Dos

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Harry me entrego el libreto, y me explico de qué iba la historia. Escuché atentamente e hice un par de preguntas.
El chico tenía un don espectacular para producir cosas, y estaba muy orgullosa de él.
Al parecer tendría que pasar tiempo en casa de ellos para poder ensayar mis líneas con Sam, sin embargo, no sería hasta dentro de nuevo aviso.

—¿Te quedas a comer? —pregunto Nikki cuando entro al cuarto de cámaras, el cual solía ser mío.

—Umm, yo —mire nerviosamente a Harry, él asintió sonriente y miré nuevamente a la pelirroja —claro.

—Excelente —dijo con una sonrisa y salió de ahí.

—No quiero ver a tu hermano —le confesé a mi amigo con una mueca en la cara, y él negó.

—Tom está en busca de departamentos, no tardará en encontrar uno y se irá de aquí pronto —me contó mientras volteaba la silla hacia el escritorio.

Suspiré con pesadez.
Era cierto que aún me encontraba enamorada de Tom, pero no quería aceptarlo, pues eso solo me hacía nuevamente débil a sus encantos, y ésta vez no se la pondría fácil.

-

A la hora de la comida, todos bajamos al comedor. Había una silla demás, sabía de sobra que esa silla extra era para Elle, así que me preparé mentalmente para verlos juntos.
Mis predicciones no habían sido erróneas, pues minutos después, Tom y Elle entraron a casa, riendo.
El rizado se tensó al verme.
Le había advertido que seguiría viniendo a su casa, pero parecía que no se lo había creído.

Se sentaron en sus respectivos lugares, dejándo a la feliz pareja frente a mi.

Toda la comida Tom estuvo mirándome disimuladamente. Mis nervios aumentaron cuando nuestras manos se rozaron al querer tomar ambos la sal del centro de la mesa. Retire mi mano rápidamente, dejando que fuese él quién tomara el artefacto.

—Qué rico está todo —comento la rubia, y Nikki asintió.

—Gracias, Julie ayudo un poco —me miro y me guiño el ojo. Yo no la había ayudado a hacer nada, por lo que la mire confundida, y luego mire a Elle, dedicándole una sonrisa.
Metí un pedazo de brócoli al vapor a mi boca, antes de que ella hiciera otro comentario.

—Bueno, le falta algo de sal, pero no importa —corrigió y solté una risa, haciendo que todos me miraran.

—¿Todo bien? —preguntó Dom divertido, y yo asentí tapando mi boca intentando detener la risa.

—Lo siento, es que me quemé, y yo lidio con el dolor mediante la risa —explique al tragar.

—Ah, es cierto —afirmó Sam, dándose cuenta de cómo su madre jugaba con la cabeza de Elle —hace tiempo un chico le rompió el corazón, y estuvo comprando mucha ropa.

—Eso se llama depresión, Sam —dijo confundido el señor Holland, alzando una ceja.

—No, no. Es que ella reía mientras compraba las prendas —especifico, y yo lo mire divertida.

—¿Y el chico cómo habrá lidiado con la depresión? —pregunto Paddy, curioso.

—Tal vez se haya conseguido una novia —me encogí de hombros, mirando a Tom.

—Bueno, puede que el chico haya tenido que superarte —hablo él por primera vez.

—Yo pienso que no es manera de superar a alguien —opinó Nikki.

—Yo pienso lo mismo —levanto la mano Harry.

—Además, probablemente él esté mejor con su nueva chica, en comparación de haber estado conmigo —me encogí de hombros.

Tom río bajo, y negó con la cabeza. Era consciente de lo que todos en la mesa hacíamos.

—No lo creo —dijo en un susurro que pocos escuchamos.

—Nunca se sabrá, si no vuelve a intentarlo —comentó Nikki, y todos la miramos en silencio.

—Es cierto —asintió Dom.

Lo que restó de la comida fue sobre cómo nos había ido en la escuela, y de las filmaciones de Spiderman que serían en Inglaterra, y comenzarían en Julio.

-

—Veo que no se dieron las cosas contigo y Tom —comento Nikki mientras yo secaba los trastes que ella se encargaba de lavar. Me quedé estática y me puse nerviosa al instante —Julie, sé que estaban en algo desde antes de que ambos lo aceptaran.

—Yo en serio lo siento, le prometo que...

—Oye tranquila, dulzura. No estoy enojada, en realidad estaba contenta, me gustas para él —me dijo con una sonrisa.

—Pues es bastante obvio que yo ya no le gusto a él —dije divertida. Coloque los trastes sobre el escurridor, y ella negó.

—¿Lo dices por Elle? —preguntó y yo asentí —es buena chica, pero creo que él regreso con ella por querer superarte pronto. Y veo que le está yendo mal el plan —rió levemente y yo la mire divertida. Al parecer disfrutaba que su hijo estuviera batallando en el tema amoroso —no tardará en darse cuenta de su error, Julie.

—No lo sé, yo solo quiero que él sea feliz, y si lo es con ella, entonces estaré feliz yo —sonrei sin mostrar los dientes.

—Ay por Dios, es que en serio eres un ángel —beso mi frente haciéndome reír —hagas lo que hagas, no dejes de ser amiga de mis bebés, me encanta su amistad.

—Jamás, esos chicos se volvieron parte de mi día a día—le sonreí y ella acarició maternalmente mi mejilla.

Sería duro, pero estaba dispuesta a superar a Tom.

I Want You Back /en edición/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora