👑 17

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La hermana de LuHan siempre había querido ser princesa, como toda niña. LuHan ni siquiera pensaba en eso, era tan posible que se vuelva príncipe como lo era que Iron Man apareciera para salvarlo. Nula. Bueno... Casi.

Ahora estaba en el salón principal del palacio de Seoul, esta sala no estaba abierta al público. Soyoung trajo diferentes diademas para que LuHan se las probara.

— Esto es tan emocionante — chilló Soyoung. — Hace tanto que no hay una boda real en Corea. — dejó que los sirvientes pusieran las diademas sobre cojines rojos con bordes dorados, especiales para las coronas. — Me muero por que te pruebes todas. Son hermosas y brillantes.

LuHan estaba sentado en un sofá individual, con patas y reposabrazos de marfíl. Era tan pesado como una enorme roca, pero era tan cómoda como estar en una cama suave. Un espejo de cuerpo completo fue puesto frente a él, para que pueda verse a sí mismo modelando las coronas.

— Lucen pesadas — LuHan observó los brillantes y lujosos objetos y no pudo evitar pensar en lo mucho que le costaría llevarlos en la cabeza.

— ¡Para nada! — Soyoung le restó importancia mientras arreglaba su pelo. — Además, es un honor, LuHan. ¡Qué importa si son pesados!

LuHan no pensaba lo mismo. Resignado, dejó que su estilista le arreglara el pelo con cuidado, con muchos cosméticos especializados. Su pelo era ondulado, pero a su estilista no parecía agradarle mucho, por lo que lo laciaría.

— Buenos días, príncipe — las manos en su pelo se detuvieron.

LuHan desvió la mirada hacia SeHun sin mover la cabeza. — Hola — sonrió. — Voy a probarme las diademas.

— Lo sé — SeHun se acercó y se agachó para darle un beso en la mejilla. — Te verás sorprendente.

LuHan se sonrojó y movió un poco la cabeza para darle un beso a su prometido. SeHun dejó un pequeño y rápido beso en sua labios cuando Soyoung los regañó.

— No te muevas, LuHan. — la mujer movió su cabeza de nuevo y siguió con su trabajo. — Príncipe, ¿Cuál le gustaría que probaramos primero?

LuHan frunció el ceño. Era su pelo, no de SeHun. — Creo que yo debería responder a eso, es mi pelo y yo voy a usarla.

SeHun sonrió, porque sabía que LuHan protestaría. — Tiene razón, deja que la escoja por sí mismo.

Soyoung se encogió de hombros. — De acuerdo. LuHan, escoje uno.

El castaño observó las diademas de nuevo y se decidió por la plateada, llena de diamantes. Soyoung la levantó con cuidado y se posicionó detrás de él para que LuHan pudiera verse en el espejo.

LuHan jamás se había imaginado a sí mismo luciendo una corona brillante. Pero cuando Soyoung se la acomodó con cuidado para que se viera elegante y muy "real", LuHan parpadeó muchas veces hacia él. Se veía diferente, se veía más...

— Estás precioso — SeHun apareció en su visión en el espejo y lo vio sonreír satisfecho. — Tú naciste para ser príncipe.

LuHan se observó de nuevo con una sonrisita tímida. Era verdad, se veía bien para ser un simple plebeyo. Soyoung le quitó la corona para probar otra, pero LuHan no quería otra, se había enamorado de la plateada con diamantes y perlas originales.

— Me gusta la plateada. — protestó.

Soyoung sonrió — ¡Lo sé! Pero debes probar las demás también. Es mi obligación hacer que te pruebes todas. — trajo una dorada, de oro brillante.

Cuando LuHan la tenía en su cabeza, le gustó tanto como la otra. — Hm... — murmuró — Ésta está muy bonita también.

SeHun sonrió antes de tomar su mano y besarle el dorso. — Todas son tuyas, cariño. Todas te pertenecen ahora. La plateada con diamantes era de mi madre, la usó en su boda. Y si quieres, tú también puedes usarla para la nuestra.

Prince's Boy • HunHan •Kde žijí příběhy. Začni objevovat