Capitulo 24.

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-Todo esta bien,- me dijo Benedict, casi oscurecía y aún no había recibido noticias suyas. - Ha respondido bien al trasplante y es probable que con las quimioterapias retomen en donde se quedaron, no será necesario que inicien otra vez.

-¡Dios! Es bueno saberlo, muchas gracias Ben. De corazón.- le dije aliviada. El guardó silencio un momento.-¿Qué? ¿Qué sucede?

-Alex, es sólo que todo el mundo está actuando muy extraño. ¿Qué sucedió?

-¿Qué? No se de qué me hablas.

-Mel no paraba de discutir con Tom. ¿Qué se traen ellos dos?

-¿Qué le decía?- pregunté con ansias de saber.

-No alcancé a escuchar bien, sólo que ambos debían explicarte. Alexa ¿están todos bien?

-Bueno, sólo están saliendo es todo.- solté con un dejo de dolor en la voz... Y en el corazón y en la mente y en todos lados.

-Oh... Lo siento.- dijo después de un momento.- ¿Estas bien?

-Si, completamente.- mentí.- ¿Por qué lo preguntas?

-Por lo que hablamos.

-Ben no creo sensato hablar de eso ahora- dije soltando una risotada nerviosa.

-De acuerdo, esta bien. ¿Cómo estas? ¿Necesitas algo?

-Todo esta bien Benedict, no te preocupes. Sólo mantenme informada de Ari.

-De acuerdo. Te dejare descansar. Te quiero.

-También te quiero. Adiós.- colgamos.

Estaba recostada en la cama y me pasé una mano por la frente. ¿Era tan notorio que estaba perdidamente enamorada de Tom? Demonios...

Entonces me sumergí otra vez en aquella época en la que fuimos amigos.

Todo era tan tranquilo y agradable, nos llevábamos bien y extrañaba aquello. Me di cuenta de lo mucho que yo había cambiando desde entonces.

Ya no era aquella chiquilla bromista, nerviosa e inmadura. Ahora era más estúpida...

Extrañaba a Tom, a ese Tom que conocí en casa de Joss Whedon y también extrañaba a Alexa, la que trabajaba en la cafetería. Sólo quería volver el tiempo atrás y estar devuelta en la placita Olvera a lado de la señora Sánchez y festejar el cinco de Mayo en el mercado.

Sin dolor, sin remordimientos, sin amistades perdidas...

Unos golpecitos se escucharon en la puerta y abrí los ojos para ver quien era.

-¿Puedo pasar?- preguntó Mel en voz baja. Asentí y ella se sentó en la cama.- Alex, te debo una explicación.

-Mel, ahora no de verdad.- rogué exasperada.

-Alex, no quiero perder tu amistad por un error.- me tomó la mano.- En serio, Tom y yo no estamos saliendo, sólo le estaba ayudando.

-¿Ayudando? ¿A qué?- me senté en la cama mirándola fijamente a los ojos.

-Emm... no puedo decírtelo, pero te juro por mi vida que no ha pasado nada ni pasará.- sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas.

-¿Por qué estaba en tu habitación a las. dos de la mañana?- Mel bajó la vista, apenada.

-Se que no fue el mejor de los panoramas. Estábamos platicado, es todo.- sonaba sincera.

-¿Pero a las dos de la mañana?- insistí alzando una ceja.

Suspiró profundamente con los ojos cerrados mientras se limpiaba las mejillas.

-Tom... Tom me pidió ayuda, es todo, la única manera de poder vernos era a escondidas, todo el día estas aquí y ayer vino a verme para contarme. Lo invité a pasar porque se suponía que tu estarías dormida.

-¿Por qué necesitaría tu ayuda?- el enojo había pasado, ahora sólo sentía curiosidad. Mel sonaba bastante sincera a decir verdad, y yo me empecé a arrepentir de todo lo que había pensado sobre ella.

Pero ella negó con la cabeza mirándose las manos.

-No puedo decirte, sólo... No pienses mal de mi Alex. Te lo suplico.

-Mel, tu me conoces. Sabes todo lo que pasó entre Tom y yo, sabes lo mierda que me sentí desde Santa Mónica.- ambas estábamos llorando.- Desde aquel día en NY, sabes que Tom ha estado en mi vida.

