Posesivo

[27] - No puedo

Maratón (2/3)

[27] - No puedo

"Oh Dios" jadeé, dándome cuenta de que todavía no me había movido, ya que reuní la energía suficiente para maniobrar hacia él. No era la mayor energía, y con la falta de comida, agua y agotamiento físico, me sorprendió que incluso lo hiciera, a pulgadas, pero lo hice.

Fue justo ahora que me di cuenta de que habían dejado a Kieran caer de su posición colgada y lo habían atado en una silla. Era bastante obvio que esta no era una posición permanente, pero fue suficiente para poder tocarlo, algo que no había podido hacer por lo que me pareció una vida. Y estaba lo suficientemente agradecido de que nadie realmente trató de evitar que lo alcanzara.

Me resultó extraño ver a Kieran así, que fuera torturado. Siempre fue tan fuerte conmigo, como otra versión de Superman, mi propia versión personal. Pero incluso los más fuertes tenían sus puntos de quiebre y supongo que yo era el suyo, para no sonar tan llenos de mí ni de nada. Él me había protegido de casi todo, y no podía pedirle más. Hoy realmente me di cuenta de lo angustiado que estaba al verme pasar por lo que hice ayer.

Kieran no estaba completamente débil, supongo, porque cuando se inclinó hacia mí y me levantó para que estuviera sentado en su regazo, realmente se dio cuenta de que lo que pasó nunca lo dañó cuando su cuerpo estaba apagándose. Todavía era físicamente fuerte para levantarme, y estaba agradecido de que no estuviera tan malos daños. O eso o él estaba actuando como si nada le doliera y reteniendo el dolor por mi bien.

"Voy a sacarnos de aquí, lo prometo" susurró contra mi oreja. Me quedé sin aliento y un llanto de lágrimas quiso desatar, pero hice todo lo que estaba a mi alcance para contenerlos, pero la voz tranquilizadora que sostenía Kieran había resquebrajado algo en mí. La forma en que sus brazos estaban fuertemente envueltos alrededor de mí, su pecho desnudo presionado contra mí, y su respiración entrecortada contra el costado de mi cuello se sentía demasiado familiar, incluso acogedor. Pero demasiado pronto, terminó cuando lentamente me alejaban de él.

Para mí, parecía que el tiempo se estaba ralentizando mientras literalmente me sacaban del sangriento pecho de Kieran. "Déjalo ir" gruñó Kieran, dándole al hombre detrás de él una mirada asesina. En ese momento, me soltó y me tumbé nuevamente en el suelo. Los brazos que me sostenían antes, que evitaban que me cayera, ya no estaban a mi alrededor, dejándome con frío, y comencé a temblar por la ausencia de calidez.

Mi mente comenzó a tambalearse repentinamente con algo, algo a lo que no le había prestado mucha atención, dejándome completamente confundido. ¿Por qué estoy tan débil? Claro, es posible que no tenga agua ni alimentos en mi sistema para que siga funcionando y me duele todo el cuerpo, pero he sufrido innumerables palizas para poder caminar, o incluso levantarme. ¿Por qué no podría ahora? Seguramente no puedo ser tan débil. Incluso me dieron patadas en la cara, costillas, y cada parte del cuerpo fue nombrada y todavía pude llegar al baño. ¿Qué demonios es lo que me pasa?

No tuve mucha oportunidad de detenerme en el pensamiento mientras hablaba el señor como sea que se llamara. "Mira, puedo ser agradable, te dejo tener tus pocos minutos, pero ahora es el momento de separarlos" soltó el hombre, pero la mirada molesta en su rostro me hizo creer que no estaba nada divertido en este momento. "Solo tengo una pregunta para ti, Aiden" dijo el hombre, mirándome directamente.

"No respondas nada de lo que él pregunta" dijo Kieran, mirándolo fríamente.

"No seas tan hostil ahora Kieran, es solo una pregunta simple" ahora se volvió hacia Kieran, luciendo menos que perplejo. "Ahora, Aiden, solo quiero saber por qué estás con Kieran aquí. Seguramente sabes lo que hace para ganarse la vida, y cualquier persona razonable no estaría con alguien como él.
Así que mi pregunta es ¿por qué? ¿con él?"