#4 -Yo en la cima, tú en la tumba (JUICIO P1)

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El pomo giraba con facilidad, o eso vi cuando la mano de Mia se deslizó sobre él. La puerta era azul cielo, y sólo se la veía a ella, en mitad de una luz cegadora que nos impedía ver más allá.
Al abrirla, una brisa fresca pero agradable, inundó mi rostro haciendo pluma de mi pelo y agitándolo suavemente con su mano invisible.
Simplemente se sentía bien, se sentía genial.
Fuimos entrando uno a uno, dando pasos de huevo y aunque con aquel ambiente más relajados, con la espina de la desesperación incrustada en el corazón. Yo entré la última, cerrando el exterior y apagando esa luz cegadora, para adentrarme aqueste lugar de color celeste pastel y con unas telas muy ligeras colgando nadie sabe cómo del altísimo techo que había.

Al adentrarme hacia mis compañeros, me percaté de la peculiaridad de éste fresco lugar. El suelo era cristal, podíamos ver el Castillo a bastantes de kilómetros del suelo. Lo raro era que la Academia no se podía ver...
Yo no tenía vértigo, pero algunos de mis compañeros -de los que no hará falta mencionar- estaban muy acongojados.
En cualquier caso, nuestros atriles eran de madera, normales, al igual que los carteles de nuestros difuntos amigos.
Sin embargo, el trono de Monokuma era tal que unas escaleras enormes que giraban en círculos, y una nube que daba justo encima nuestra. Osea, teníamos en nuestras cabezas al oso cabrón mirándonos fijamente durante todo este Juicio.
"Genial"

— Wow... Está altísimo. — Gareth seguía pegado al suelo y contemplando las vistas, que en su defecto de ser aterradoras, eran sin duda alucinantes.
Monokuma tosió, sacándonos de nuestros pensamientos más profundos, y haciéndonos partirnos el cuello al tener que mirar hacia arriba.
— Bueno, queridos alumnos, ya sabéis cómo va esto. Hoy tengo poca paciencia, así que como me aburra lo más mínimo o como vayáis tan lento que tenga que ejecutaros a todos. Vais a sufrir. Eso es todo. — Nos miramos unos a otros, como si buscásemos la respuesta de "quién empieza".

Creo que todos sabíamos quién tenía que empezar, era de lógica. Y él también lo sabía.
Pero no pude evitar fijarme antes de nada en la manera de nuestros sitios...

Yo, El cartel de Jashitaro, El cartel de Jurawa, El cartel de Tomoko, Felix, El cartel de Izumi, Mitsuki, Soren, Mia, El cartel de Hakuya, El cartel de Akiyama, Yamagi, El cartel de Yoshio, Gareth, Katsumi, El cartel de Reina, y de nuevo yo.

Sí, la muerte me rodea. Antes tenía a Jashitaro al lado, y podía agarrarle su escayola del brazo para no sentirme sola, ahora tengo que apartar el cartel de Amehara Reina para llegar a ver a Katsumi y no sentirme sola.

— En fin. ¡QUÉ COMIENCE EL JUICIO ESCOLAR! — Monokuma dió un mazazo en una nube de algodón que tenía a su derecha, haciendo que muchas pizquitas de polvo con olor fresco cayeran hacia nosotros, e indicando que de nuevo...

...tenemos que decidir.

CUARTO JUICIO ESCOLAR

— Bien. Sé que esperábais que yo hablase. Pero nada de esto tiene que ver con lo sucedido en la Academia, esto tiene que ver con Jashitaro. Y ni Felix, ni Katsumi, ni yo tenemos nada que ver con ese asesinato. — El manipulador tenía razón, hablaremos de eso más tarde, ahora mismo tenemos que tomar riendas de lo que le ha pasado a Jashitaro.

Mia replicó. — Sí muy bien pero tú también has estado investigando y no has encontrado nada. Encima de asesino, inútil. — Rodó los ojos y vi que Soren apretó los dientes, pero no saltó. Gareth se aclaró la garganta. — En ese caso, yo sí que he encontrado cosas, y Katsumi también. Pero creo que antes de sacar todas las pruebas, tenemos que decidir por dónde empezar.

Todos callaron, de nuevo mirándose unos a otros sin saber por dónde empezar. Yo simplemente di una idea que me pareció buena. — Podemos empezar por la hora de la muerte, es algo que me atormenta.

Danganpad- La era de la matanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora