Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta

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—El príncipe Mestizo es alguien que solía ir Hogwarts, tengo su antiguo libro de Pociones. Él escribió hechizos por todas partes, hechizos que él inventó. Uno de ellos era Levicorpus.

—Oh, ése estuvo muy de moda durante mi tiempo en Hogwarts."

Remus Lupin y Harry Potter, Cap. 16, Unas Navidades muy frías. 

Harry Potter y el Príncipe Mestizo


Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta

Musicalización de Capítulo: Aretha Franklin - Respect (1967)

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Musicalización de Capítulo: Aretha Franklin - Respect (1967)

Tenía el pergamino desplegado entre las manos. No encontraba ningún vestigio de tinta. Era mucho más grande que aquél otro al que Marlene había confiscado a Bertha Jorkins. Podía imaginar por el apego que sus dueños mostraban a este objeto, que cuales fueran sus secretos, debían ser demasiado comprometedores. 

«Quizá esta vez no se limitan a solo dedicar a cada chica una oración, sino tal vez una detallada descripción».

—Mary Macdonald—hablé frente a él, con la esperanza de que, como el anterior, revelará cualquier escrito oculto en él.

Una mancha de tinta se manifestó a mitad del pergamino. Surcó la superficie del papel, como si una mano invisible escribiera en ella, y aparecieron unas letras: "El señor Cornamenta le repite por quinta ocasión a la señorita Macdonald que su nombre no servirá para revelar el contenido de este pergamino".

—Ya lo digo—habló Marlene a mi lado —...esta vez tuvieron la precaución de encantarlo para que sólo una palabra clave pueda abrirlo.

—No debe de ser tan complicado—opinó Lily—Si Bertha Jorkins pudo abrir el pasado...

—El otro pergamino no tenía ninguna contraseña—recordó Marlene —Ni siquiera dirigía mensajes, como lo hace éste.

—Cornamenta—llamé al pergamino —¿Existe alguna contraseña o una palabra clave?

"El señor Cornamenta le responde a la señorita Macdonald que no es necesaria una contraseña, sino un juramento"

Suspiré frustrada.

Nos encontrábamos en pleno descanso al medio día, en el patio trasero frente a los invernaderos. Lily Evans aprovechaba el tiempo para recoger la variedad de hongos que se esparcían por la hierba. Sospecho que buscaba uno en especial, quizá como ingrediente que fuera ser usado en alguna de sus pociones experimentales en el "Club de Calderos". Marlene empleaba ese reconfortante momento en el que se asomaba el sol de los grisáceos cielos escoceses para leer historia de la magia. Yo, cuyo único pasatiempo, el Quidditch, se me había sido trágicamente arrebatado, me tenía que aferrar a la tarea de descubrir lo que escondía el pergamino... había que matar el tiempo de alguna manera.

Amiga de James PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora