Especial 👑

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Lo prometido es deuda. ❤️











LuHan y SeHun estaban cumpliendo 7 años de matrimonio. La familia real haría una fiesta en el palacio y LuHan estaba totalmente emocionado por ver a sus amigos de nuevo. A pesar de que los veía siempre que podía.

Lo único que detestaba era el traje que debía llevar para recibir a todas esas personas importantes. Nunca había podido acostumbrarse a las costumbres estilísticas de la realeza.

—Su majestad —la chica encargada de su ropa entró a la habitación después de tocar y dejó el impecable traje negro en la cama. —Su traje está listo. ¿Desea que lo ayude a ponérselo?

—No, gracias. Lo hago yo —LuHan siempre había odiado que las criadas lo vistieran. Le había dejado claro a SeHun que no iba a volverse un hombre que necesitaba que lo vistieran o le dieran un baño.

La chica le hizo una reverencia antes de irse. LuHan observó el traje con odio, pero suspiró porque era su deber como rey consorte. No podía ir con vaqueros y una camisa barata. Vaya escándalo que sería aquel. Ya podía ver los titulares en los periódicos.

"¿El rey LuHan aún no puede adaptarse? ¿Es eso una señal?"

El rey se estremeció al imaginarlo. Ya había tenido suficiente de los paparazzi. Se había mantenido con la cabeza baja los 7 años que había formado parte de esta familia, pero siempre había algo que hacía que miraran hacia él. Incluso si salía a regar las flores del enormes jardín, las fotos ya estaban en Internet al día siguiente.

—¡Papi! —Ying entró corriendo, llevando su pequeño traje de gala, con un bonito moño en su cuello. —¡Papá quiere que use esos feos zapatos! Le dije que no y salí corriendo.

LuHan había acostumbrado a Ying a usar Converse como él, y ahora odiaba tanto los zapatos como él. No se arrepentía de nada. Se arrodilló frente a él con una sonrisa. —Bien hecho, cariño —le susurró.

—No lo alientes —SeHun apareció, vestido y listo para salir y brillar como el buen rey que era. —Sé que esto es culpa tuya.

LuHan se encogió de hombros —¿Qué esperabas? Es mi hijo. —le dio un beso a Ying antes de ponerse de pie de nuevo. Se acercó a SeHun y le arregló la corbata, estaba un poco chueca. —No le obligues a usar esas porquerías hasta que sea mayor, SeHun. Hazlo por mí.

SeHun sabía que no podía resistirse a su esposo, y mucho menos a su pequeño hijo. —Dios, está bien. —dejó caer los zapatos negros y tomó a LuHan de la cintura —Pero si se pone rebelde a la hora de ponérselos en un futuro, tú vas a arreglarlo. Un príncipe debe vestir siempre elegante.

LuHan rodó los ojos —Patético —se burló —Ahora, ¿pueden salir de aquí para que pueda vestirme? —SeHun se inclinó para darle un beso en los labios. Sentir los labios suaves de su esposo era lo mejor del día, además de ver a sus pequeños. No importaba que tan ocupados estaban, siempre había un momento que guardaban para el otro.

—Ew —escucharon decir a Ying.

—Ying, ¿Por qué no vas a tu habitación y te pones los Converse que querías? —lo despidió SeHun.

—Yo me encargo, su majestad —la chica de antes volvió y tomó la mano de Ying —Vamos, su alteza. —le dijo.

—¿Vas a usar el traje? —SeHun vio la ropa en la cama y rezó en sus adentros para que LuHan lo hiciera.

—Sí, pero no porque quiero. Sólo lo hago por ti.

—Gracias, mi precioso rey.


















Prince's Boy • HunHan •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora