Miles de personas en el mundo. Miles de lugares de estudio y lugares donde vivir.
Un día, una hora, un minuto, un segundo, todo igual. El mundo conspiró para que ellos se encontraran en el mismo momento. ¿Estaban destinados para estar juntos?
Si...
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V- Capítulo Cinco-"Interrupciones"
Canción: Bendita tu Luz-Maná
Desperté con demasiado sueño, ni siquiera los mellizos habitaban en mi habitación esa mañana, el caso fue que me pasé estudiando para un examen dos días seguidos, tardé estudiando exactamente cuarenta y ocho horas, no comí, no me duché, no socialicé por internet, no visité a mis padres ese fin de semana, siquiera me levante a hacer mis necesidades, aparte tenía tos; en mi cuerpo solo habitaba la somnolencia, la tos excesiva y la fiebre a 41º. Al amanecer cuando sonó mi alarma, casi aventé el celular contra la pared, por suerte pensé y no lo hice porque jamás me podría comprar uno nuevo, después de independizarse no se obtiene todo tan rápido.
Me levanté sin fuerzas, al abrir mis pupilas, vi el mundo borroso, al cabo de unos minutos me adapté a la luz resplandeciente que se colaba por mi ventana, caminé descalza al baño, me desvestí y me metí a la ducha, sin pensarlo abrí el grifo de agua fría, quedé un poco amargada, porque no era lo correcto lo que había hecho; veinte minutos después salí de la ducha, me observé en el espejo, mi rostro era horrible, llevaba bolsas debajo de los ojos, mis labios estaban resecos, mi barriga gruñía. Me vestí con lo primero que encontré: un vestido que me llegaba por debajo de las rodillas en color rojo pasión, me opté por dejar mi rostro sin maquillaje, a pesar de que no quería que nadie notara que estaba enferma, lo mío no era maquillarme, me calcé mis Converse negras, tomé mi bolso y guardé todo lo necesario.
Preparé un desayuno equilibrado, una vez que me llené el estomago y me sentí mucho mejor, tomé un jarabe para la tos, tampoco quería que mis padres notaran que estaba enferma, una de las condiciones que me madre impuso hace tres años exactamente, cuando tenía quince años, era cuidar de mi salud. Manejé hacia la universidad, la mayoría del camino llevé a todo volumen un Cd de –Twenty One Pilots- . Una vez estacionada en el estacionamiento de la universidad, me miré en el espejo, tomé unos lentes oscuros que hacía tiempo no me colocaba, caminé con determinación hacia el salón donde tenía mi primera clase.
Me incorporé en un asiento del aula en la que me tocaba, todos estaban en completo silencio, la mayoría estaba repasando los apuntes, el examen podría ser en cualquier momento, cuando el profesor apareció en el aula, todos colocamos los ojos como platos, enseguida me puse nerviosa. Me desenvolví excelente en el examen, tardé lo necesario para responder, incluso tuve tiempo libre para ir a comprarme un aperitivo, necesitaba reponer energía.
Una vez me bebí un vaso de avena con fruta, camine hacia el aula donde tenía la siguiente clase, en ésta me encontraba con Loreana.
-¿Estás enferma?- Preguntó Loreana, sin duda me conocía tan bien. Asentí. Nos escapamos al baño, estábamos sin profesor ese día. Una vez sentadas en un cubículo, me quité los lentes. –Tranquila, cariño. Lo arreglaremos. –Dijo guiñando un ojo. Me maquilló como solo ella sabía hacerlo, cuando terminó de maquillar mis ojos, nos encaminamos hacia la clase de inglés, estaba nerviosa, porque entregarían los trabajos, aquel que hice en mi apartamento con Matteo.
