Capitulo 38.

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Mel rompió en carcajadas después que le conté el debut de Katie como niñera, sin duda Mel me hacía falta pero yo sabía que no podría retenerla por siempre a mi lado, ella debía seguir con su vida.

-Pobre de Katie, un día más y terminaría con canas verdes.- me dijo mientras arrullaba a Ari entre sus brazos.

Su padre aún estaba en el hospital, según los doctores cada día peor. Mel estaba devastada, así que la convencí para que me acompañara con Anthony. Aparcamos frente a su casa, siguiendo las indicaciones del GPR del coche. Me bajé ansiosa y Mel también con Ariana en brazos.

-Será maravilloso volverlo a ver.- dije mientras sostenía un pastel de chocolate, cómo con el que nos habíamos conocido.

-Después de tanto tiempo.- dijo Mel taciturna.

-Hey, Mel.- la obligué a que me mirara.-Sólo será un momento, después nos iremos al hospital. Lo prometo.- ella asintió y la abracé con un sólo brazo.

Toqué la puerta y esperé a que mi viejo amigo Anthony me abriera.

-¡Alexa! Que maravilla tenerte aquí.- dijo una vez que estuvo frente a mi con una enorme sonrisa y los brazos abiertos.

-Anthony, ¿Cómo haz estado?- me lancé a sus brazos abrazándolo fuertemente.

-De maravilla, pasen. Hola querida.- saludó a Mel también de un abrazo.- Ella debe ser Arianita.- dijo observando la espalda de la niña.

-Si, esta dormida. Pero te traje un pastel.-Se lo mostré sonriente y soltó una sonora carcajada.

-Por supuesto que lo hiciste. Eres un encanto querida.- tomó el pastel y nos dirigió a la cocina una vez que le indicó a Mel que podía recostar a Ari en el sofá.-Cuentenme, ¿Cómo es la vida de una celeridad?- dijo mientras partía el pastel y nos ofrecía un trozo a cada quien.

Después de dos horas que me parecieron dos minutos tuvimos que marcharnos, como le había prometido a Mel.

Anthony quedó maravillado con Arianita y esperaba que pronto nos volviéramos a ver.

Cuando subimos al coche, me sentí un poco desorientada de subirme nuevamente del lado izquierdo para poder encenderlo.

-¿Qué pasa?- preguntó Mel cuando se subió a mi lado.

-No se cómo... ¡Mel es tan difícil!.- dije buscando algo desesperada en el volante.

-¡Ay, no es por coche! Ya suéltalo.- dijo poniéndose el cinturón y observándome fijamente. Dejé salir un suspiro cargado de desesperación.

-Benedict lo sabe.- recargué la cabeza en el volante con los ojos cerrados.-Y me odia, espero poder hablar con él el próximo sábado.

-¿Te dijo que te odiaba?

-No pero... Me vio como si fuera el ser más repugnante de la tierra.

Encendí el coche por fin y salimos de Rhodeo Drive. Le conté nuestra pequeña aventura en el London Eye y se quedó en silencio pensativa.

-Es que siempre encuentras el peor de los momentos para decir las cosas.

-Soy una idiota.- solté un suspiro mientras entrábamos a la calle de Mel.

-¿Qué es una idiota?- preguntó Ari.

-¿Qué? Ariana, no te puedes meter en la conversación de los adultos- la regañé observándola por el retrovisor y Mel me miró negando con la cabeza.

-Idiota es una mala palabra Ari, no la digas nunca.- dijo en tono severo y me sorprendí un poco.

Afortunadamente el padre de Mel se recuperó pocos días después y ya estaba en casa con su familia. Yo todo el rato que estuve en LA me quedé con la Sra Sánchez. Después de tanto tiempo ella no había rentado mi habitación nuevamente con la esperanza de que volviera para visitarla. Después, fue ahí donde me di cuenta de que siempre tuve una familia. La Sra Sánchez, Anthony, Mel...

No happy endings for me? (Tom Hiddleston/ Benedict Cumberbatch Fan Fic)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum