguno de los dos había llegado a un acuerdo.

Llegue a casa estropeado; estudiar, trabajar, más ayudar con los malditos planes de Hyun Joon me drena hasta la última gota de energía que tengo y no entiendo porque me tengo que meter en cosas que no son mías.

—Lo que me enseñó Steven Universe, no me está ayudando mucho—observé todos mis peluches y mis funkos que tengo en mi librero. —Ojala si todo fuera más fácil.

Me desvestí y me quede como dios me trajo al mundo desnudo, tiré la ropa a la cesta, me bañe, me vestí y preparé algo para comer, envase todo la comida que había preparado demás y agarré mi celular y las llaves del carro y de la casa y salí. Conduje hasta la casa de Mi Ra, desde la semana pasado le comencé a llevar el almuerzo, me da de todo ver como ella hace todas esas cosas estando enferma, verla tratar de luchar por algo que se escapa de sus manos, ella no merece morir no se lo merece.

Deje aparcado el auto una cuadra antes, no quería aparcarlo antes de subir a la colina, porque hace unos días me multaron y no quiero que lo volvieran a hacer, me baje con la comida en la mano y fui directo a su casa. Llegué a la sima con las piernas cansadas y no estoy acostumbrado a hacer estas clases de recorrido, pero todo sea por ayudarla.

Toqué la puerta y ella al verme me sonrió, los dos en esta semana habíamos creado una buena amistad, los dos veníamos de familiares disfuncionales, ella sufrió maltrato, violación, muchos golpes, su madre nunca la apoyó en su escuela la maltrataban, hasta que huyó a la gran Seúl y comenzó una nueva vida, olvidando toda la basura que le hacian en el pasado. Entré y yo le entregue la comida que le había preparado.

—No es necesario que hagas esto. Si él te dice que me traigas comida no lo puedo aceptar aceptarlo—le sonreí algo apenado.

—En realidad fue decisión mía. Sé que estás pasando por algo difícil y quiero ayudarte lo más que se pueda. —Sus ojos se aguaron y no supe que hacer, yo en la vida siempre he sido el que me siente a llorar delante de alguien, pero ahora estoy con una persona que está pasando peores circunstancias que yo en la vida.

—Noona, ¿Cómo conociste a Hyung? —Tal vez no sea buena idea preguntarle, pero soy bastante chismoso no lo voy a negar.

—Dame un momento. Ya te cuento—ella se levantó y comenzó a servir las comida que traje.

—Yo te ayudo.

Ella asintió y fui a ayudarla.

La ayude a llevar toda la comida a la mesa,que ella sirvió los acomode en la mesa, mientras Mi Ra traía al niño. Al ver al bebé lo tomé entre mis brazos, el bebé me vio y se comenzó a reír, provocando que mi corazón saltara de la emoción.

—Hola, Dong Yul cada vez estás más lindo y adorable—él colocó sus manitos en mis mejillas y me las pellizco suavemente.

—A...a... ¡Azul! —Grito de repente, Mi Ra se nos acercó y le entregué al niño.

—Yul, ¿Puedes repetir lo que dijiste? —Él bebé me miró a mí y me sentí por alguna razón muy apenada.

— ¡Azul! ¡Azul! ¡Azul! —grito muy eufórico.

— ¿Por qué te dice azul? —Me pregunto ella, a lo cual yo me encogí de hombros.

—No lo sé, tal vez sean por mis ojos—ella le dio un besito al bebé y comenzó a llorar.

Tal vez... No sea tan malo estar contigo.Where stories live. Discover now