25

1.3K 174 58
                                    

-¡Sabía que debíamos llevarle al hospital! -suspiró Viktor cuando Yuuri les avisó que iría al día siguiente por su reciente malestar- ¿Por qué no fuiste hoy? ¿Quieres ir ahora? -ofreció calmadamente, acariciando su estómago como si tratara de conv...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-¡Sabía que debíamos llevarle al hospital! -suspiró Viktor cuando Yuuri les avisó que iría al día siguiente por su reciente malestar- ¿Por qué no fuiste hoy? ¿Quieres ir ahora? -ofreció calmadamente, acariciando su estómago como si tratara de convencer a un niño- ¿Será intoxicación? -susurró.

Otabek suspiró bajando su celular.

-Tienes algunos síntomas -dijo el kazajo, pues había revisado qué se presentaba ante una intoxicación alimenticia- De todas formas me alegro que decidas ir, te acompañaré. Mañana no tengo asuntos pendientes.

Yuuri rió un poco.

-Está bien, gracias por preocuparse -dijo amable- Aunque de todas formas no me siento siempre así, pero más vale descartar antes de que empeore, ¿no?

-No va a empeorar -aseguró el moreno atrayendo al Beta a su pecho para abrazarle- Te darán algo y mejorarás.

El mayor sonrió y se sintió cálido correspondiendo el abrazo, algo en su interior se removió.

-Claro que sí.

Viktor se sumó al abrazo.

-¿Si pasan por la farmacia pueden comprar mis supresores? -preguntó de buen humor.

El nipón asintió.

-Por supuesto...

-Y condones -añadió el Omega, haciendo sonrojar a Yuuri.

-¿Q-Qué estás planeando? -murmuró ladeando la cabeza para mirarle.

-Ya lo sabes, guapo -bromeó apretándole una nalga con diversión.

-¡V-Vitya! -exclamó alarmado- P-Para -murmuró apenado.

-¿Por qué? ¡También tengo derecho a tocarte, Yuuri! -se quejó divertido con un ligero puchero.

-E-Está bien, basta los dos -murmuró el nipón removiéndose para escapar de los brazos de Alfas y Omega- ¿Hablaste con tus padres? -suspiró hacia el ruso.

-Mañana iré a su hotel después de clases -asintió- No te preocupes, no pueden prohibirme nada, pueden tratar de tener otro hijo si les molesta -bufó.

El japonés solo sonrió y acarició el sedoso cabello platinado del muchacho.

-No discutas con tus padres, ¿bien? La familia es importante -repuso mirándole seriamente.

-Tratare -aseguró sin mucha importancia.

-Bien, con que lo intentes es suficiente -dijo con una sonrisita.

Luego de hablar un poco y mirar algunos capítulos en Netflix, los tres se fueron a dormir para al día siguiente salir temprano e ir al hospital luego de dejar a Viktor en la universidad.

Los procedimientos fueron rápidos. Yuuri asistió a la consulta pasando por un examen físico y una entrevista para luego realizarse exámenes de sangre.

Rompiendo el InstintoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora