Cada paso, cada escalón que subía y cada roce de mi bota con el suelo, eran un incremento monumental del terror que se desplazaba por cada rincón de mis entrañas. Incluso llegué a tener varios escalofríos seguidos.
— MierdaKuma, ¿Qué pretendes hacer ésta vez? — El golfista estaba en el mismo final del pasillo, hablando al oso bicolor mientras intentaba abrir de cualquier manera posible aquel hueco.
— Tranquilidad manco asqueroso. ¿No ves con tu único ojo que el hueco está cerrado? Deja de forzarlo, ya hemos llegado. — Monokuma apartó a Jashitaro, el cual se fue con nosotros tras dejar delante del hueco al oso.
— BADABIM BADAM BADABIMBOMBAM, ASAJURAKATASUMIRAMIRAMI RAMUUUUUUU— éste hizo algo bastante raro con su cuerpo, como haciendo piruetas. Y tras decir unas palabras algo extrañas y cuyo idioma nadie conocía, el hueco se abrió como una puerta de par en par.— Ooohhhh. BRAVO. — Felix se impresionó y comenzó a aplaudir, como si de un espectáculo de magia se tratase.
— Pasad... pasad... Upupu. — El oso pasó primero, y nos dejó paso a una sala incluso más tenebrosa que todo el piso en general.
Tenía una alfombra negra azabache, cuyo pelaje se notaba frío y áspero. Las peredes eran de madera vieja, húmeda y desprendía ruidos sobrenaturales. Literalmente ningún ápice de luz entraba en esa habitación sin muebles.
En un momento... el ambiente se puso tenso y algo macabro. El oso se puso un traje de... ¿sacerdote? Monokuma comenzó a bailar y cantar en otra lengua y el hueco se cerró, dejándonos encerrados ahí dentro.
— Badím. — por arte de magia, el oso sacó de no se sabe dónde 11 fuegos fatuos azules. — Sentaos cada uno al lado de 1 fuego. — los fuegos se posicionaron a nuestra altura y en forma de círculo.
— AHHHHHH, ESTÁN ENCANTADOS, VUELAN. — Yamagi se agarró de Soren y comenzó a hiperventilar.
Felix puso a su lado a Mitsuki, la cual hizo caso a sus peticiones y se sentó a su lado. Los demás lo hicieron aleatoriamente, ya que el miedo no les dejaba responder con claridad.
— Bien... Empecemos el ritual. No os mováis, os lo aconsejo. — dijo Monokuma. Yo tragué saliva.— ¿R-ritual? — balbuceó Akiyama cómo pudo.
Estábamos sentados en círculo, cada uno al lado de un fuego fatuo. — Bada Bodo Budu Be. — Cuando Monokuma pronunció eso, los fuegos se hicieron más grandes, tanto que parecía que la habitación iba a arder. A Mitsuki se le escapó un gritito de miedo y Yamagi estaba llorando. De repente, no podíamos movernos.
Empecé a temblar, de repente ni siquiera podíamos hablar. Mi cuerpo comenzó a temblar de una manera espectacular, y podía ver los rostros horrorizados de mis amigos, mientras que los 11 fuegos fatuos se movían por toda la sala. Volando.
— Dos... por dos... son 4... 4 almas... corrompidas... Si se ve se esconde, si no se ve sale a la luz. Úsate, úsate. Haz maldad. — 8 fuegos azules desaparecieron, y 4 fuegos se volvieron de color verde oscuro...
Todo se volvió negro, sin vida. No se escuchaba nada. Ni a Monokuma, ni el fuego arder, ni a mis amigos... Hacía frío, la sala estaba profundamente fría y húmeda.
Y tal como perdí la vista, la recuperé, viendo que estaba tirada en la alfombra de esa sala tan extraña.
— Bueno, este es vuestro nuevo incentivo. ¡Disfrutad! UPUPU. Sólo os digo que... No os fiéis de nadie. — Vi con dificultad cómo Monokuma salía de la sala y nos dejaba a todos tirados y muertos de miedo aquí dentro.
Me levanté sobresaltada, con el corazón acelerado, sin saber qué acababa de pasar. Todos estaban tumbados en el suelo, parecían muertos, pero respiraban.
JE LEEST
Danganpad- La era de la matanza
Fanfictie✔Plazas a la Academia Completas✔ 16 almas 16 vidas 16 alumnos 16 personas ¿Matarías por ver a tu familia? ¿Matarías por que nadie supiera tu más oscuro secreto? ¿Matarías por salir de la cárcel? ...¿Matarías?... Esta es la historia de 16 alumnos de...