-Lo sé Alex, ¿crees que soy tan estúpida para perderte? Jamás te haría algo así. Eres lo único que tengo ahora.

-Mel, sólo no me lastimes más. Dime que hacías con Tom en tu habitación.

-Platicaba sobre ti.

-¿Qué es lo que me busqué yo sola?- pregunté recordando la voz de Tom.

-Sólo no pienses mal de mí, es lo único que puedo decirte.

De acuerdo, no podía sacarle más información a Mel, sabía que no me lo diría. Si Tom le había pedido que guardara un secreto eso era exactamente lo que Mel haría. Suspiré en señal de rendición, yo confiaba en Mel ahora, siempre lo había hecho. Sabía que me decía la verdad sobre ella y Tom. Ahora sólo quería saber que es lo que se traía entre manos él.

Le tomé la mano y ella alzó la mirada, nos sonreímos de lado y se lanzó a abrazarme. Le correspondí el abrazo fuertemente mientras ella susurraba que la perdonara.

-Somos unas colegialas.- dije y ella soltó una risotada limpiándose las lágrimas. Se recostó a mi lado y tomó más fuerte mi mano.

-¿Qué fue lo que sucedió en el hospital? No nos dijeron nada y Benedict, es una tumba.

Guardé silencio momentáneamente tomado aire, era doloroso recordar lo que acababa de suceder. Pasé una mano sobre mi vientre vacío.

-Sucedió que... Bueno, tu sabes.- dije tomando su mano fuertemente.-Sufrí un aborto.- y comencé a llorar otra vez. Sentí a Mel recargar su cabeza en mi hombro y rodear mi cintura abrazandome acostadas.

-Lo siento mucho amiga. En serio.- ella también lloraba.

-No es tu culpa. Son sólo... eventos desafortunados.- cité a Ben y me dolió aún más. ¿Cómo hubiera sido tener un hijo de él? Seguramente muy extraño, mi vida era muy extraña. Yo me sentía muy extraña. Todo el mundo era muy extraño.

Pero también era algo que había pensado mucho antes de que sucediera todo aquello, incluso antes de conocerlo. Recordé que Benedict Cumberbatch siempre había sido parte de mí.

-¿Quien está con Ari?- pregunté después de un rato, ya más calmada.

-Ben, ni Tom ni yo nos pudimos quedar así que él decidió quedarse. Tom tenía que irse a NY y yo quise venir. En la mañana darán de alta a Ari.

-Mi pobre bebé, me merezco todo lo que me esta pasando. Soy una terrible persona... Y actriz.

-Alex no inventes, son pruebas de la vida. Es todo. - dijo tras una carcajada.- Sólo están midiendo tu fuerza.

-¿Puedes quedarte aquí conmigo? Te necesito.- le pedí y ella asintió tomándome entre sus brazos y acariciando mi cabello hasta que me quedé dormida.

A la mañana siguiente, me metí a bañar aún dolorida, no sabía a qué hora Ari estaría lista así que me había levantado muy temprano. De cualquier manera Mel no me dejó acompañarla por ella y la esperé en casa.

Cerca de las tres de la tarde, llegaron junto con Ben, Ari venía dormida en sus brazos y Mel traía bolsas de comida.

-Hola,- saludó Ben con un abrazo.- Lamento la tardanza, Mel no podía decidirse.

La miré y ella me sonrió apenada.

-Sólo quería traer tu comida favorita, pero... tienes demasiadas.

-Te quedas a comer, ¿verdad?- le pregunté a Ben y él asintió agradecido.

Si bien no habíamos vuelto, ahora podía permitirme decir que éramos amigos. Y me agradaba la idea de tenerlo como amigo, porque Ariana no paraba de hacerme preguntas sobre él y yo ya me había cansado de mentirle.

Benedict era la mejor persona que había conocido en todo el mundo, y ahora debía pensar en acomodar las cosas primero conmigo antes de hablar con alguien más.

No happy endings for me? (Tom Hiddleston/ Benedict Cumberbatch Fan Fic)Where stories live. Discover now