Posesivo

[29] - Vengado

[29] - Vengado

Kieran POV

Observé cómo Aiden eliminó al último de los hombres de Antonio, con toda la emoción vacía de su rostro, excepto el miedo sin adornos que se había escrito sobre él. Estaba temblando, y estoy seguro como el infierno no era por tener frío. No podía culparlo tampoco, simplemente le disparó a alguien por primera vez, o debería decir algunos, como en varias personas. Y por mucho que me gustaría, no había tiempo para detenerme realmente en el asunto. Antonio volvería en cualquier momento y si no aprovechara esta oportunidad ahora, nunca sería capaz de atraparlo de nuevo. Si viniera aquí y viese este lío, estoy seguro de que estaríamos perdidos.

No estoy diciendo eso solo porque estoy atado y Aiden parece listo para marchitarse hasta que se convierta en nada más que una mota de polvo, pero porque cuando Antonio vuelva y vea qué sucedió, seguramente sacará su arma que guarda en su bolsillo delantero y nos matara instantáneamente. No perdiendo más tiempo del que ya tengo, intenté liberarme del agarre que las cuerdas tenían sobre mí, pero resultó ser difícil así que llamé a Aiden cuando su conmoción se fue despejando lentamente. "Genial, ¿ahora puedes desatarme?"

Algo pareció registrarse en Aiden cuando mi voz sonó y trató de llegar a mí lo más rápido posible. Sabía que todavía estaba demasiado débil, débil por el narcótico con el que lo habían administrado para realmente no moverse físicamente, dejándolo avanzando lentamente hacia mí. Ni siquiera estaba a esa distancia, pero sus movimientos aún no eran tan rápidos como me gustaría. Sin embargo, no tenía necesidad de apresurarlo, no era su culpa que su cuerpo estuviera en la condición en que se encuentra ahora. Es culpa de Antonio y él va a pagar, pagar sin valor si tengo algo que ver con eso. Todo es su culpa. El cuerpo de Aiden no sería completamente funcional durante mucho tiempo.

Aiden estaba obviamente petrificado en este momento, por lo que la sangre alimentando mi cuerpo cuando él comenzó a desatarme era innegable. Quería sangre en mis manos, la sangre de Antonio para ser exacto. Quiero que sufra como lo hice cuando tocó a Aiden de una manera que solo yo pude. Solo el pensamiento de lo que le hizo a mi Aiden hizo que mi sangre se apresurara e hirviera, sin dejar espacio para la conversación sobre el asunto. Voy a matar a Antonio de maneras que ningún humano puede describir.

Aunque no estaba en mi estado físico completo en este momento, no después de lo que me habían hecho, era más fuerte que Aiden. No habían adormecido mi cuerpo como lo hicieron con el suyo, e incluso a pesar del dolor estaba decidido a mantener este frente. No mostrar debilidad, ni dolor ni nada por él estilo.

Cuando sentí que la cuerda ya no estaba presionada contra la piel de mis muñecas, me levanté lo mejor que pude, pero solo tropecé un poco. Lo culpé por la falta de movimiento de mis piernas durante los últimos dos días, pero obviamente fue más que eso. Sin embargo, no importa, estoy decidido a sacar a Aiden de aquí, donde esté a salvo una vez más, no antes de matar a Antonio, incluso si cuesta mi último aliento.

Claro, mi cuerpo me gritaba que no me moviera más, pero no soy completamente incapaz de moverme como Aiden. Cuando me levanté de la silla a la que recientemente estaba atado empecé a caminar hacia la pequeña pistola, cualquier arma era mejor que nada en absoluto. No me permití cojear, no delante de Aiden. Aiden primero, mi cuerpo era lo último. Yo fui quien causó todo este desastre y voy a terminarlo de una vez por todas. Nadie se atreverá a pensar dos veces antes de volver a tocar a Aiden o a mí, me aseguraré de eso.

Antonio también se arrepentirá de vivir una vez que haya terminado con él.

Puedo preocuparme por todo lo demás más adelante, ahora mismo solo necesito encontrar a Antonio y hacerlo pedazos. Hacerlo rogar por su vida. Lo que le hizo a Aiden nunca se comparará con lo que le haré cuando encuentre al pervertido que decidió incluso señalar lo que es mío. Cruzó una línea que no debería tener y ahora iba a sufrir una muerte muy cruel.