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La hora del almuerzo llegó. Como siempre Kyungsoo fue el que cocinó, mientras sus inútiles compañeros estaban encerrados en sus habitaciones.

— ¡El almuerzo ya está listo! ¡Trío de inútiles! ¡Al menos pongan la mesa! — Kyungsoo sonrió después de expresarse libremente y se metió a la cocina de nuevo.

— ¿Quieres, por favor, no hacerle saber a los vecinos que somos unos inútiles? — Xiumin entró a cocina con los ojos hinchados.

— No esperes que te pregunte si estuviste llorando — avisó Kyungsoo, mientras movía la salsa en la olla — Sé que estuviste durmiendo.

Xiumin lo empujó para advertirle que se callara. En ese momento entró Baekhyun; el ambiente se puso incómodo cuando Xiumin y él intercambiaron miradas.

— Dios santo, ¿quieren dejar esa idiotez y ser felices juntos de una vez? — refunfuñó Kyungsoo.

De todas las peleas que habían en el departamento, Kyungsoo siempre era el que estaba al medio y siempre querían obligarlo a escoger un bando.

— Claro, cuando el roba novios, digo, Xiumin, acepte que el príncipe no es suyo — Baekhyun tomó los cubiertos del cajón y se dirigió a la mesa de plástico que tenían en la cocina.

— Bueno, tampoco es de LuHan. — susurró Xiumin, limpiando las migas del desayuno.

— Sí es de LuHan, el príncipe lo ama más que a nada. Él ni siquiera sabe que existes. — incluso Baekhyun supo que se había pasado de la raya.

— ¡Baekhyun! — lo reprendió Kyungsoo. — ¡Discúlpate!

Aún así, Baekhyun no pensaba hacerlo. — No.

— ¡No quiero tus disculpas falsas de todos modos! — le gritó Xiumin de vuelta — No te creas la última maravilla, Byun. ¡Porque Lord Chanyeol tampoco sabe de tu existencia!

Baekhyun abrió la boca indignado. Lord Chanyeol era el primo del príncipe SeHun, y Baek había caído flechado por el hombre cuando lo vio en la televisión.

— ¡Eres una bruja!

— ¡Deja de hablar como si fuéramos mujeres! ¡Somos hombres! ¡Tú eres el único que quiere ser mujer aquí!

— Mira quién va a hablar, ¡mejillas de chica obesa!

Kyungsoo no sabía cómo detener todo eso. Y a decir verdad, temía que empezaran a golpearse en la cocina y tiraran la comida.

— ¿¡Qué demonios pasa aquí?! — LuHan entró, con el pelo despeinado y si remera grande dejando ver su blanquecino hombro suave.

— Que bueno que estás aquí, Lu. Haz que paren, me estoy volviendo loco. — Kyungsoo corrió junto a LuHan y se ocultó detrás.

— Chicos, ¿qué pasa? ¿Ahora por qué están gritando?

Baekhyun no sabía si debía decirle lo que estaba pasando. Pero supuso que no. Después de todo, Xiumin jamás lograría tener al príncipe.

— No es nada, Lu. Sabe que siempre peleamos por todo. — Baekhyun sonrió y siguió con su trabajo en la mesa.

Xiumin pareció pensar como Baekhyun, porque simplemente asintió y siguió con su deber. Kyungsoo suspiró, pensando que todo había terminado al fin. Sirvió el almuerzo y los cuatro se sentaron a comer.

— ¿No qué no pensabas salir? — se burló Baekhyun.

— La comida me llamaba, pero no te preocupes, volveré a mi cueva. — LuHan comió con gusto, mientras Xiumin y Baekhyun se lanzaban miradas desdeñosas.

Prince's Boy • HunHan •Where stories live. Discover now