Prince's Boy • HunHan •

👑 4

SeHun llevó a LuHan al palacio en Seoul. Fue un largo camino que recorrer; apenas habían salido del departamento, los periodistas se abalanzaron sobre ellos como animales salvajes. Los guardaespaldas del príncipe apenas podían controlarlos. LuHan incluso sintió cómo uno de ellos lo tomó de la manga de la sudadera. SeHun quitó la mano del hombre cortésmente y se puso detrás de LuHan para evitar que pasara de nuevo.

- Lamento todo eso - se disculpó SeHun, cuando llegaron al coche.

LuHan habría pensado que sería una limusina extremadamente lujosa, con policías escoltándolos hasta el palacio. Pero no hubo nada de eso. El coche de SeHun se trataba de un Jeep Commander, muy común, sus guardaespaldas ni siquiera subieron al mismo coche y no había policías escoltándolos.

- Hm... Está bien - respondió el tímido y nervioso chico.

- ¿Hubieras preferido que traiga uno de mis coches de colección? - preguntó entonces, el príncipe.

Su mirada estaba fija en el camino, pero LuHan notó cuando lo vio de reojo. Sonrió tímidamente.

- No, me gustan los Jeep. - susurró.

SeHun sonrió. - Puedo regalarte uno en tu cumpleaños, si quieres.

LuHan abrió los ojos impactado - No - negó con la cabeza y las manos a la vez - No quise darte una indirecta o algo así. No quiero un coche nuevo, gracias.

SeHun soltó una risa - Sé que no querías darme una indirecta.

LuHan asintió sin saber que debía decir ahora. Sus dedos se buscaron entre ellos en su regazo y comenzaron a moverse con los nervios en punta. Abrió la boca después de pensar en algún tema para hablar, pero su conversación sobre perritos se vio interrumpido por unos coches llenos de periodistas que arriesgaban sus vidas sentándose en las ventanas de los coches para tomar una foto de ellos.

- Que molesto - escuchó decir al príncipe.

LuHan se acercó más a la ventana sólo por curiosidad, las cámaras rápidamente se dirigieron hacia el. LuHan retrocedió un poco asustado y se hundió en el asiento. SeHun sonrió enternecido.

- Lo siento, sé que esto es por mí, pero no puedo pararlos. - se disculpó por segunda vez en 20 minutos.

LuHan negó - No, está bien. Supuse que ser amigo del príncipe conllevaría algunas cosas más.

LuHan pudo ver claramente cómo las manos de SeHun se apretaron alrededor del volante.

- Amigo - lo escuchó susurrar. Había sido un casi imperceptible susurro, pero LuHan siempre había sido bueno escuchando. Fingió que no lo había escuchado y se asomó a la ventana de nuevo.

- Así que hoy... Diste el anuncio - recordó LuHan.

- Ah, sí. Era mi deber hacerlo. Jamás tendrás la confianza de tu pueblo si tienes secretos. - SeHun se veía muy concentrado en la carretera y el tráfico.

- ¿Cómo estás seguro de que... eres homosexual? - preguntó LuHan. - Quiero decir, podría ser una etapa. - se aseguró de mantener la vista en las calles llenas de personas que tenían un día normal en sus vidas.

- No es una etapa. - respondió el príncipe.

- ¿Cómo lo sabes? - contraatacó LuHan.

- Cuando te veo... - la voz de SeHun se hizo más seria - Olvido nuestras diferencias sociales. La frialdad de los palacios en los que vivo desaparece para dar lugar a la calidez que me das. Tu forma de vestir, hablar, hacer gestos, incluso la forma en la tratas de evitarme aveces, me llena de emociones. En mi trabajo, en mi vida, las emociones son algo de lo que tenemos que carecer. - el príncipe paró en una luz roja y se volteó para ver a LuHan - No podemos tener demostraciones de cariño en público, ni siquiera podemos reír libremente. Debe ser una risa sutil y moderada. ¿Ahora lo entiendes? Crecí en un lugar en el que me enseñaron a controlar mis emociones, pero cuando te veo reír, incluso cuando te veo serio, siento las emociones llenarme. - la luz se puso en verde y el príncipe siguió.