Posesivo

[16] - Tormenta

La subida al ascensor me sacó de mis problemas, y lo de qué demonios estaba pasando con mi novio en este momento. Todo lo que podía pensar era que había hecho algo mal, o que había algo que lo había molestado. No puedo recordar hacer algo que él no aprecie de mí, entonces, ¿qué estaba pasando realmente aquí?

Kieran forcejeó con la llave mientras abría la puerta de entrada, abriéndola y rasgándose la chaqueta en un abrir y cerrar de ojos. Entré en el apartamento, cerre la puerta detrás de mí, pero antes de que tuviera la oportunidad, sentí unos labios apretados sobre los míos.

Está atrapado entre Kieran y la pared, luchando contra su firme agarre sobre mí; ¿Qué demonios estaba pasando con él? Puse ambas manos a cada lado de sus omóplatos con intención de alejarlo para interrogarlo, pero él estaba teniendo algo de eso. Después de unos momentos, se puede sentir que lo cedió y lo devolví el beso. Desestimé todas las preguntas que pasaron por mi cabeza y me perdí por completo.

Mi espalda estaba presionada contra la pared justo al lado de la puerta principal, las manos de Kieran recorriendo cada centímetro de mi cuerpo, y mis dedos entrelazados en su cabello en una colisión desordenada. Nada acerca de este beso fue lento, apasionado o amoroso; todo este beso fue simplemente descuidado y Kieran nunca se detuvo, incluso cuando mi suministro de oxígeno se acortaba.

Honestamente, no quería que aparte sus labios del mío, quería que este beso durara un milenio y algo más, pero mi falta de oxígeno no me dejaba seguirlo. A mi pesar, tiré de su cabello, esperando que se separaran sus labios de los míos por un corto segundo para poder recuperar el aliento. O Kieran entendió lo que yo quería, o también se vio privado de oxígeno cuando desconectó nuestros labios, pero no se detuvo. Continuó su camino por mi mejilla, hacia mi cuello, sin tomar ni un respiro.

Mi respiración se volvió dificultosa cuando lo sentí rechinar en mí, y la forma en que sus labios se presionaron contra mi cuello, probablemente dejando una marca tan obvia en el proceso. Su cara estaba presionada contra mi cuello mientras inhalaba, hablando con mi olor, supuse. Después de eso, los labios no fueron más que rudos mientras que continuaba besando mi cuello, dejando más que suficientes para mí.

Pronto, mi suéter fue deslizado por mi hombro, solo para aterrizar en el suelo en un montón de segundos después. Entonces mi camiseta fue la siguiente. Todo mientras perdí el contacto que los labios de Kieran daba a cada parte de mi cuerpo; Solo necesita más de esto. Lo que trajo todo esto, no podría decir que yo estaba quejandome mucho. Claramente, lo estaba disfrutando más de lo que debería haber sido.

La ropa se deslizó, los besos se intercambiaron, y pronto la suficiente lujuria fue lo único que usamos cuando Kieran me levantó el piso y nos llevó a la habitación que había llegado a conocer tan bien. Habíamos hecho esto, en esta misma cama, muchas veces antes de que realmente perdiera la cuenta. Esta vez, sin embargo, fue diferente; esta vez iba a ponerse más caliente que nunca, podía sentirlo.