Capítulo XXI

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Sábado 2 de abril del 2016

Terminé de aplicar la última capa de labial sobre mis labios cuando el claxon del auto de Skyler sonó afuera de mi casa.

Me di una última mirada en el espejo, tomé la pequeña bolsa de la mesa, metí las cosas que había dejado sobre mi cama a esta y salí de la habitación.

Bajé las escaleras y divisé a Jayden parado en la puerta mirándome con curiosidad.

—¿Sólo llevarás eso? —señaló mi ropa— Está helando ahí afuera.

—No —alargué acercándome a él—, pensaba llevar —estiré mi mano por su espalda y descolgué el abrigo del perchero—... esto. Pero hay alguien obstruyéndome el paso.

Comenzó a reír con diversión y negó varias veces.

—¿A qué hora vas a volver?

—No lo sé, la fiesta es a dos horas de aquí.

—¿No podías ir a una fiesta a diez minutos como una adolescente normal? —llevó su mano a su rostro y yo comencé a reír.

—¿Algo más que quieras saber, mamá?

Me miró con el ceño fruncido, reí.

—Solo contesta tu teléfono cuando te llame

—¿Eso es todo?

Suspiró.

—Diviértete.

Se alejó varios pasos de la puerta permitiéndome salir. Era cierto, estaba helando afuera.

—Te veré más tarde, Ed Sheeran.

—¿Cómo se supone que debería llamarte yo? ¿Mozart?

Comencé a reír estruendosamente y negué repetidas veces.

—¡No quiero visitas conyugales de cierta rubia en mi casa! —grité corriendo hacia el auto de Skyler.

—¡Kelsey! —me reclamó riendo un segundo antes de que entrara al auto de la castaña quien me miraba divertida.

—Parece que tú y el Dios griego se llevan mejor.

Pisó el acelerador y comenzamos a movernos por la calle hacia nuestro destino.

—Es Jayden.

La velocidad del auto cambió bruscamente.

—¿Qué dices?

Me giré a mirarla.

—Jayden —repetí riendo—, ese es su nombre. 

La mirada verdosa de mi mejor amiga se encontraba expectante sobre mí, una sonrisa se dibujó en su rostro.

—Yo no creo que sea una bacteria.

Rodé los ojos y me giré a mirar al frente.

Luego de un largo camino de dos horas con Skyler hablando de lo idiota y gracioso que había sido Ethan ayer que salieron "amistosamente" al cine por fin logramos llegar a las cabañas.

—... y entonces dijo un chiste tan malo que el helado se le salió por la nariz, fue asqueroso, pero también fue gracioso. Pero dejando de lado eso, fue un idiota.

—Skyler, cielos, por favor, basta —le detuve—. Admite que estás enamorada de Ethan de una vez.

—¿Qué dices? —negó— Eso es absurdo.

—Hablaste dos horas ininterrumpidas de su cita "amistosa" de ayer, que estoy segura de que no tuvo nada de amistosa.

—¡Claro que fue amistosa! Ethan y yo sólo somos amigos.

CustodioWhere stories live. Discover now