-¿A dónde vamos? -preguntó Yuuri mientras caminaban por las afueras de lo que era un parque.
-Es una sorpresa, pero haremos varias cosas -respondió con simpleza.
Otabek solo tenía un par de cosas planeadas, el resto sería espontáneo y sabía que en ese parque por la tarde habían varias actividades para cualquier persona.
-¿Varias cosas? -preguntó curioso, tomando uno de los senderos que llevaban dentro del parque.
Él asintió colocando las manos tras de sí.
-Sí, hice mi tarea antes de elegir un lugar y creo que este te gustará -dijo con una leve sonrisa en los labios.
Yuuri se mantuvo algo escéptico ante su respuesta, dándole el beneficio de la duda. Más cuando el sonido de música y conversaciones llegaron a sus oídos, no pudo más que pensar que Otabek en verdad había hecho su tarea.
-¿Un festival? Pero aún no hay... algo que celebrar, ¿no? -le miró sorprendido, casi temiendo haberse olvidado alguna festividad.
Otabek soltó una risita.
-No, es más... ¿cómo una fiesta? -ladea inseguro de si ese era el correcto significado.
-¿Un Lunes?
-Bueno, siempre inician en las tardes y supongo que... estar vivos es un buen motivo para celebrar seguido -responde observando las hileras de kioscos que se extendían por todo el camino- Es como un mini festival... no sé si calificarlo como un bazar -opinó observando que en algunos lugares se vendían cosas varias y no solo para divertir.
-Creo que estaría bien calificarlo así. Me siento algo mal de no haber sabido de la existencia de esto... -admitió el japonés, admirando el lugar.
Todo era una explosión de luces y colores.
El camino de tierra normal había sido reemplazado por adoquines brillantes que parecían cambiar de color con el ambiente de cada puesto. Cada kiosco tenía sus propios diseños, colores, mercancía o comida y luces de Navidad que, en contraste con las leves luces de las farolas y la oscuridad que se cernía sobre ellos, daba un ambiente en verdad mágico.
-Bueno, queda a minutos de tu tienda en coche... es algo lejos, es normal -comentó Otabek, haciendo salir un poco a Yuuri de su ensoñación sin querer.
-Supongo que es eso -murmura observando un kiosco con diseños de peces koi cuyas luces azules parpadeaban a un ritmo establecido que daba la ilusión de que los peces estaban vivos- En verdad aprecio que me hayas traído aquí -dijo en un suspiro, volteando a verle con una sonrisita-, gracias.
El kazajo contuvo la respiración. Bajo las luces y ambiente del lugar, el japonés lucía hechizante, como si hubiera sido sacado directamente de uno de sus mejores sueños.
-No me agradezcas -terminó por decir- Me alegra que sea de tu agrado. ¿Quieres... ir a un puesto? -preguntó ganándose una sonrisa del contrario.
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Rompiendo el Instinto
FanfictionEn un mundo donde los Betas son el escalón mas bajo de la sociedad, Yuuri Katsuki vive tranquilamente su vida hasta que se enamora de un imposible... por más que sabía que aquello no era lo que se decía "correcto". La regla social era que los Alfas...